Cualidades de un buen médico
Escoger la profesión médica es una aventura que implica poseer una vocación de estudios y servicio muy especial. Según la mayoría de las escuelas de medicina, casi un apostolado.
Resumir en pocas palabras las cualidades de un buen médico resulta no solo difícil, sino, probablemente, injusto para quien no es parte de esa profesión. Aún así, como paciente, nos atrevemos a colocar las siguientes características para este ejercicio: Integridad, humanismo, urbanidad, habilidad y conocimiento profundo y constante de la ciencia médica, respeto, generosidad, compasión…
¿Pero como ve esta comprometida calificación un profesional de la medicina?
Para responder hemos escogido el texto que ofrece el Dr. Jesús Reyes Zamorano en su portal, mismo que copiamos a continuación para inspiración y motivación de actuales y futuros cuidadores de nuestra salud…
¿Sabe que cualidades debe tener un médico?
En la actualidad una gran mayoría de enfermos se encuentran con una gran barrera cuando se trata de elegir libremente a su médico debido a la necesidad de la socialización de la medicina y de las aseguradoras que han puesto al paciente en la situación de aceptar el médico que le ofrecen y no al que él conoce. Esto perturba la relación normal entre médico y paciente.
El enfermo es persona, y la enfermedad es un estado que viene a afectar su ser personal. El médico también es persona, y se aboca a una relación personal con su paciente en el que debe reconocer derechos que jamás deben prescribir, tales como: El derecho a la vida y a la integridad física, a ser protegido de lo que pueda amenazar su salud, y a los cuidados para conservarla. La salud del enfermo es para el médico un bien a conseguir, y en ese empeño su actividad se personaliza en la explícita referencia de la persona de su paciente.
Para poder establecer una buena relación médico-paciente, el médico debe de tener determinadas cualidades:
• Ante todo debe ser un auténtico amigo de la humanidad, con una gran capacidad para la compasión y una disposición pronta para servir. Los egoístas, los calculadores, no tienen lugar dentro de la profesión médica.
• Debe ser un hombre o mujer de ciencia constantemente renovada. " No se concibe a un hombre que se consagre a la medicina para engañar con ella, para simular servicios que no valen. Se es médico para salvar enfermos, para ayudarlos cuando menos. Y no es la ignorancia al que ayuda, es el saber. Esa es la obligación si ha de ser un médico honrado y no mercader".
• Junto a la ciencia, necesita poseer una adecuada habilidad profesional, es decir la capacidad para aplicar los conocimientos que posee a los casos particulares que se le presenten.
• Cuidadoso de la dignidad profesional, que implica, en primer lugar un verdadero respeto de sí mismo. Debe evitar toda vida de escándalo o licencia, alejando así toda sospecha que pudiera recaer sobre su persona.
• Debe de poseer un buen espíritu de observación. Observar es fijar la atención sobre una cosa con el propósito de percibirla tal y como se presenta.
• Saber percibir los fenómenos anormales que se presentan, relacionarlos con el elemento anatómico y fisiológico y así determinar un diagnóstico correcto.
• Por las características propias de la profesión, en la que existen llamadas urgentes, situaciones imprevistas, irregularidad en las comidas y descanso, el médico debe estar en posesión de un organismo sano.
Así y según Arnau de Vilanova, médico español del siglo XIII, en una de sus obras que publicó ("De la Práctica Médica y de la Prudencia de los médicos"). Afirma de la forma de actuar de un médico honesto y prudente:
El médico debe ser estudioso, para saber.
Debe ser cauto y ordenad en el prescribir
Prudente en sus respuestas y pronósticos
Fiel en sus promesas, pero no asegure la salud porque ello
Sería usurpar el poder de Dios y ofenderlo
Constante y diligente
Discreto en las visitas
Parco en el hablar
Moderado en sus afectos y benévolo con los pacientes.
Fuente: Dr. Jesús Reyes Zamorano – doctorjesusreyes.com