Miscelánea
¿Nos tiene engañados Elon Musk?
Elon Musk cautiva prensa, compradores e incluso aficionados. Pero el "Tony Stark del mundo real" tiene unos planes económicos difíciles de creer para sus empresas.
Las ambiciones de Elon Musk para "sus" tres principales compañías son de otro mundo. Considera que una fusión de las tres compañías -Tesla, SpaceX, Solar City- podría dar pie a una empresa valorada en un billón de dólares. Algo que ni Apple en su reciente apogeo ha llegado a alcanzar, quedándose en unos 700.000 millones.
Pero es un problema de expectativas, lo que Elon Musk y sus primos Peter Rive y Lyndon Rive, quieren, parece ir en contra de lo que el resto de accionistas quieren para sus empresas. Hoy en día no hay ninguna sinergia real entre Solar City y Tesla Motors.
Solar City se dedica a la instalación de placas solares. No a la fabricación de paneles, de momento. Esperan abrir una gran fábrica en el estado de Nueva York, tras adquirir y cambiar los planes de Silevo. Una fábrica que debería estar ya abierta, y que el anuncio de su retraso hasta verano de 2017, hizo desplomar las acciones de la compañía. De sus 13.000 empleados, la inmensa mayoría son comerciales e instaladores de placas solares. No hay ingenieros de baterías, no hay investigadores o una fuerte cartera de patentes.
Clave: las acciones de Solar City están en un mínimo muy apetitoso
Por su parte, Tesla Motors se dedica a la fabricación de vehículos de propulsión eléctrica, uno de sus componentes principales siendo las baterías. De hecho, las baterías son el limitador número 1 de sus ventas, y clave para su futuro. Es una compañía endeudada, que reinvierte todo tipo de ingresos rápidamente en I+D y en expandir capacidad. Es decir: está falta de dinero.
Se hace difícil ver cómo viable que Tesla Motors pague 2.860 millones de dólares en la compra de una compañía que no complementa su modelo de negocio, no aportará ingresos y además trae consigo una fuerte deuda extra: otros 2.640 millones de dólares. Unidos tendrán una deuda de más de 6.000 millones. Parece tener menos sentido en un momento clave para la evolución de Tesla: necesitan 2.250 millones de inversión capital para 2016. Dinero que será gastado principalmente en la expansión para poder fabricar el Model 3. Los analistas están echando humo con la propuesta. Pero de qué nos extrañamos: las posiciones de Elon Musk siempre han sido de mucho apalancamiento y deuda.
Es una cosa familiar:
Lyndon Rive y Elon Musk en la salida a bolsa de Solar City.
Es una fuerte apuesta de Elon Musk y de los hermanos Rive, que se abstendrán en la votación de accionistas relativa a la compra. Por ambas partes. El mercado parece haber respondido con mucho escepticismo al movimiento. Los accionistas seguramente no tengan más opciones que ceder y ampliar el capital para hacer ambas opciones posibles.
En el fantástico libro de Ashlee Vance aprendimos que arrastra un "trauma" desde ZIP2: quiere el control de sus empresas, y le importa poco lo que piensen sus accionistas. Musk es una persona muy pública, que airea sus planes para el futuro constantemente. El plan para la fusión de compañías ha estado ahí desde hace tiempo, pero quizá muchos no lo pudieron ver, o no lo quisieron ver. En 2006, publicaba en el blog de Tesla, su "plan secreto":
• Construir un coche deportivo
• Utilizar el dinero ganado para hacer un coche más económico
• Utilizar ese otro dinero para hacer un coche aún más económico.
• Mientras haces todo eso, ofrecer también opciones de generación de electricidad sin emisiones contaminantes.
Los tres primeros pasos son el Tesla Roadster, el Tesla Model S y el Tesla Model 3. ¿Es Solar City el cuarto punto? Si es así, las preguntas nuevas pasan a ser otras: ¿por qué lo ha dejado en una empresa externa? ¿Por qué hace la compra ahora, cuando necesita el dinero para el punto 3?
Quizá la respuesta a la segunda pregunta sea algo que Musk y los Rive saben y no han dejado saber al resto de accionistas. Quizá esperen un alza masiva del precio por acción de Solar City en el futuro debido a que su fábrica de paneles solares siendo un éxito.
Quizá sus coches se conviertan en un método de almacenamiento de energía masivo y distribuido cuando estén quietos en los garajes de sus compradores. Ese sería el punto 1 de un nuevo plan, los siguientes podrían ser convertirse en un jugador del mercado energético. Tesla Motors acabaría quitando el "Motors" de su nombre, en un movimiento similar a cuando Apple Computer pasó a llamarse simplemente Apple en 2007.
Fuente: Álex Barredo – hipertextual.com