Beber para olvidar, riesgo de desórdenes reales de memoria
Beber para olvidar se convierte en un verdadero riesgo de pérdida de memoria, según afirman científicos franceses.
De acuerdo con estudios realizados en una unidad perteneciente al Instituto de la Salud y la Investigación Médica, los pacientes alcohólicos que padecen el síndrome de Korsakoff, no son los únicos que sufren de olvidos importantes.
El examen demostró que otros afectados por el alto consumo etílico presentan también graves desórdenes de los distintos componentes de la memoria.
A la luz de estos resultados, parece esencial reexaminar la teoría de la continuidad de los efectos del alcohol sobre la cognición, propuesta a principios de los años 70 y luego abandonada, señaló Anne-Lise Pitel, psicóloga al frente del experimento.
La especialista dijo que los trabajos sugieren que hoy existe una progresión bien regular de los ataques amnésicos de los pacientes.
Pero independiente de las modalidades de consumo, ya sea cantidad, duración, edad de inicio, el grado de afectación está vinculado probablemente a una susceptibilidad individual, quizá genéticamente determinada, a los efectos del alcohol sobre el cerebro, añadió.
A partir de la investigación y ante la existencia de dos millones de franceses dependientes del alcohol, los científicos consideran indispensable una evaluación neuropsicológica sistemática de los pacientes, reseña la autora.
Agrega que la detección de estos desórdenes permitiría evitar la evolución hacia la amnesia además de la existencia de tratamientos preventivos contra el síndrome.
Estos trabajos, se publicarán en la edición de julio de Alcoholism: Clinical and Experimental Research.
Fuente: rian.ru