Educación superior en lìnea y Open Social Learning, oportunidades y retos
Síntesis: El texto que se presenta analiza la potencialidad del Open Social Learning (osl), aprendizaje social abierto, en la educación superior a distancia. Tras comentar algunos aspectos acerca de las herramientas tecnológicas más extendidas en este ámbito, como son los sistemas de gestión de recursos (lms por las siglas en inglés de learning management systems), se revisa el concepto de osl y sus rasgos más relevantes: la noción de abierto, el carácter social y la centralidad del aprendizaje; se repasan las oportunidades que ofrece para facilitar aspectos como la generación de entornos personales de aprendizaje (ple por personal learning environment); la creación de comunidad; la validación colectiva de los contenidos, etc. Sin embargo, la implantación del osl genera reticencias y presenta retos para su integración en los sistemas de educación superior, retos que también se analizan y que se encuentran ligados, fundamentalmente, a la gestión del proceso de cambio del modelo pedagógico y a la evaluación de los aprendizajes.
1. Herramientas tecnológicas en la educación a distancia: LMS y OSL
El surgimiento del e-learning como disciplina ha supuesto la aparición de diversas herramientas para dar respuesta a una demanda creciente por parte de diferentes instituciones educativas que quieren ofrecer algún tipo de enseñanza en línea: universidades, escuelas, centros de formación oficiales o entornos de aprendizaje más informal.
En este contexto, los lms han sido las plataformas dominantes y se ha llegado a confundir la tecnología con el modelo pedagógico subyacente. En todo caso, estos entornos virtuales de aprendizaje (eva) han tenido un gran impacto en aspectos como la alfabetización digital o el acceso a la formación y a la educación superior, al sortear límites espacio-temporales.
La evolución de este escenario ha sido muy interesante. De unos inicios dominados por aplicaciones comerciales y desarrollos particulares, hemos pasado a la entronización de productos de software libre. Destaca especialmente la fuerte implantación de Moodle en España e Iberoamérica, una plataforma de software libre (lms de última generación) mantenida y constantemente actualizada por una amplia comunidad de desarrolladores-usuarios.
No obstante, la homogeneización que imponen los lms choca con el espíritu dominante al final de la primera década del siglo xxi. Justamente en el tiempo de la innovación, de las redes sociales, de la adopción masiva de internet por el público general, los lms parecen corsés cada vez más difíciles de asimilar. De alguna manera, el auge del Open Social Learning se da en paralelo a esta «devaluación» progresiva de los lms, dado que la propuesta del primero consiste precisamente en aprovechar las herramientas 2.0, a disposición de todos en la red, para el aprendizaje. Frente a la estructura monolítica y cerrada de los lms, son cada vez más valoradas en el ámbito de la práctica del e-learning las posibilidades que ofrecen las herramientas 2.0 en toda su variedad y heterogeneidad, en cuanto a la puesta en marcha de modelos de aprendizaje más abiertos y participativos.
Es por esto que hay quien codera que los lms están en el ocaso de su vida; pero lo cierto es que su uso responde a una determinada forma de entender y organizar la educación, acorde con muchos de los modelos formativos institucionales aplicados por los centros de educación formal, ámbitos en los que su utilización, lejos de disminuir, tiende a extenderse y a consolidarse. Así, el conocimiento técnico, los intereses institucionales y algunas de las ventajas inherentes a los lms tienden a mantenerlos todavía con vida, aunque forzando, eso sí, la apertura y la evolución de los mismos. Por ejemplo, un docente que quiere integrar varias herramientas puede fácilmente acabar decantándose por plataformas completas que, como Moodle, integran un número limitado de aplicaciones configurables por el usuario, y que por tanto, son adaptables, pero también cómodas y fácilmente gestionables.
