Perú: Telefonía rural aumenta escolaridad
Un estudio realizado en las áreas pobres rurales del Perú revela que los niños asisten más frecuentemente a la escuela cuando sus comunidades tienen acceso a la telefonía.
Según el autor del estudio, su análisis de las comunidades pobres de los Andes y la Amazonía es el primero en cuantificar el papel del acceso a la telefonía no sólo en el mejoramiento de los medios de subsistencia sino sobre el impacto en la educación de los niños.
Diether Beuermann –del Departamento de Economía de la Universidad de Maryland de los Estados Unidos- evaluó el ingreso de las familias rurales y la proporción del tiempo que los niños pasan trabajando o en la escuela en más de 6.500 comunidades entre 1997 y 2007.
A partir de 2001, una alianza de empresas privadas y organismos públicos comenzó a proporcionar cobertura de teléfonos móviles, o acceso a telefonía rural satelital para los pobladores que no pudieran acceder a un celular.
La intervención redujo el promedio nacional de la distancia a un teléfono de 60 kilómetros a cinco.
Los agricultores que recibieron antes los teléfonos tuvieron un aumento de quince por ciento en sus ingresos comparado con quienes los recibieron posteriormente, debido a que los teléfonos les permitieron expandir sus mercados.
Los costos agrícolas de dichos agricultores se redujeron en casi la quinta parte gracias a que recibieron una mejor y más oportuna información usando el teléfono –como pronósticos del tiempo- lo que les permitió tomar mejores decisiones. Ello resultó en un 18 por ciento de aumento global de su productividad agrícola.
Este aumento en la productividad tuvo un impacto directo sobre la escolaridad. El tiempo que los niños trabajaban en el mercado y en el campo se redujo en catorce y en nueve por ciento respectivamente, lo que significó un aumento de trece por ciento de los niños que reportaron asistir a la escuela como su actividad principal.
Beuermann dijo que estos cálculos consideran otras razones que podrían haber causado los incrementos en la escolaridad.
"Nuestros resultados muestran claramente que esas intervenciones cambiaron drásticamente el trabajo de los agricultores porque fueron capaces de conocer las tendencias de precios, disminuir sus costos agrícolas e incrementar sus ingresos netos, lo cual trajo como resultado una menor utilización de los niños entre seis y trece años en el trabajo agrícola", dijo Beuermann a SciDev.Net.
Explicó que cuando algunas de las presiones por ganar dinero se dejan de lado, la gente no sólo quiere enviar a sus hijos a la escuela sino que se da cuenta que está en capacidad de hacerlo.
El estudio, aún inédito, fue encargado por el Consorcio de Investigación Económica y Social, una red integrada por más de 40 universidades e institutos de investigación del Perú con el respaldo de la Universidad de Maryland.
Fuente: Zoraida Portillo – scidev.net