El celular es más importante que la cédula
Los "pobres" de Venezuela entienden y necesitan de las tecnologías de la información; la industria brega aún por entenderlos
La semana pasada más de mil personas esperaron por más de diez horas en la entrada a la Torre de Telefónica en Caracas, para hacerse acreedores de un iPhone 3G. En su primera semana Movistar vendió más de 7 mil unidades; Valencia, Maracaibo, Barquisimeto tuvieron que esperar. Sólo se vendía en las oficinas principales de la operadora. ¿Cómo puede explicarse que un equipo de más de 2 mil bolívares sea tan demandado?; ¿Por qué Movistar espera vender más de 50 mil unidades antes de que termine el año?
El miércoles 19/11, durante la presentación de dos equipos Blackberry de última generación, Lidia Seraco, gerente de marketing de RIM, creadora de los icónicos teléfonos adelantaba dos datos estelares: Venezuela es el mercado que más unidades de Blackberry vende luego de Estados Unidos, la medición no fue proporcional, es decir, número de unidades por el total de habitantes. Fue medida por totales de ventas, lo que significa que nuestro país, vende y ha vendido más equipos de este alto perfil que Argentina, Brasil o México, países con más población.
El otro dato que expone Serato tiene que ver con los compradores; resulta que para RIM es insólito que Venezuela tenga el mayor índice de usuarios jóvenes de sus teléfonos, considerados como equipos de alto perfil, ideales para los ejecutivos.
Lidia Seraco y el Blackberry FLIP |
A considerar ambos ejemplos, podríamos presumir que sólo los estratos socio económicos altos o medios son los compradores de celulares de alto perfil. Si bien, son estos los mercados más propensos a adquirirlos, también se detalla una particularidad en los estratos más pobres. Otro ejemplo: cuando Movilnet quiso comercializar un equipo con cualidades multimedia: Cámara, audio, tarjeta expandible, pantalla de colores, audífonos, para conmemorar su 15 aniversario, delegó en la china Huawei la elaboración de un móvil único. Los chinos, fieles a la norma y al mandato del cliente, diseñaron un equipo, que hoy día sigue siendo demandado.
¿Por qué pasa esto? Por algo sencillo, el celular es simplemente un equipo, no sólo útil para el trabajo; ha sido asimilado como un elemento fundamental para la seguridad y la calidad de vida de la gente. El elemento aspiracional, si bien es importante, queda relegado por el interés y la utilidad que nuestro "pueblo" le ha dado al móvil.
Carlos Jiménez, miembro del directorio de Datanálisis comentó a Últimas Noticias algunos de los porqués de este consumo. "Las mayorías tienen en el celular el único dispositivo electrónico que les satisface sus necesidades de comunicación, entretenimiento, socialización, además de resguardo y seguridad personal". Según Jiménez no hay ningún otro producto que ofrezca tantas satisfacciones y sacie tantas necesidades.
Este pensar del "pueblo" ha hecho estratégica su participación en los ingresos de los operadores celulares. Si el 60% de los miles de millones de dólares que circulan anualmente en el sector de telecomunicaciones depende de la telefonía móvil, el 62% del dinero que ganan las empresas que ofrecen los servicios proviene de los estratos más pobres, es decir, el E y el D.
¿Nos entienden?
Las cifras aportadas por Datanalisis hablan, sin dudas, de un mercado atípico dentro de América Latina, que brega por ser entendido en los nuevos escenarios de las telecomunicaciones móviles. Este mercado ya está comenzando a demandar otras tecnologías; más del 80% de estas familias desean tener televisión paga y cerca de un 1/3 de más de 4.4 millones de hogares –Estratos D y E- desea tener internet móvil y más del 60% quieren tener internet en el hogar.
Y es allí donde entra la pregunta ¿Está siendo entendido el consumidor criollo? ¿La oferta de los operadores de telefonía móvil, fija y de televisión por suscripción se está adecuando a las necesidades de los clientes mayoritarios y que más pagan? La respuesta podría ser variopinta, pero dadas las necesidades palpables y crecientes podría asegurarse que se entiende a medias.
Fuente: Heberto Alvarado – hormigaanalitica.blogspot.com