No obstante, el cuestionamiento de los lms como solución hegemónica en e-learning lleva a preguntarse si el osl puede asociarse a una plataforma o al menos a un tipo determinado de herramientas. La respuesta apuntaría de forma inevitable a las herramientas de la llamada web 2.0 e incluso de la predicha web 3.0. Sin embargo, más que hacer referencia a herramientas concretas, que nacen, evolucionan y mueren cada día, es preciso realizar una reflexión más general (uoc, 2010): la web en general tiende a actuar como plataforma de aprendizaje. En ella, a través de sus múltiples herramientas, contenidos, redes, y vinculaciones, los usuarios más avanzados construyen y comparten en cada momento sus propias plataformas de aprendizaje, sin límites definidos, pero acordes con sus intereses, sus estrategias, y sus posibilidades.
Así pues, un curso se puede desarrollar utilizando una wiki situada en un servidor, un blog situado en otro, compartiendo unas imágenes y conversando en una red social. El «curso» se correspondería en este caso con la agregación de todos estos elementos. Desde esta perspectiva, el usuario experto de la red que busca, cada vez más, practicidad y máxima personalización, estará probablemente más interesado en el uso de los mashup, aplicaciones web híbridas que utilizan el contenido de otras aplicaciones agregadas para crear un contenido completo nuevo (Domínguez, 2011).
2. Aproximación al Open Social Learning
En una primera aproximación, podemos entender el osl como una actividad de aprendizaje activo, autogestionado, de carácter no formal o informal, que tiene lugar mediante el uso de las herramientas tecnológicas propias de la web social o web 2.0 (Domínguez, 2011).
El concepto de osl surge de forma espontánea para designar un movimiento no ligado directamente a una intención de mejorar el proceso de aprendizaje, sino más bien como descubrimiento de una serie de prácticas facilitadas por un conjunto de herramientas y de condiciones, asociables a una nueva manera de entender los procesos de enseñanza y aprendizaje. Puesto que se trata de un concepto relativamente novedoso y no consolidado, en esta sección se pretende acotar el espacio conceptual del llamado osl, describiendo los tres pilares en los que se basa y mencionando los rasgos más destacables del mismo.
2.1 – Abierto y libre
El término open o abierto se asocia tanto con el acceso como con el uso de un determinado producto o contexto de aprendizaje, que se ponen a disposición de la persona que aprende. Se alinea con el concepto de free o libre, que en el mundo de las tecnologías de internet y sus implicaciones sociales debe entenderse como «libertad» de los usuarios para utilizar, copiar, estudiar, modificar, redistribuir, un determinado producto, de modo que toda la comunidad pueda beneficiarse. En algunos casos, free puede también entenderse como «gratuito». Desde una aproximación metodológica, lo abierto se relaciona con conceptos como «flexibilidad», «accesibilidad» para todos, y «personalización». Lo open se incluye en una filosofía característica de la cultura de internet, basada en los principios dela ética hacker (Himanen, 2001), como la libertad de acceso a la información, conocimiento libre, accesibilidad, creatividad o valor social de reconocimiento entre iguales, todos ellos valores y dinámicas surgidos en el mundo de la informática pero cada vez más generalizados y reconocidos como procesos de generación de conocimiento.
2.2 – Social
La creación y la propuesta de uso del osl es paralela a, y se nutre de, los fenómenos y herramientas surgidos dentro de la denominada web social. El término social se utiliza para caracterizar tanto al proceso de generación de contenido o propuesta de aprendizaje, como al propio uso del conocimiento generado en este proceso. Los materiales de aprendizaje pueden ser elaborados por determinado colectivo o venir dados externamente pero, en cualquier caso, los contenidos reciben un uso colectivo. A travésde este uso son sometidos a una revisión y una ampliación contextualizada, que viene definida por el conjunto de personas que participan del proceso, el cual variará, por lo tanto, en función de la comunidad, del momento y del espacio.
Lo social, como término integrador, mantiene además una conexión directa con la idea de «comunidad», de «colaboración» y de «participación», conceptos frecuentes en el discurso pedagógico, aunque en este caso, el uso de «social» pretenda reforzar precisamente la idea de comunidad diversa y heterogénea, desde una perspectiva más amplia e inclusiva.
