Smartphones y tabletas son los juguetes favoritos de los más pequeños
De forma casi natural cada vez más bebés y niños pequeños tienen acceso de manera precoz a dispositivos móviles. Expertos no aconsejan el uso temprano de las tecnologías. ¿Qué consecuencias puede traer esto para su desarrollo?
• Cada 30 minutos ante la pantalla de un smartphone o tablet suponen el riesgo de un 49% de retraso en el habla
• La falta de contacto físico con otras personas dificulta los procesos de interacción y disminuye el desarrollo saludable de los sentidos
• Especialistas sugieren que el uso muy temprano de dispositivos tecnológicos por menores de edad puede llevar a déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol (rabietas), incluso obesidad.
En un mundo signado por las tecnologías de la información y comunicación (TIC) los dispositivos móviles como smartphone y tabletas se han convertido en el canal ideal para mantener a las personas siempre conectadas. Pero, además de ello se han transformado en una vía rápida para lograr que los más pequeños estén tranquilos y entretenidos durante el día.
El acceso de los bebés y niños chiquitos a estas tecnologías parece no tener frenos, debido a que cada vez más se acorta la edad en la que se produce ese primer contacto o acercamiento. Y es que los dispositivos móviles se han convertido en las nuevas niñeras de la era digital.
Por tal motivo, en el marco de la celebración del Día del Niño, es importante que los padres conozcan los riesgos y consecuencias que puede traer consigo el uso, si se quiere precoz de la tecnología, a fin de garantizar un desarrollo saludable y pleno de sus hijos.
Un estudio llevado a cabo por investigadores del Hospital for Sick Children en Canadá, ha demostrado que el uso prolongado de los dispositivos móviles por parte de bebés y niños pequeños, los hace más propensos a sufrir retrasos en la expresión oral. Según el cálculo de los científicos, cada 30 minutos ante la pantalla de un smartphone o tablet suponen el riesgo de un 49% de retraso en el habla. No obstante, no se detectaron efectos negativos en otras habilidades comunicativas, como el lenguaje corporal, la gesticulación o la interacción social.
Además de ello, las asociaciones de pediatría también se han pronunciado sobre las consecuencias que puede traer consigo el convertir los teléfonos inteligentes y dispositivo tecnológicos, en el juguete favorito de los niños. Tal es el caso de la Asociación Japonesa de Pediatría, que lleva adelante una campaña para evitar el uso prolongado de los dispositivos móviles en los más chicos, por suponer un riesgo para su desarrollo.
En concreto, los pediatras japoneses consideran que un alto número de horas de uso de estos dispositivos genera niños más pasivos, mientras que la falta de contacto físico con otras personas dificulta los procesos de interacción y disminuye el desarrollo saludable de los sentidos de los pequeños. Asimismo, hacen énfasis en el incremento de casos en que los padres sustituyen los juegos y el contacto directo con sus hijos, por un teléfono o tableta dotada con aplicaciones que los mantiene ocupados durante horas.
Recientemente, la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad Canadiense de Pediatría, recomendaron que los bebés de 0 a 2 años no deben tener contacto alguno con la tecnología; los de 3 a 5 años debe ser restringido a una hora/día; de 6 a 18 años la restricción debería ser a 2 horas/día. Revelando a partir de estudios, 10 razones para los niños menores de 12 años no usen aparatos móviles sin control, entre las que destacan:
– Desarrollo cerebral de los niños: Un desarrollo cerebral causado por la exposición excesiva a las tecnologías, puede acelerar el crecimiento del cerebro de los bebés entre 0 y 2 años de edad, y asociarse con la función ejecutiva y déficit de atención, retrasos cognitivos, problemas de aprendizaje, aumento de la impulsividad y de la falta de autocontrol (rabietas).
– Enfermedad mental: Algunos estudios comprueban que el uso excesivo de las nuevas tecnologías está aumentando las tasas de depresión y ansiedad infantil, trastornos de vinculación, déficit de atención, trastorno bipolar, psicosis y otros problemas de conducta infantil.
– Adicción infantil: Los estudios demuestran que 1 de cada 11 niños de 8 a 18 años son adictos a las nuevas tecnologías. Cada vez que los niños usan dispositivos móviles, se separan de su entorno, de amigos y familiares.
– Demasiada radiación: La OMS, Organización Mundial de la Salud clasifica los teléfonos celulares como un riesgo debido a la emisión de radiación. Los niños son más sensibles a estos agentes y existe el riesgo de contraer enfermedades como el cáncer.
– Obesidad infantil: El sedentarismo que implica el uso de las tecnologías es un problema que está aumentando entre los niños. Obesidad lleva a problemas de salud como la diabetes, vasculares y cardíacos.
Por todas estas razones, lo más recomendable es controlar el uso y exposición de los niños durante sus primeros años de vida a los dispositivos móviles, y evitar que estos se conviertan en el mejor o único compañero de juegos. Es crucial y necesario que como padres ofrezcamos tiempo de calidad a los más pequeños, ya sea a través de actividades al aire libre, leyéndole un cuento o escuchando sus historias.
Imagen de cabecera: pixabay.com.
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Fuente: locatel.com.ve