Disfunción eréctil: Causas, síntomas y soluciones
La Disfunción Eréctil (DE) conocida comúnmente como impotencia Sexual, es un trastorno médico que se caracteriza por la incapacidad de lograr y mantener una erección suficiente para completar una relación sexual con la pareja. Es muy frecuente en el ámbito mundial. En Venezuela, uno de cada dos hombres mayores de 40 años la padece y aún cuando en la mayoría de estos casos sólo puede ser considerada de intensidad leve, esto convierte a la DE en un problema de salud pública.
Aún actualmente existen numerosos mitos y tabúes que dan lugar a una importante desinformación sobre los tratamientos para la DE. Si tomamos en cuenta los significativos adelantos tecnológicos en materia de DE y que la mayoría de las veces los tratamientos para hacerle frente son no invasivos, es paradójico que sólo 1 de cada 10 hombres con esta dolencia asista al médico para buscar soluciones.
Cuando deciden ir al médico la mayoría de los hombres que padecen de DE suelen hacerlo con su pareja y le dejan a ésta última la iniciativa del planteamiento de la dolencia, lo que además hacen al final si se les pregunta sobre el tema. Por otra parte, tradicionalmente se espera hasta el último momento para ir a consultar al especialista, porque es una enfermedad que sólo afecta la calidad de vida.
Qué produce la DE
Existen múltiples causas que dan origen a esta afección, las estadísticas indican que en numerosos casos se trata de una combinación de componentes orgánicos (directamente relacionados con el funcionamiento del organismo) y psicogénicos (de origen mental), aunque predominan los primeros.
Entre los factores de riesgo relacionados con la DE se cuentan:
– Socio económicos y culturales como bajos niveles de educación, nivel socio-económico y desempleo. Hábitos de Vida tales como consumo de alcohol y tabaquismo.
– Enfermedades comunes en hombres que se convierten en crónicas y se acentúan con la edad como Hipertensión Arterial, Diabetes, Obesidad, Enfermedades cardíacas y vasculares, Anormalidades de las grasas en sangre (Colesterol y Triglicéridos), Crecimiento Prostático Benigno (Hiperplasia Prostática Benigna) y maligno (Cáncer), Enfermedades del Hígado (Cirrosis), Trastornos Psicológicos (Estrés y Depresión), Placas Fibróticas (Peyronie) y Cáncer del Pene.
– Medicamentos y Traumatismos Efectos secundarios de ciertos medicamentos, traumatismos de columna y genital y Cirugía intestinal, urinaria y de genitales.
¿Cómo se diagnostica y se trata la DE?
El médico es el profesional más idóneo para evaluar esta enfermedad. La consulta oportuna y temprana y el hablar de su función sexual le permitirán al Urólogo realizar un diagnóstico preciso y recomendar las diferentes alternativas en el manejo multidisciplinario de esta afección con otros especialistas.
La DE siempre tiene solución
En la actualidad existen varias modalidades de tratamiento, muchas de ellas eficaces y sencillas, y su selección dependerá de la existencia de factores susceptibles de eliminación y modificación o de lo avanzado de la enfermedad. El mejor tratamiento es la prevención, por lo tanto es necesario procurar hábitos de vida sana, una alimentación balanceada, ejercicios dirigidos y descansos con sueños reparadores.
Las formas de tratamiento de la DE incluyen:
• Uso de medicamentos orales.
• Medicación a través de inyección intrapenena, aplicación tópica e intrauretral.
• Uso de dispositivos de vacío.
• Prótesis peneana.
• Cirugía de Revascularización peneana.
• Terapia y Consejería Sexual.
Cada Terapia tiene su indicación, ventajas y desventajas. El médico puede orientar al paciente suministrándole una adecuada información sobre la eficacia, seguridad y beneficio al menor costo, de la terapia para su tipo de DE. Evitar la automedicación y participar en la elección del tipo de tratamiento con la asesoría médica oportuna y especializada, le permitirá una mejor Calidad de Vida Sexual por más tiempo.
Tratornos de la erección:
Un procedimiento frecuente
Cuando se habla de Impotencia, Disfunción Eréctil o Trastornos de la Erección es importante hacer dos salvedades, por una parte que no se trata de un problema exclusivo de hombres maduros y, por otra, que sólo en casos excepcionales (poco frecuentes) existe ausencia total de erección.
Los trastornos de la erección se pueden presentar a cualquier edad, lo común es que cualquier varón que sufra tales dificultades sea capaz de alcanzar erecciones parciales con firmeza o duración insuficientes para realizar completamente el acto sexual. En oportunidades el hombre puede tener erecciones en ciertas circunstancias y en otras no. Factores externos pueden determinar que se produzca o no el proceso.
Entre tales variables se cuentan que se trate o no de su pareja habitual y el lugar o momento del día en que se produzca el encuentro sexual. Los episodios de ausencia de erección, erección parcial o dificultades para mantener la erección durante el tiempo necesario, son tan comunes que pueden haber afectado, por lo menos alguna vez, a la inmensa mayoría de los hombres.
Por eso se ha establecido que se puede tratar la dificultad como una dolencia real cuando un hombre tiene limitaciones para mantener relaciones sexuales (producto de una erección insuficiente) la cuarta parte de las veces que lo intenta.