2.3 – El foco en el sujeto que aprendeEl aspecto más destacable en cuanto a la inclusión del término learning tiene que ver con el hecho de situar el foco de acción en el sujeto que aprende (aprendizaje), frente al teaching, o acción del docente que forma, tutoriza o instruye (enseñanza). El osl bebe de distintas fuentes teóricas de actualidad, aunque muchas de ellas suponen acercamientos a planteamientos sobre el aprendizaje y la educación más clásicos, revisados en el marco del uso extensivo de las tic. Algunos de los enfoques teóricos y autores influyentes en el concepto de osl son: el conectivismo (Siemens, 2004), el aprendizaje social (Seely Brown y Adler, 2008), el e-learning 2.0 (Downes, 2005), el aprendizaje generativo (Senge, 1992), o las comunidades de práctica (Wenger, 1998). Asimismo, para describir la idiosincrasia Open Social Learning también puede ser interesante considerar algunos enfoques como el del «aprendizaje o educación expandida» (Díaz y Freire, 2012) y el del «aprendizaje o educación creativa».
Desde una aproximación más pragmática, basada en la forma en que el osl se produce y en los beneficios que aporta, destacan los siguientes valores y rasgos como propios de este enfoque (uoc, 2010):
– Facilidad de uso: la transparencia y la usabilidad de las herramientas propias de este enfoque hacen que las barreras para la interacción social sean escasas. Esto posibilita conseguir grandes resultados en cuanto a acceso, gestión y generación de conocimiento con un esfuerzo relativamente bajo. Sin embargo, esta facilidad de uso inicial no exime de la complejidad y dedicación que puede llegar a suponer el configurar, alimentar y realizar un uso efectivo y eficiente de un entorno personal de osl.
– Ausencia de estándares: el osl, por su carácter abierto e informal, promueve la incorporación de herramientas y procedimientos nuevos, de modo que la construcción de significados se produce de forma libre y creativa, más allá de las plataformas utilizadas y de los estándares establecidos por estas: se genera en internet y en las redes sociales entendidas en su sentido más amplio.
– Renovación del contenido: en el osl se da una reinterpretación y adaptación de los contenidos y los materiales en respuesta a las necesidades de personalización al propio contexto de uso. Además, la renovación de materiales resulta una actividad de aprendizaje en sí misma.
3. Oportunidades del OSL en la educación superior
El osl, a pesar de entroncar con el muy actual enfoque pedagógico del aprendizaje a lo largo de la vida, tiene aún un importante camino que recorrer hacia la convergencia con la evolución de los contextos de educación superior. Presenta unas características que pueden entenderse como oportunidades para dicho nivel educativo y cuya integración en este contexto precisa de un análisis acerca de las posibilidades de transformación de los modelos pedagógicos y tecnológicos subyacentes, eje vertebrador de la evolución de los sistemas educativos. A continuación se abordan las características del osl aprovechables en la educación superior (uoc, 2010).
3.1 – Personalización del proceso de aprendizaje
Las herramientas del osl tienen entre sus principios esenciales el poder personalizar, versionar y, en definitiva, adaptar sus opciones, funcionalidades, contenidos y usos a las distintas necesidades e intereses de sus usuarios. La personalización en la educación ha sido un leitmotiv de la pedagogía moderna desde hace más de un siglo, y ve abierta una nueva vía con las posibilidades que ofrece la tecnología, y concretamente el osl. Esta característica tiene un fuerte componente motivacional que podría contribuir a la mejora del atractivo del sistema de enseñanza en lo referente a materiales y procedimientos, incrementando la versatilidad de los mismos y multiplicando las posibilidades de apropiación de sus usos, tanto por parte del profesorado como de los estudiantes. En este sentido, se debe indagar a fondo acerca del potencial educativo de los entornos personales de aprendizaje.
3.2 – Creación de comunidad
Los entornos de osl permiten la apertura de espacios colaborativos y de comunidades de interés entre estudiantes y/o expertos de distintas disciplinas o temáticas de todo el mundo. Los roles de enseñante y aprendiz se difuminan e permutan. En estas comunidades no solo se dan el intercambio, la apropiación y difusión de contenidos, sino su misma reelaboración y evaluación o validación, realizada de manera conjunta en un entorno comunitario.
