Inquietantes figuras: Las esculturas de Mueck
El impacto que producen las figuras de Ron Mueck, la sensación de estar frente a seres clonados que en cualquier momento dejarán sus poses inmóviles, supera cualquier noción estética y el mote de hiperrealistas con que suelen ser encuadradas resulta, cuanto menos, limitado. Este australiano nacido en 1957, radicado hace dos décadas en Londres, hizo su debut en 1997 en la escandalosa muestra Sensation con la figura desnuda de su padre muerto, utilizando un mix de resinas, siliconas y fibra óptica con el que obtuvo un símil exacto de la piel, más el agregado de pelos y uñas. Desde entonces, es su pasaporte al deslumbramiento y al desconcierto.
La reciente muestra de Mueck en el Hamburger Bahnhof Museum de Berlín, congregó a multitudes pasmadas, girando una y otra vez en torno de las figuras, hurgando cada detalle, acercando el rostro casi hasta rozar la tersa piel de las esculturas como si quisieran atrapar en ellas el hálito del existir. La habitual exclamación -¡Parecen vivos!- cedía ante una inquietante sospecha difícil de digerir: ¡Están vivos!… Pero algo contravenía esa cuasi-certeza: la escala.
Sus criaturas, o bien escasamente alcanzan el metro de altura o, como en el caso de la Mujer Embarazada, trepan a casi tres: con el vientre que parecía a punto de estallar, los brazos recogidos sobre la cabeza, esta joven orgullosa de su cuerpo, era un Gulliver femenino rodeado de liliputienses tratando de captar el ligero vaho que parecía exhalar su boca entreabierta en el momento mismo de iniciar el trabajo de parto.
Ni enanos ni gigantes: la tensión entre realidad y escala desestructura la percepción, anula toda evidencia, cuestiona la noción de verismo, provocando una vivencia distinta, un halo de sensaciones etéreas: pulso, respiración, el peso dramático fijado en los gestos y las miradas, como ese diminuto Hombre en un bote, principal atracción de la muestra berlinesa, oteando con la cabeza ligeramente ladeada un horizonte incierto, tan incierto como el que uno podía adivinar en tantas miradas atónitas: ¿qué mira, a dónde mira? Que es como decir: ¿qué somos, a dónde vamos? El eterno interrogante de la existencia…."
El artículo publicado por Darío Alvarez puede ser visitado aquí.
Nota del editor:
Como a la generalidad de las referencias buscadas en Internet, encontramos extraordinario el puntillista detalle que ha logrado Mueck en sus hiperrealistas esculturas. Al mostrarlas a amigos antes de publicar esta nota, uno de ellos, inglés, quedó fascinado, pero también las calificó de "creepy".
Y la crítica formal también considera a la obra de Mueck definitivamente espectacular y muy entretenida, pero no coincide al calificarla de "arte".
Un ejemplo típico del escepticismo lo pone en breves palabras Tom Moody quien se afinca en la carrera cinematográfica de Mueck, recordando que fue autor, entre otros, del aspecto, movimientos y voz del fantástico personaje "Ludo" en el film Labyrinth (1986), y, en sus propias palabras, "Mueck […], dispárenme por decirlo, no es un artista. Gracias al poder económico e influencias del coleccionista y (famoso) publicista Charles Saatchi, (Mueck) pasó de fabricante de muñecos de Jim Henson a una carrera museística […]. En 1939 Clement Greenberg trató de definir que diferenciaba a artistas de dibujantes y llegó a una dicotomía que llamó "causa vs. efecto". El arte de Picasso provoca a preguntarnos como trabajaba la imagen en nosotros o hasta que es arte (causa), mientras que el neoclasicista ruso Repin pintaba obras que nos transmitían con gran detalle como debíamos reaccionar ante ellas (efecto). Para Repin, sustituya las realistas imágenes tipo Duane Hanson de Mueck, que son aun menos ambiguas que las de Hanson, porque son deliberadamente escenificadas y fantasmagóricas. El mundo artístico debería ser mas sabio a estas horas…"
Existe abundante información e imágenes sobre este escultor en Internet. Le recomendamos iniciar su búsqueda en la sección dedicada a Ron Mueck en la Wikipedia.
Un video caminando alrededor de la obra 'Boy' es ofrecido por abc.net.au aquí (requiere banda ancha y un 'media player' capaz de reproducir archivos Real Audio Media .ram).
El niño a cuclillas frente al espejo es una escultura de Ron Mueck
Fuente: Alberto Giudici – expedientes-alfa-omega.blogspot.com