Negocios en Marcha

Piezas para el rompecabezas TI

El caso es que hoy, más que nunca, está probado que la herramienta tecnológica se erige como un elemento estratégico para la organización. Los procesos, cualesquiera que sean, soportados sobre instrumentos de tecnología, aplicaciones, software, hardware, servicios de comunicación, etc, permiten ahorros considerables en inversión de tiempo, recursos humanos y recursos financieros.

Deténgase a pensar la cantidad de casos en los que la ejecución de una tarea ya sea administrativa, comercial, financiera, resulta no sólo más expedita sino fácil de realizar versus esa misma tarea unos años antes, sin la existencia de tantos recursos de tecnología. Un caso simple. Comparemos el pago de un recibo de electricidad, a través de la Web, versus trasladarnos a una oficina de la compañía eléctrica, hacer la cola respectiva, pagar, en fin. Y aquí no sólo lo vemos desde la óptica del usuarios final, sino desde la empresa, cuya plataforma de información permite realizar "en línea", dicho procedimiento. Es mucho el tiempo y los recursos anteriormente destinados a este tipo de procesos que han sido reorientados en labores de mayor provecho para el propio recurso y la organización.

Ante esta realidad, que además redunda directamente sobre el éxito del negocio en términos de su rentabilidad, se hace urgente que la plantilla que "mueve" el negocio esté sensibilizada frente al alto impacto que el uso adecuado de la herramienta tecnológica representa, pues sólo así se le otorga la importancia debida a la ejecución de los proyectos que, según la prioridad preestablecida, debe acometerse en la empresa. Y quiero insistir sobre el "uso adecuado" porque como hemos establecido en ocasiones anteriores, de nada sirve contar con un carro de carreras si se cuenta con una carretera de granzón.

Así que no sólo las decisiones en cuanto a la ejecución de proyectos de tecnología requieren sensatez a la hora de adjudicarles prioridad sino que demandan un acertado conocimiento de las bondades, fortalezas y debilidades de las herramientas y por supuesto la pertinencia para tal o cual proceso determinado. Además, visto desde una visión integral de la organización y no aislada del proceso en sí. Es importante pensar que todas las piezas, tarde o temprano, deben encajar en un mismo rompecabezas.

Fuente: Mariam Larrazábal – El Nacional


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Fuente: Mariam Larrazábal – negociosytecnologia.net

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