Glaucoma
El galucoma es una neuropatia óptica progresiva producida por un aumento de la presión intraocular, por falta de drenaje del humor acuoso.
Las lesiones en el nervio óptico, el nervio que lleva la información visual desde el ojo al cerebro, ocasionan problemas en la visión y si no se corrige a tiempo, ceguera. Constituye la principal causa de pérdida de visión en el mundo.
Un estudio norteamericano publicado en "Archives of Ophthalmology" señala que la presión intraocular, el adelgazamiento de la córnea y la pérdida del campo visual son marcadores de que la enfermedad ocular puede progresar. Los investigadores, dirigidos por Carlos Gustavo V. de Moraes, recopilaron datos de 587 pacientes incluidos en el Estudio de Progresión del Gaucoma de Nueva York y que habían pasado al menos por ocho visitas por pérdida de campo visual. El estudio incluía fotografias de disco; análisis de campo visual; y medidas de picos de presión intraocular, el mayor nivel de presión en el fluido interno del ojo.
Quizás lo más significativo de los descubrimientos implicaba a la presión intraocular ya que demostraron que por cada aumento en milimetros de mercurio, existía un aumento en el riego de progresión para los pacientes tratados por glaucoma.
La presión intraocular es fácil de controlar en las clínicas y sus valores pueden ayudar al médico a decidir la agresividad del tratamiento para ralentizar la progresión del glalucoma. La medida de la presión intraocular se denomina tonometría y el rango de presión ocular normal es de 10-21 mm Hg.
El glaucoma de ángulo cerrado es un cuadro agudo que ocurre cuando se bloquea súbitamente la salida del humor acuoso. Esto provoca una elevación rápida, severa y dolorosa en la presión del ojo. Constituye una auténtica urgencia médica. El glaucoma de ángulo abierto es el más frecuente, su causa se desconoce y el aumento de la presión intraocular tiene lugar de forma lenta lo que ocasiona una pérdida de la visión paulatina.
El objetivo del tratamiento es reducir la presión ocular, lo que se logra con medicamentos o de forma quirúrgica.
El de ángulo abierto obedece al tratamiento médico, ya sea a base de colirios o tratamiento oral o ya sea con láser para ayudar al drenaje del humor acuoso.
El glaucoma de ángulo cerrado requiere tratamiento médico, generalmente a base de tratamiento endovenoso y, en ocasiones se precisa tratamiento quirúrgico, una iridotomia, que alivia el aumento agudo de la presión.
En cuanto al pronóstico podemos decir que el de ángulo abierto obedece bien al tratamiento médico y la mayoría de los pacientes dificilmente pierden su visión pero requiere un control minucioso por parte del médico.
El tratamiento y el diagnóstico rápido son claves para el tratamiento del galucoma de ángulo cerrado. Como ya dijimos anteriormente se trata de una auténtica emergencia médica.
Finalmente podemos distinguir tambien el glaucoma congénito y el galucoma adquirido. El congénito esta presente al nacer y tiene su origen en el deasarrollo anómalo de los conductos colectores de liquido en el ojo. El adquirido o secundario puede ser yatrógeno (debido a un tratamiento médico), deberse a una patología local como la uveitis o enfermedades generales.
Encuentre más del mismo autor en joseacuenca.espacioblog.com.
NdE
Explicación sobre el glaucoma en www.ferato.com (GNU Free Documentation License 1.2):
El Glaucoma es una de las enfermedad ocular capaz de causar ceguera en forma silenciosa. Es habitualmente hereditaria aunque puede no afectar algunas generaciones.
Existen diferentes tipos de glaucoma. El más común es el glaucoma crónico de ángulo abierto. Este es bastante común en adultos mayores de 40 años, pudiendo afectar al 2 a 5% de la población. Cuando el glaucoma se diagnostica a tiempo, rara vez llega a producir ceguera.
Cuando miramos un objeto, la imagen pasa de la retina al cerebro a lo largo del nervio de la visión (nervio óptico). Este nervio es similar a un cable eléctrico; contiene un millón de "conductores", cada uno de los cuales lleva un mensaje al cerebro donde se les reúne para proporcionar la visión lateral o campo visual y la visión fina o agudeza visual (visión de lectura y de los colores). El glaucoma puede dañar esos "conductores", causando la aparición de puntos ciegos en áreas del campo visual. El paciente rara vez nota estos puntos ciegos en la visión lateral hasta que ya está muy avanzado el daño en el nervio óptico.
Si se destruye todo el nervio óptico, se produce la ceguera. Afortunadamente, rara vez ocurre esto si el glaucoma se diagnostica y trata antes de que cause daños importantes.
La clave para evitar daño del nervio óptico o la ceguera por glaucoma reside en el diagnóstico y tratamiento precoces; por lo cual es importante que todas las personas adultas se sometan a exámenes oftalmológicos periódicos.
