El móvil se convierte en el dispositivo imprescindible
El teléfono móvil se ha convertido en la herramienta favorita de nuestro día a día. El pequeño aparato, cuyo único cometido era el de responder o emitir llamadas, está aglutinando, sin descanso, cada vez más funciones diversas. Tanto es así, que ya no se puede concebir ninguna actividad, personaje o entretenimiento que no haya buscado su propio espacio en nuestros celulares.
En la pequeña pantalla del dispositivo hay lugar para cualquiera que quiera adaptarse a esta nueva era tecnológica y, los juegos fueron los primeros en hacerlo. Tanto es esto, que desde el 2012 se ha disparado en un 57% el tiempo dedicado a los juegos en el celular, con un crecimiento que sigue ganado terreno a los PC y consolas.
Además, muchos juegos tradicionales se han adaptado al nuevo ritmo de vida que da el dispositivo móvil como el Rush Poker de Full Tilt Poker, que acorta las partidas de poker para jugar en cualquier momento y lugar o, el antiguo juego de consola de Sonic, que ha incorporado para su versión de Android e iPhone un método contrarreloj para competir con otros jugadores en línea.
Las redes sociales también han dado el salto a la pequeña pantalla del móvil convencidas de las ventajas que este dispositivo puede dar a la comunicación. Cualquier cosa que nos ocurra puede inmortalizarse en cualquier momento y así, mostrarla de inmediato a todos nuestros contactos gracias a que el teléfono siempre va con nosotros. Por eso no debe sorprendernos la noticia que conocimos hace unos días de que en el 2018 el 75% de los usuarios de Facebook accederán a él a través del celular.
Los dispositivos móviles también tienen éxito entre los consumidores de audiovisuales. De hecho, un estudio ha revelado que en dos años el consumo de vídeos ha aumentado 400% y que el 25% de todos los vídeos online que se consumen se hacen desde el dispositivo móvil. Los usuarios han encontrado en el móvil la posibilidad de poder ver a la carta cualquier cosa que les apetezca sin esperar a que lleguen el día y la hora indicada.
Además, el consumo de vídeo en el teléfono ha cambiado los hábitos de visionado, ya que el 45% de los productos consumidos tienen una duración igual o inferior a 6 minutos, dejando las duraciones mayores para dispositivos más grandes.
El fácil acceso a los vídeos desde el móvil, la falta de anuncios, la adaptabilidad a cualquier horario y, la posibilidad de crearte tu propia programación, está llevando a que cada vez más usuarios se inclinen hacia el consumo de vídeos desde el teléfono móvil.
El dispositivo telefónico también ha cambiado el mundo del marketing con la aparición de los "beacons". Los beacons son unos pequeños dispositivos que se colocan en los smartphones mediante una señal bluetooth, por lo que no es necesaria conexión internet.
Este dispositivo se está comenzando a utilizar para recoger ofertas e información adicional sobre un producto en una tienda, para recibir aclaraciones sobre obras en un museo o, ayudarnos a ubicar un espacio dentro de una localización. Además en el futuro las beacons revolucionarán incluso el sistema bancario ofreciéndonos la posibilidad de pagar desde el móvil.
Las celebridades no quieren quedarse atrás en el aprovechamiento de las posibilidades que ofrece el dispositivo móvil y algunas de ellas se han querido convertir en una app. La primera fue la imparable Kim Kardashian que es protagonista de su propia aplicación llamada Hollywood en la que el usuario debe crear un aspirante a celebridad e intentar conseguir fama y fortuna.
Los mismos que desarrollaron la app para Kardashian han elegido a Katy Perry para su próximo proyecto. Según sus creadores, la aplicación tendrá la voz, imagen, personalidad y talento de la cantante y será lanzado a finales del 2015. Si el juego de Katy Perry alcanza la notoriedad del de Kim, podrá colarse en el número 1 de las aplicaciones más populares y recaudar más de 43 millones de dólares, algo que la app de Kardashian consiguió en tan solo 3 meses.
Imagenes vistas en adslzone.net, cdni.wired.co.uk y cronicadexalapa.com.
Fuente: G. Fabio