Hacia la atención de salud por vía digital
El mundo marcha hacia la atención de salud por vía digital.
Rafael Rangel Aldao escribe sobre un tópico que le apasiona, la medicina digital. La plantea es forma sencilla y directa, tal como debería se abordado el tema por las autoridades de cualquier país.
Nadie se podrá escapar de estos avances: las nuevas tecnologías al servicio de una mejor medicina clínica. Herramientas para no seguir en el atraso.
Cada país debe resolver no solo la conectividad y compatibilidad tecnológica, sino también el lenguaje, la privacidad y el resto del marco legal y ético de ese novísimo entorno digital a escala global. De allí la importancia de una normativa legal para una tecnología que recién emerge como solución al acceso universal a la salud.
Hacia la atención de salud por vía digital, así marcha el mundo (Bitácora Médica – 27/10/2014 – Rafael Rangel Aldao)
El mundo marcha hacia la atención de salud por vía digital. En forma por demás desigual, cada país y región diseñan por su cuenta y ensayan diversos sistemas digitales para que cada individuo tenga acceso universal a un registro electrónico personalizado que lo ayude a orientar y controlar su propia salud y bienestar. El médico pasa a ser un asesor personal.
Si bien tal desiderátum aún no lo alcanza país alguno, Inglaterra ya despliega un 100% de historias médicas electrónicas (HME), y en menor grado lo hacen otros países europeos como Francia, Alemania, España e Italia. En EE.UU., hay toda una iniciativa financiada con 19 millardos de dólares para crear a escala nacional una plataforma digital de atención de salud. Telesalud, Telemedicina, y Teleeducación son ya términos legales en Colombia (Ley 1.419, 2.010), y Argentina no se queda atrás con hospitales privados equipados con HCE.
Los obstáculos, sin embargo, no son despreciables. La mayor dificultad para todo el mundo parece residir en eso que se llama interoperabilidad. Si bien es cierto que ya existen estándares internacionales de mensajería, intercambio de datos, imágenes, y aplicaciones, la cosa dista mucho de estar resuelta.
Cada país debe resolver no solo la conectividad y compatibilidad tecnológica, sino también el lenguaje, la privacidad y el resto del marco legal y ético de ese novísimo entorno digital a escala global. De allí la importancia de una normativa legal para una tecnología que recién emerge como solución al acceso universal a la salud.
Colombia es un buen ejemplo. En apenas 12 artículos, evita la burocratización, impulsa un mapa de conectividad, asocia la salud a la gestión del conocimiento y crea un fondo interministerial que incluye al propio Sistema General de Seguridad Social del país.
@rrangelaldao
Imagen tomada de michoacantrespuntocero.com.
Fuente: Rafael Rangel Aldao – bitacoramedica.com / felixjtapia.org