Educación

¿Son los rankings universitarios la medida de la calidad de la educación?

Un excelente artículo de Iván de la Vega sobre los renombrados rankings de universidades. Materia de obligada lectura para entender las diferencias entre estos clasificadores y reconocer que visibilidad en la Red no necesariamente mide la calidad de la educación impartida en las universidades.

Los rankings o clasificaciones académicas que se han utilizado en los últimos años para medir el desempeño de universidades a escala mundial, regional e incluso nacionalmente, replantean la forma tradicional de establecer la visibilidad de instituciones complejas y diversas en cuanto a los perfiles de actividad, tamaño, misión y, sobre todo, los contextos donde se encuentran enclavadas. Estos elementos dificultan la aproximación a mostrar la realidad de este tipo de organizaciones utilizando indicadores. Un elemento clave no encontrado de forma directa en estas mediciones, es la referida a la calidad de la educación.

Antes de surgir ese tipo de clasificación se recurría a estadísticas que intentaban mostrar la productividad tangible de las instituciones generadoras de conocimiento, entre las cuales se encuentran las universidades. Ese esfuerzo ha sido incremental, dinámico y en constante ampliación, derivando en la creación de múltiples manuales internacionales que se han venido publicando a partir de la década de los años sesenta del siglo pasado.

Todo ese trabajo de décadas ha germinado por el hecho de intentar normalizar internacionalmente los indicadores referidos a las actividades de Ciencia, Tecnología e Innovación (C+T+i). Una diferencia clave entre el uso de los manuales y los rankings es que estos últimos se utilizan para clasificar y catalogar, pero justamente el asunto a discutir pasa por el diseño de los indicadores que se usan para generar tal catálogo.

En esa línea se debe señalar que un porcentaje significativo de los datos que se utilizan en los rankings provienen de los manuales mencionados diseñados para normalizar conceptos y métodos que permitan la comparabilidad entre países. Entre ellos se encuentran: Frascati, Oslo, Canberra (con n por ser la capital de Australia), Lisboa o Santiago.

Los indicadores utilizados por un creciente número de Rankings se agrupan de acuerdo a un conjunto de criterios de índole diversa que terminan dando una imagen de las universidades que no se adecúa realmente o todo el esfuerzo de lo que significa una Institución de Educación Superior (IES). Esto ha traído como consecuencia opiniones favorables o desfavorables según la clasificación asignada en cada ranking, con la lógica crítica al sistema de evaluación utilizado. Los Rankings mas reconocidos son: Jiao Tong de Shangái; The Times Higher Education Supplement; Clasificación Webométrica del CSIC; Quacquarelli-Symonds Ranking (QS Ranking); SCImago Institutions Ranking y el University Ranking by Academic Perfomance.

La familia de indicadores más utilizada por estos entes son: el número de publicaciones científicas por institución en un período dado; el factor de impacto de las publicaciones; número de citas a los autores; egresados y profesores con premios nobel; reputación del empleador de los egresados y la importancia de la institución dentro de la red social de sitios de universidades en el mundo, entre otros indicadores.

Nota:
Más allá de lo que busca cada Ranking, lo cierto es que en aquellos donde aparecen universidades venezolanas siempre clasifican las que tienen tradición y calidad en lo académico y lo científico. Ellas son: la UCV, USB, LUZ, ULA, UCLA y las privadas UCAB y UNIMET. ¿Qué pasa con las creadas en los últimos 17 años por parte del gobierno nacional?

Fuente: Iván de la Vega – felixjtapia.org / notiminuto.com

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