Redes territoriales y redes de producto
Cada vez parece más claro aceptar que nos encontramos en un turismo en red. La Web, como confirma el modelo 2.0, se ha convertido en el medio natural del desarrollo de esas relaciones. Ya he comentado en otras ocasiones cómo es la demanda la primera que se ha organizado en red usando la Web, y es la oferta la que parece ir a remolque.
No obstante, en el turismo es algo paradójico, pues el propio producto turístico desde su concepción es una combinación de distintos servicios. Es decir, la organización natural de un destino es en red. Otra cosa es que no se haya llevado a cabo de una forma clara debido a que los intermediarios hacían hasta ahora, sí o sí (y podrán y deberán seguir haciéndolo…pero ya no son los únicos…ahora el cliente puede hacerlo solo), el trabajo, entre otros, de creación del producto. Es decir, los intermediarios crean las relaciones al margen de los propios actores que se relacionan. Unos dependen de otros, pero ni lo saben, ni se dan cuenta y, mucho menos se valoran entre sí…pero el cliente sí lo hace.
El turismo 2.0 o abierto son redes, pero, ¿qué quiere decir que la oferta se desarrolle en redes?, ¿una red única?, ¿redes territoriales?, ¿redes de producto?, ¿quiénes las crean?, ¿con qué objetivo?
La Web tiene, entre otras, dos funciones: la de comercialización (cosa que ya sabíamos) y la de relación (cosa que aprendemos con el modelo 2.0). Así, las redes turísticas que se desarrollen en la Web pueden enmarcarse, al menos, basándose en ambos conceptos:
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Redes territoriales → con el objetivo de buscar la cohesión entre los agentes del destino. En este concepto se encuadra, a mi modo de ver, el rol de las oficinas de turismo en el nuevo escenario: dinamizadoras e impulsoras de redes. (y no la creación de producto).
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Redes de producto → con el objetivo de comercializar la oferta de manera relacional y conectarse con el cliente de una manera segmentada donde aumente su sentido de pertenencia.
¿Cómo hacer eso posible? A mi modo de ver es necesario estas dos acciones:
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Crear abundancia digital, es decir, que todas las empresas tengan la posibilidad de distribuir directamente sus servicios al usuario final y de relacionarse con otras empresas (esto implica el uso de una misma plataforma distribuida o del uso de estándares de extrapolación e interoperabilidad).
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Permitir la creación personalizada de redes a todos los agentes (empresas, destinos, aavv,…), es decir, "desde abajo" y de manera no controlable.
Esto es, una topología de redes distribuidas, donde todos los nodos son importantes, pero ninguno imprescindible. Es decir, de una manera sencilla, si un nodo, aunque sea un muy buen conector desaparece, no rompe el entramado ni hace imposible que el producto llegue a donde tienen que llegar. A su vez, la creación es una acción dinámica en el tiempo, es decir, no es una fotografía que se pueda diseñar a priori, sino un video sin un esquema prefijado.
No hay una única red, ni una ideal, ni una igual para todos los destinos, empresas o productos y, ni siquiera, para un mismo destino, una misma empresa o un mismo producto, sino que estamos ante una estructura donde priman los subconjuntos de redes, que se crean, se desarrollan y mantienen por distintos usuarios de manera dinámica, espontánea y en base a distintos objetivos. Entender esto es, a mi juicio, muy importante para poder analizar la industria desde otra mentalidad.
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Fuente: Edu William