Angustia de desempeño
El problema surge cuando un hombre que se enfrenta a la incapacidad eventual de tener y/o mantener una reacción se preocupa demasiado por esa dificultad. Tal temor al fracaso sexual puede ser el factor desencadenante de nuevos "fallos". "Funcionar adecuadamente" durante el coito se convierte en una expectativa para ambos miembros de la pareja y fácilmente desencadena en nuevos "fracasos".
Numerosos factores pueden incidir en trastornos pasajeros de erección, como estrés, alimentación fuera de lo normal, duelos emocionales, adaptación a nuevas parejas, problemas en la relación de pareja o dificultades económicas.
Impotencia total
La imposibilidad total de tener erección es un problema menos frecuente pero igualmente susceptible a un tratamiento exitoso. Normalmente es producto de causas orgánicas, es decir de lesiones del organismo que no permiten que se produzca la erección, como secuelas de enfermedades o traumatismos.
Las alternativas
Las terapias para afrontar la disfunción eréctil están sujetas a la evaluación del origen de la dificultad. En no pocos casos una combinación de asesoría psicológico y asistencia física resultan en la superación del trastorno. Lo importante es buscar ayuda cuando la incidencia de la disfunción se incrementa, sin temores o reservas. Saber que muchos de sus conocidos, amigos o familiares también tienen o han tenido disfunción eréctil, porque se trata se una dolencia bastante común, aunque no se confiese, probablemente le dará ánimos para acercarse al especialista y juntos determinar cual es la mejor forma de superar su trastorno. Finalmente evite la automedicación que en caso puede ser especialmente grave.
Próstata y erección
Tradicionalmente cuando se manifiesta alguna dolencia prostática enseguida se piensa que el afectado tendrá dificultades en su desempeño sexual. Esto es motivo de que se postergue la visita al especialista pensando que con el tiempo la dificultad prostática mejorará. Lejos de ello el no atender las manifestaciones de la próstata a tiempo puede traer consigo que se agrave la situación.
Los síntomas de las diferentes dolencias prostáticas se relacionan normalmente con el flujo urinario. Cuando se producen cambios en los esquemas tradicionales de la micción (orinar) es probable que la próstata esté avisando que tiene problemas para funcionar adecuadamente. Estos trastornos en los hábitos de micción pueden ser aumento de frecuencia, dificultad para orinar, chorro débil o intermitente, sangre en la orina o imposibilidad total de orinar.
Próstata y fertilidad
La próstata puede estar ligada a la fertilidad pero no a la erección, pues la glándula (próstata) sólo participa en la producción del líquido lechoso donde se transportan los espermatozoides (que son producidos por los testículos).
Se sabe que aunque los trastornos de la función sexual no son exclusivos de los hombres maduros tienden a incrementarse con la edad, de allí que se asocien los procedimientos prostáticos con dificultades de erección. Entre las enfermedades de la próstata asociadas con el paso de los años están los tumores benignos y malignos. Los primeros se conocen como Hiperplasia Prostática Benigna y los últimos como Cáncer de Próstata. Dado que su aparición sucede después de los 40-50 años de edad y su incidencia aumenta con el transcurrir de los años de edad y su incidencia aumenta con el transcurrir de los años, durante un período en el cual la potencia sexual también se puede ver afectada, se suelen asociar ambos eventos.
Mecanismo de la erección
La erección se produce cuando existen estímulos sensoriales o psíquicos que son recibidos por la corteza cerebral y retransmitidos a su vez por ésta a un centro erector situado en la médula espinal. Como consecuencia, los vasos sanguíneos que se encuentran en el pene se llenan y se incrementa el volumen y consistencia del órgano, obteniéndose rigidez suficiente para el coito.
Soluciones para cada caso de disfunción eréctil
Estos son los tratamientos y las alternativas quirúrgicas para corregir y resolver la Disfunción Eréctil en los distintos grados de la enfermedad, y hacer posible que el hombre pueda llevar una vida sexual normal.
Píldoras
Las píldoras restauran la función eréctil alterada, actúan solamente después de la estimulación sexual y deben tomarse antes del coito. Deben ser indicadas por el médico, porque su uso indiscriminado puede acarrear graves consecuencias.
Implante quirúrgico
Se trata de prótesis que se colocan ocultas dentro del cuerpo y es necesario manipularlas antes del coito para producir la erección. Están indicadas en pacientes con DE orgánica. Existen semirígidas y maleables e inflables de una, dos y tres piezas. Las prótesis semirígidas y maleables producen erección constante a toda hora, las inflables tienen una apariencia más natural.
Cirugía vascular
Se indica generalmente para mejorar el flujo de sangre hacia el pene. Se emplea cuando existe daño vascular. No requiere implante o prótesis y en caso de que exista obstrucción de una arteria se puede recomendar un bypass (puente vascular).
Erección por vacío
Consiste en dispositivos de aspiración interna que atraen la sangre hacia el pene y la mantienen dentro, mediante una goma que constriñe la base del órgano.
Inyecciones
La inyección de ciertas sustancias directamente en el pene antes del coito también puede inducir la erección. El médico enseña como se debe inyectar.
Artículo original de la sección Magazine Prostático en el portal de la Sociedad Venezolana de Urología. Reproducido con autorización del Dr. Nelson A. Medero P.
Más información en este portal sobre la disfunción erectil, aquí.
Fuente: soveuro.org.ve