Nuevas tecnologías para esterilización en centros de salud
La esterilización de productos sanitarios representa una actividad imprescindible y de máxima relevancia en los centros hospitalarios, pues de ella depende de forma directa toda el área quirúrgica y muchos servicios que, en mayor o menor medida, requieren materiales estériles.
Con el propósito de disertar sobre el rol de las áreas de esterilización en los centros de salud tanto públicos como privados, estuvo de visita en Venezuela un representante de la empresa española Matachana, quien aprovechó la oportunidad para presentar las últimas tecnologías de esterilización a baja temperatura que permiten la asepsia total de los instrumentales y materiales utilizados principalmente en unidades médicas.
"Si bien las instituciones sanitarias tienen por función mejorar la calidad de la salud de quienes acuden a ella, la permanencia en un centro sanitario puede significar un riesgo de infección nosocomial, si no se cumplen las normas y los protocolos de asepsia y antisepsia", alertó Alejandro Ruggero, representante de Matachana.
Usualmente en el área asistencial se cumplen las funciones de limpieza, desinfección y esterilización para prevenir y luchar contra las infecciones. Sobre el proceso de esterilización, Ruggero explicó que se trata de la destrucción o eliminación de cualquier tipo de vida microbiana de los objetos inanimados, incluyendo las formas esporuladas de hongos y bacterias. "Es el nivel más alto de seguridad sanitaria y, por tanto, de eficacia biocida".
Comentó que el agente esterilizante ideal es aquel que consiga una acción bactericida, esporicida, tuberculicida, fungicida y viricida; que actúe en el menor tiempo posible y que posea alto poder de penetración, tanto en el interior de los paquetes como en los dispositivos médicos. Y lo más importante, "que no presente riesgos para el trabajador, el paciente o el medio ambiente", dijo.
Uso del formaldehído
Aunque existen diversos sistemas de esterilización, Ruggero recomienda el uso del formaldehído al 2%, siendo este un agente microbicida, viricida y esporicida de amplio espectro de actividad. En los equipos de Matachana los ciclos de 50 y 60 grados centígrados van de 3,5 y 5 horas. "La ventaja es que los materiales pueden ser utilizados inmediatamente finalizado el ciclo, sin necesidad de aireación suplementaria, pues el formaldehído es un producto natural biodegradable, no penetra en los materiales, teniendo mayor compatibilidad".
Otra de las bondades para el personal médico que manipula los equipos de esterilización es que por realizarse el proceso siempre al vacío, al finalizar la fase de esterilización los 25 pulsos de lavado con vapor eliminan completamente el formaldehído. De hecho, la concentración en el aire considerada no crítica es de hasta 0,5 ppm, y el esterilizador 130 LF emite apenas un máximo de 0,06 ppm. A diferencia del óxido de etileno, el olor del formaldehído se percibe aún por debajo de los límites permitidos, lo que hace fácilmente detectable cualquier fuga. Asimismo, el lugar de trabajo permanece seguro pues la bolsa donde se encuentra la solución esterilizante es irrompible y está en un porcentaje de concentración mínimo (2%).
Por el contrario, el uso del óxido de etileno, además de ser caro, es tóxico, los materiales requieren aireación de 12 horas antes de su uso, implica ciclos largos, no se puede aplicar en textiles y requiere el uso de gas clorofluorcarbono (CFC) como diluyente, el cual afecta la capa de ozono en la atmósfera.
Fuente: grupotecnomatrix.com