Esperanza antisida
La esperanza de encontrar por fin una cura contra el sida está centrada en Europa. En las próximas semanas se probará en 88 pacientes una vacuna, desarrollada en los Estados Unidos y perfeccionada en el Instituto Superior de Sanidad de Italia, en la que la comunidad científica tiene cifradas todas sus expectativas.
Dicha vacuna incluye la proteína TAT (Trans-Activating Transduction). Este componente se reproduce después de la entrada del virus VIH en el organismo provocando una respuesta inmunológica que parece ser rápida y eficaz. La prueba, que se aplicará en 32 casos con fines preventivos y en 56 como terapia, será realizada en dos centros médicos de Milán y Roma.
De esta manera, la esperanza de 40 millones de personas infectadas de VIH en todo el mundo se ve reforzada.
Sin embargo, en el Perú seguimos luchando no sólo contra una enfermedad mortal sino también contra el fantasma de la discriminación y la poca respuesta del gobierno para evitar que se propague el virus.
DURA REALIDAD
Fernando es seropositivo desde hace cuatro años, recibe tratamiento mediante antirretrovirales a través de EsSalud y ha logrado reconstruir su vida. Terminó su carrera profesional y trabaja en una entidad privada. Su principal esfuerzo lo entrega a un colectivo de lucha contra el sida.
Sin embargo, ha sentido durante todos estos años la discriminación de una sociedad que aún no comprende la magnitud del problema.
En el Perú, sólo el dos por ciento de los infectados por VIH recibe el tratamiento integral con antirretrovirales según "Colectivo por la Vida". Asimismo, se calcula que 76 mil personas viven con el virus en el Perú (de las cuales un 80 por ciento no conoce su diagnóstico) y que la proporción entre hombres y mujeres infectados es de 3 por 1.
AUMENTANDO LA PERSPECTIVA
"Los antirretrovirales disminuyen la carga de virus del organismo y ayudan a que las defensas se reconstituyan", refiere Pablo Anamaría, educador y activista en la lucha contra el sida. Añade que este tratamiento, que hace al portador del virus recuperar su calidad de vida y soportar de mejor manera otras enfermedades, tiene que ser asimilado por el paciente de manera permanente. De esta forma, la perspectiva de vida para la persona que ha desarrollado sida aumenta en 15 ó 20 años.
Pero en el Perú los pasos no apuntan hacia ese propósito. A pesar de que el costo para el tratamiento se ha reducido hasta 500 dólares anuales, un porcentaje mayoritario de personas infectadas no tienen acceso a él.
La fría realidad indica que, de no recibir el tratamiento adecuado, siete mil personas infectadas de VIH en el Perú entrarían en estado crítico. Por tal motivo, han sido presentados ante el Congreso varios proyectos que promueven la modificación del artículo siete de la Ley 26626, y que exigen el suministro gratuito de medicamentos para el tratamiento de la infección por VIH y sida, además de enfermedades oportunistas.
El Ministerio de Salud reconoce 14,158 casos de sida hasta agosto de 2003. Se trata únicamente de los casos reportados ante los centros de salud.
El especialista Richard Stern, que ha trabajado el tema en el Caribe y varios países de Sudamérica, señala que la aplicación del tratamiento por antirretrovirales representa un beneficio para la política de salud del Estado, pues con pacientes en mejores condiciones bajan los costos en gastos hospitalarios, medicamentos para infecciones e, incluso, podría evitarse el incremento de huérfanos por muerte de padres.
Las cifras de Stern muestran que, en Costa Rica, se ha logrado cubrir en cien por cien al acceso al tratamiento y hay importantes avances en Panamá, Guatemala, Honduras y otros países centroamericanos.
La situación en el Perú aún es grave y es tarea de todos encontrar una solución, independientemente del éxito en las pruebas de la vacuna.
Fuente: LA REPUBLICA.COM.PE