3.3 – Proyección y reputación socialLa publicación abierta favorece la visibilidad y difusión de las producciones, tanto individuales como colectivas. Este aspecto de democratización de la generación de contenidos tiene un componente motivador importante; de manera complementaria, el grado de reconocimiento social que obtenga una determinada producción puede convertirse en un indicador de su calidad. La reputación del conjunto de producciones de un estudiante, como sustrato de su entorno personal de aprendizaje, podría pasar a constituir el objeto central de evaluación de su proceso formativo.
3.4 – Validación colectiva
Relacionado con el aspecto anterior, dentro del planteamiento del osl la comunidad pasa a ser la encargada de atribuir valor a los contenidos. Para ello, es necesario que haya una masa crítica suficiente que participe en esta «evaluación colectiva» y eso solamente se puede garantizar por la característica de apertura (open): el hecho de tratarse de contenidos abiertos y expuestos a la crítica pública y masiva es lo que puede garantizar su calidad y su rigor. Las herramientas de osl deberían aportar mecanismos que permitan determinar, negociar y hacer pública la calidad de los contenidos hallados en la red y como parte de estos, los productos de los propios usuarios / estudiantes. Esta oportunidad se transforma en un reto, como se comentará más adelante.
3.5 – Evaluación transversal
La dispersión en la producción de los contenidos en los entornos de osl permite diversificar y transversalizar la evaluación de los mismos. Si nos referimos no tanto a la validación de contenidos dispersos sino a la evaluación de la producción de una persona o grupo, la propia fragmentación de los contenidos generados en distintos espacios y herramientas plantea la necesidad de desarrollar herramientas que permitan centralizar y visualizar los indicios de aprendizaje y crear cierta continuidad entre el conocimiento generado. Las herramientas y metodologías de agregación y de integración de contenidos deben evolucionar aún más para hacer esta tarea ágil y posible. He aquí otro de los retos presentes. Herramientas como los e-portfolios permiten integrar la dimensión formativa, profesional y social de estudiantes y docentes, a partir de los procesos de aprendizaje desarrollados en los entornos diversos en que estos participan. Una red de e-portfolios de la comunidad universitaria podría, de hecho, tener también un papel de portfolio de la universidad.
3.6 – Seguimiento / actualización
Tanto con un fin de evaluación como con un fin de conocimiento y aprendizaje, las herramientas de seguimiento y sindicación de contenidos (rss) permiten tener una puesta al día de los contenidos que resulten de interés. La evolución de buscadores, cada vez más precisos, rápidos y semantizados, contribuye a encontrar y organizar la creciente información de manera más focalizada y eficiente. Entre otras utilidades, esto puede facilitar el seguimiento de la actividad de los estudiantes en entornos personales de aprendizaje, distribuida entre diferentes herramientas y espacios.
3.7 – SostenibilidadLa última característica que queremos destacar tiene que ver con las posibilidades de continuidad que ofrece el osl a las personas involucradas en una red social de aprendizaje. Las bondades de esta sostenibilidad son claras en el ámbito académico, puesto que permite la creación de una comunidad en base a unos intereses comunes durante y más allá del proceso formativo inicial en el que surge. Los entornos personales de aprendizaje son sostenibles tanto desde la perspectiva técnica como desde la perspectiva de la utilidad personal, ya que su uso está ligado a los procedimientos y contenidos de interés individual de cada estudiante, más allá de los programas propuestos por las diferentes asignaturas y respectivos docentes.
4. Retos del OSL en la educación superior
Las mismas oportunidades, no resueltas, mencionadas en el apartado anterior dejan vislumbrar algunos de los retos a los que se enfrenta la educación superior para canalizar las potencialidades del osl.
Sin duda uno de los desafíos básicos tiene que ver con la accesibilidad, las barreras de acceso a internet y a sus contenidos, tanto para el consumo como para la producción. Se trata de impedimentos de carácter tecnológico y/o competencial que pueden afectar a determinados usuarios.
Esta es la primera parte de un trabajo en dos entregas. Lea la segunda parte (conclusiones y biblografía) aquí.
Fuente: Inés Gil-Jaurena y Daniel Domínguez Figaredo * – rieoei.org