Especialidades médicas
La Hormona Antimüleriana en el XXVIII Congreso Nacional de Obstetricia 2012
El Dr. Santiago Palacios es un reconocido especialista español, de Endocrinología y Obstetricia, Presidente del Instituto Palacios, Salud y Medicina de la mujer; ubicado en Madrid. En ésta primera entrega, presento en resumen su extraordinaria ponencia acerca de la Hormona Antimüleriana (HAM).
Por: Julio César Alcubilla
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La endocrinología ginecológica de ésta década, debe contemplar la revisión de ochos factores determinantes: la significación clínica de algunas hormonas, como la Hormona Antimüleriana, Los Factores extra e intra ováricos de Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP). El Síndrome Premenstrual, La Nueva Contraconcepción, Los IRSN-Estrógenos, SERMS-SPMS,-SARM, El papel de la Testorona en la mujer y La Intracrinología.
En ésta primera entrega, profundizaremos acerca de La Hormona Antimüleriana (HAM), esta es una glicoproteína homodimérica, la cual entre sus funciones principales destaca el ser una proteína transportadora de fármacos y actúa como una bomba, permitiendo la entrada de otras moléculas en el interior de las células. Al ser una glicoproteína de membrana homodimérica, se expresa primerameramente en las células endoteliales; asociada a los receptores y al factor de crecimiento transformante I y II de la familia TGF Beta. Su expresión se halla en el gen localizado en el brazo corto del cromosoma 19 y su acción se ejerce a través de dos receptores: el Receptor tipo 1 (HAMRI) y el Receptor tipo 2 (HAMRII).
La HAM, está presente en las gónadas y conductos mülerianos los cuáles pudiesen ser precursores de trastornos congénitos en mujeres, los conductos de Müller embrionarios no se desarrollan y como consecuencia de ello, el útero no está presente en el nacimiento. Las anomalías mülerianas, aparecen en la séptima semana del embarazo y desde entonces hasta la semana veinte, ocurre el desarrollo normal; su prevalencia identifica a 1 de cada 200 mujeres, en etapa fértil en el mundo. Estas comprenden un grupo heterogéneo de alteraciones, entre las cuáles encontramos, defectos de formación, defecto de fusión vertical de los conductos de Müller y defectos de fusión lateral.
Los conductos mülerianos primero se alargan acercándose verticalmente para formar las trompas de Falopio con sus mitades superiores y después las mitades inferiores, se fusionan latero medialmente para formar el útero, el cérvix y el tercio superior. A partir de aquí, el tercio superior de la vagina dependiente de los ductos de Müller, se fusiona a nivel del tubérculo mülleriano, con los dos tercios inferiores dependientes del seno urogenital. Durante ese desarrollo, se complementa la formación de los genitales internos. Por causas pocos establecidas, las cuáles apuntan a mutaciones de los genes activadores de la hormona Antimüleriana (HAM), o de sus receptores y debido a factores ambientales, se presentan tales agenesias, digénesis, o trastorno de fusión vertical, lateral y esquelético.
La HAM, por otro lado es la responsable de la diferenciación en el sexo masculino, su ausencia o alteración de los receptores, determina el desarrollo de las conductas mülerianas en el varón. Los niveles de la HAM en la mujer, son producidos en las células de la granulosa de los folículos. Empieza a detectarse en la pubertad y permanece estable hasta la menopausia. Es el primer indicador del declinar de la reserva folicular, sus niveles reflejan por igual la reserva ovárica, además de tener una importancia en predecir el éxito de los ciclos de fertilización. La HAM es el marcador más sensible que orienta a los especialistas en la disminución de folículos primordiales, sirve para el diagnóstico y seguimiento de los tumores de la célula de la granulosa.
Estas células son de tipo epitelial, sin estrona entre ellas, sin embargo secretan estrógenos. Los tumores de la célula de la granulosa son tumores de las cadenas sexuales, aunque pueden aparecer a cualquier edad, su edad promedio de aparición es entre los 50 a 55 años. Por otro lado la hormona Antimüleriana es un marcador secundario del SOP o Síndrome de Ovario Poliquístico, el cual es un trastorno que causa uno de los desbalances hormonales más frecuentes en mujeres con edad reproductiva. Entre sus síntomas más comunes destacan: ausencia de periodos menstruales, infertilidad, aumento excesivo de vello corporal en zonas más comúnmente asociadas al hombre, caída del cabello, acné, piel grasa o seborrea, obesidad, dolor, cefalea o dolor de cabeza. La HAM al mismo tiempo puede ser predictiva del trastorno de disfunción gonadal, el cual refiere a una alteración de la actividad sexual, que se expresa con pérdida de deseo sexual. En las mujeres suele aparecer con dolor al coito, cambio en la sensibilidad y capacidad disminuida de alcanzar el orgasmo.
El SOP lo tocaremos en una próxima entrega ya que lo padecen entre un 5 a un 10% de la población de mujeres en el mundo. Entre sus alteraciones metabólicas, es causante de que un 30% a un 50% las mujeres desarrollen intolerancia a la glucosa o diabetes, síndrome metabólico 3 veces más que la población normal, e infarto al miocardio el doble en proporción a la población normal.
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Fuente: Julio César Alcubilla – tecnologiahechapalabra.com