La perspectiva del paciente ha sido la gran ausente en el diseño de las políticas públicas de salud
¿Qué opinan los pacientes de sus sistemas de salud?
Sin la conexión humana, que permite descubrir los pequeños detalles para poder resolver grandes problemas, la medicina es incapaz de cumplir el propósito para el que fue creada. No en vano cuenta la leyenda que el doctor Gregorio Marañón, renombrado científico español, consideraba que el mejor avance para la medicina era la silla, que acerca físicamente a los pacientes para poder escucharlos.
Bajo la premisa de que la salud debe guiarse por la atención centrada en la persona de manera continua, a lo largo de toda su vida y no solamente cuando enfrenta algún problema médico, se establecieron los principios de la atención primaria. En la primera gran conferencia internacional sobre el tema, liderada por la Organización Mundial de la Salud en 1978, se definió a la atención primaria como «el primer nivel de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el sistema nacional de salud». Esto implicaba que la atención médica de calidad debía siempre acercarse lo más posible a las personas y facilitar su acceso permanente.
Lejos de la meta
Tras años de esfuerzos para fortalecer la atención primaria como uno de los caminos hacia la cobertura sanitaria universal, y a pesar de grandes declaraciones internacionales como la de Alma Ata, cuyo 40 aniversario acabamos de celebrar, aún no se ha conseguido este objetivo. En el nuevo estudio publicado en el libro Desde el paciente, del Banco Interamericano de Desarrollo, encontramos que el 87,5% de la población de América Latina y el Caribe no puede contestar afirmativamente a ninguna de estas cuatro preguntas:
1. ¿Tienes un médico de cabecera o un lugar habitual de atención para tu salud?
2. ¿Tu médico o lugar de atención conoce tu historial de salud?
3. ¿Puedes contactarlo fácilmente durante el día?
4. ¿Te ayuda a coordinar el acceso a otros especialistas cuando lo necesitas?
Estas preguntas son importantes porque definen la atención de salud centrada en el paciente. Y este aspecto no puede reducirse a una buena intención de relaciones públicas o responsabilidad social. Asegurar una atención de salud de calidad que ponga el énfasis sobre el paciente no solo mejora la calidad de vida de las personas, que por sí solo es ya el mejor beneficio, sino que repercute positivamente en todo el sistema.
Más motivos para priorizar a los pacientes
La atención primaria basada en el paciente mejora las experiencias tanto de los usuarios como de los profesionales y, en consecuencia, resulta en una mayor utilización de los servicios preventivos de salud. En este sentido, se ha constatado que una adecuada atención primaria ayuda a reducir el número de consultas con especialistas y de hospitalizaciones o visitas a los servicios de emergencias para una atención rutinaria.
Esto tiene un doble efecto positivo. Por un lado, contribuye a disminuir el riesgo de mortalidad, especialmente en lo que se refiere a las enfermedades no transmisibles como la diabetes o la hipertensión, que se están convirtiendo en una auténtica epidemia de nuestro siglo y que, por su carácter crónico, requieren de la participación del paciente para lograr buenos resultados. Además, este enfoque ayuda a aliviar la sobrecarga de trabajo en otros niveles de atención ya que permite resolver de forma ambulatoria muchos problemas.
Volver al paciente
Si queremos impulsar la atención primaria y conseguir un funcionamiento eficaz de los sistemas de salud que responda a las necesidades de los pacientes, es prioritario conocer su opinión sobre la atención médica que reciben. Sin embargo, la perspectiva del paciente ha sido la gran ausente en el diseño de las políticas públicas de salud a pesar de que provee información valiosísima a partir de distintos contextos sociales, económicos, políticos y epidemiológicos.
En el nuevo libro Desde el paciente. Experiencias de la atención primaria de salud en América Latina y el Caribe hemos intentado dar voz a los pacientes a partir de encuestas recolectadas en los últimos años sobre el acceso, la calidad, la experiencia y la coordinación de la atención primaria entre los adultos de Brasil, Colombia, El Salvador, Jamaica, México y Panamá.
El estudio ofrece los principales resultados para cada uno de estos países y los compara con datos regionales e internacionales, que permiten apreciar las diferencias de valoración entre los pacientes latinoamericanos y caribeños de países de ingresos medios y los de los países más desarrollados donde, por lo general, la atención primaria en salud resulta mucho más resolutiva y centrada en el paciente (descarga publicacion).
La información publicada en este estudio puede contribuir a llenar el vacío de información propio de la región en este tema, así como a estimular análisis adicionales que indiquen cómo la perspectiva del paciente puede ser utilizada para fortalecer la atención primaria de la salud. Sus experiencias son una forma efectiva y razonablemente rápida y económica de conocer cómo mejorar los servicios en los que el paciente es -o debería ser -el verdadero protagonista. Por si nos hemos distraído entre los avances en el campo de la salud (tecnológicos o no), cabe recordar que acercar la silla al paciente y escucharlo sigue siendo la mejor manera de dar solución a los grandes problemas de salud.
¿Tú puedes contestar afirmativamente a las 4 preguntas sobre atención de salud? Cuéntanos en la sección de comentarios o mencionando a @BIDgente en Twitter.
(*) Ferdinando Regalia es jefe de la división de Salud y Protección Social del Banco Interamericano de Desarrollo.
Fuente: Ferdinando Regalia (*) – blogs.iadb.org