Etiología
El glaucoma se produce por la disminución de la capacidad de evacuar el líquido intra-ocular o humor acuoso hacia el exterior del globo. Este líquido se produce constantemente y se drena por un pequeño canal que rodea la córnea. Para que la presión sea constante dentro del ojo, debe salir la misma cantidad de humor acuoso que se produce, por unidad de tiempo. Cuando se altera éste mecanismo, la presión ocular aumenta y pasado un tiempo se producen daños irreparables en la visión. El tratamiento consistirá por lo tanto en mejorar la evacuación del humor acuoso y/o en reducir la formación del mismo.
Clasificación
– Glaucoma Congénito: Este glaucoma aparece en el niño recién nacido y hasta los 3 años de edad. La prevalencia de este glaucoma es 0.05% de la población. La elevación de la presión se produce por una falla en el desarrollo del trabéculo. El 30% está presente al nacer, alrededor del 70% se manifiesta antes del año de edad el 100% se ha manifestado a los 3 años de edad. Aproximadamente dos tercios de los casos son bilaterales. Su incidencia es de uno por cada 10.000 a 15.000 recién nacidos. Este Glaucoma es sintomático. Los niños presentan epífora y fotofobia producto de la distensión de las terminaciones nerviosas de la córnea por efecto de la presión ocular elevada. La córnea puede presentar edema. El diámetro de la córnea se encuentra aumentado, debiendo ser 11.5 mm al nacer y 12 mm al año, un exceso de 1 mm indica aumento del tamaño del globo ocular o buftalmos. Esto ocurre porque la pared ocular del niño hasta los 3 años de edad es distensible expandiéndose por efecto de la presión intraocular elevada.
– Glaucoma Secundario: En estos casos la presión ocular se eleva producto de una enfermedad subyacente. Hay varios tipos de glaucoma secundario. El glaucoma secundario es generalmente una afección unilateral. La prevalencia de este glaucoma es 0.1 % de la población.
– Glaucoma Neovascular: Una forma frecuente de glaucoma secundario es el glaucoma neovascular que ocurre como complicación de la retinopatía diabética o de la trombosis de la vena central de la retina. En ambos casos factores neovasculogénicos a nivel de la retina isquémica determinan la proliferación anormal de vasos en el iris lo que se denomina rubeosis. La rubeosis invade el ángulo iridocorneal lo cual obstruye la salida del humor acuoso directamente o bien, produciendo goniosinequias entre el iris y la córnea cerrando al ángulo y con ello la salida del humor acuoso. Estos glaucomas cursan con inflamación ocular y sintomatología asociada a ella.
– Glaucoma y Uveitis: Otra forma de glaucoma secundario es el que se asocia a la iridociclitis. En este caso la presión ocular sube producto del cambio de las características del humor acuoso que contiene elementos anormales como proteínas y células inflamatorias. Estos elementos obstruyen los espacios trabeculares dificultando la salida del humor acuoso y elevando la presión ocular.
– Glaucoma Traumático: Otra forma de glaucoma secundario es el glaucoma traumático que ocurre en forma secundaria al trauma contuso del globo ocular. El glaucoma se produce por alteración traumática del aparato de drenaje del humor acuoso.
– Glaucoma Primario de Ángulo Estrecho: Esta es la tercera forma de glaucoma, su prevalencia es 0.15% de la población mayor de 40 años. Ocurre especialmente en mujeres mayores de 40 años, hipermétropes por lo que el globo ocular es algo más pequeño que lo normal. Esto determina que el ángulo iridocorneal tenga una abertura menor de 30 grados. En estás condiciones el iris en el ángulo fácilmente se puede adosar al trabéculo obstaculizando la salida del humor acuoso lo que determina una brusca elevación de la presión intraocular. La presión en pocas horas llega a niveles muy altos entre los 50 y 60 mmHg. Se produce brusco edema de córnea y dolor ocular por la distensión. La pupila se encuentra en un estado de semimidriasis fija y la cámara anterior está muy estrecha. El paciente manifiesta gran cefalea hemicránea y malestar general asociado a nauseas y vómitos. Estos pacientes antes de sufrir un ataque de glaucoma agudo, presentan a veces una historia de cierres transitorios del ángulo iridocorneal sin llegar a la crisis del glaucoma agudo recién descrita, lo que se denomina glaucoma subagudo por cierre angular. En estos episodios se puede producir edema de la córnea lo que causa la visión de halos coloreados alrededor de las luces, visión de humo y dolor ocular o cefalea hemicránea. Espontáneamente se abre el ángulo en estos casos normalizándose la presión ocular. El diagnóstico de esta forma es por anamnesis y luego confirmando la configuración de cámara anterior estrecha y ángulo estrecho en el examen físico del paciente. El glaucoma de ángulo estrecho es una enfermedad bilateral. Los pacientes que presentan la crisis en un ojo deben ser tratados con iridotomía preventiva en el otro ojo.
– Glaucoma Primario de Angulo Abierto: Es la forma más frecuente de glaucoma. Afecta al 2% de la población mayor de 40 años de edad y causa el 16% de la ceguera. A diferencia de las tres formas de glaucoma descritas anteriormente, este glaucoma es totalmente asintomático. Los pacientes pueden pasar años sin saber que tienen glaucoma a menos que se les efectue un examen para detectar la enfermedad. Este es el motivo por el cual muchos enfermos se dan cuenta que algo afecta sus ojos cuando han perdido la visión en uno de los ojos por la enfermedad o bien, ha afectado seriamente el campo visual de ambos ojos causándoles problemas de visión.
– Glaucoma crónico simple: Es una enfermedad bilateral, raramente es unilateral. Puede ocurrir que su evolución sea asimétrica afectando en forma desigual a ambos ojos. Para efectuar el diagnóstico es necesario detectar una elevación de la presión ocular, aumento en el tamaño de la excavación fisiológica de la papila óptica en el fondo del ojo y daño en el campo visual. Estos pacientes presentan un ángulo iridocorneal abierto, mayor de 30 grados y no se observan alteraciones producidas por otras enfermedades oftalmológicas. La causa de la elevación de la presión ocular es producto de un obstáculo al drenaje a nivel del trabéculo. La naturaleza exacta de este obstáculo está determinada genéticamente. El daño en el campo visual de estos pacientes es producto de la pérdida progresiva de fibras del nervio óptico por compresión a nivel de la lámina cribosa. Es posible reconocer 4 etapas en la evolución del daño. En la etapa de daño inicial es posible reconocer escotomas en la región paracentral del campo visual. En la etapa de estado se produce contracción del límite superonasal inicialmente y posteriormente contracción de todos los límites del campo visual. En la etapa terminal se produce la contracción del campo visual a un islote de visión central. Finalmente en la etapa de ceguera se pierde el islote central o bien, permanece sólo un islote temporal de campo visual.
– Glaucoma de presión normal: Aproximadamente un 10% de los glaucomas se presenta con presión intraocular bajo 21 mmHg. Estos pacientes presentan daño del nervio óptico y del campo visual igual al que presentan los pacientes con glaucoma primario de angulo abierto con presiones oculares perfectamente bien toleradas por otros individuos. Estos pacientes presentan nervios ópticos susceptibles a daño por presiones oculares más bajas. El diagnóstico de estos pacientes es por detección de excavación aumentada de la papila generalmente con escotaduras inferotemporales del reborde asociadas a defecto típicos de glaucoma en el campo visual.
Síntomas
Glaucoma de ángulo abierto:
Pérdida gradual de la visión periférica (lateral).
La mayoría de las personas son asintomáticas hasta que pierden la visión.
Glaucoma de ángulo cerrado:
Visión borrosa o disminuida.
Náuseas y vómitos.
Pupila no reactiva a la luz.
Enrojecimiento de los ojos.
Dolor ocular intenso, dolor facial.
Inflamación del ojo.
Glaucoma congénito:
Opacidad en la parte frontal del ojo.
Agrandamiento de uno o ambos ojos.
Enrojecimiento de los ojos.
Sensibilidad a la luz.
Lagrimeo.
Factores de riesgo
A todos, pero las personas con mayor riesgo de desarrollarlo son las siguientes:
Mayores de 60 años.
De ascendencia africana.
Los parientes de personas con glaucoma.
Miopes.
Con diabetes.
Que usan esteroides de manera prolongada.
Diagnóstico
El glaucoma se detecta a través de un examen completo de los ojos que incluye:
• Prueba de agudeza visual: En esta prueba se usa una tabla optométrica para medir su vista a diferentes distancias.
• Prueba del campo visual: Esta prueba mide su visión lateral (periférica). Ayuda a su oculista a determinar si usted tiene una pérdida en la visión lateral, una señal de glaucoma.
• Examen con dilatación de las pupilas: Para dilatar o agrandar las pupilas, el oculista le pone unas gotas en los ojos. El oculista mira a través de un lente de aumento especial para examinar la retina y el nervio óptico para ver si hay señales de daño u otros problemas de los ojos. Después del examen, su visión de cerca podrá permanecer borrosa por varias horas.
• Tonometría: Se utiliza un instrumento para medir la presión del ojo. Para esta prueba, el oculista puede ponerle unas gotas para adormecer sus ojos.
• Paquimetría: Se aplica una gota en el ojo para adormecerlo. El oculista utiliza un instrumento de ondas ultrasónicas para medir la densidad de la córnea.
Prevención
Los médicos recomiendan que la revisión para glaucoma constituya parte de los exámenes oculares de rutina en niños, adolescentes y adultos. Todas las personas deben hacerse exámenes integrales para despistaje de glaucoma alrededor de los 40 años, posteriormente cada dos o cuatro años. Si usted posee mayor riesgo para desarrollar la enfermedad, debe hacerse el examen cada uno o dos años a partir de los 35 años de edad.
Fuente: José Antonio Cuenca Campillo – joseacuenca.espacioblog.com