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«Desafío»…la Compañía de Repertorio del TOM, dirigida por Reynaldo Hidalgo, gravitan entre la el teatro clásico de Eurípides y la tragedia costumbrista venezolana
Por: Julio C. Alcubilla B./ Récord Report Internacional (THP)/ Cultura/ Artes Escénicas
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En esta primera entrega, el reconocido director de teatro y dramaturgo venezolano Reinaldo Hidalgo, de la región de Aragua, nos ofrece una vez más otro acierto, presentado en el Teatro de la Ópera de Maracay. He querido antes de exponer mis primeras consideraciones críticas acerca de su propuesta para este montaje, observadas en la función inaugural el pasado 03 de noviembre, basar mis enfoques en el teatro clásico de Eurípides, proponiendo al lector, cómo debemos considerar el abordaje de este hecho teatral.
Desde la perspectiva de un análisis de su autor y lo que demanda a nivel de desconstrucción, en el ejercicio de mostrarnos un trabajo en evolución, acertado, en la que la puesta en escena, es portadora de una entrega que acobija con dignidad el hecho teatral.
Al observar con lupa y juicio esta propuesta escénica, nos acercamos a Eurípides, en primer lugar, porque este drama costumbrista en dos actos, se nos devela, a través de la lectura en la cual ni la justicia ni la realidad se perciben del mismo modo. El papel de la mujer en esta tragedia al igual que en las de Eurípides, se retrata con respeto y es a su vez portadora de un gran coraje, y fuerza.
Que por razón de su sexo, las mujeres gozaban de una posición superior y dominante, presas probablemente de sus pasiones, capaces de cometer las mayores atrocidades. Y es que Eurípides y en la propuesta de Reinaldo Hidalgo, la mujer cuando se ultraja en su lecho nupcial, en su lecho de pertenencia, no hay alma más cruel que la supere.
Esto supone una tensión dramática, una tensión psíquica, la cual va aumentando progresivamente, hasta que no puede resistir más y emprende la venganza, solo comparable a esa crueldad justificada, porque a ello ha sido llevada.
Su reacción violenta y salvaje es comprendida hasta cierto punto. Eurípides en sus obras se caracterizaba por su visión anti convencional, en tal sentido Reinaldo Hidalgo, al parecer expone en esta pieza, los diálogos naturales, independientes de los valores morales.
Eurípides, propone un aporte al teatro clásico griego, reformando la estructura formal de la tragedia ática tradicional, y así como en Eurípides, se nos muestra en "Desafío", personajes fuertes, centrados en la vida interna y las motivaciones de su existencia.
Se nos ofrecen en bandeja de plata, los protagonistas, en una lectura misteriosa, inexpugnable e inevitable, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal, por una fuerza ciega…la fatalidad, el sino, el hado o factum…acabando forzosamente, en la muerte o locura del personaje principal.
La cual responde a un ímpetu que le impone las circunstancias, y contra el cual intenta rebelarse, pero la domina el orgullo insolente o hibris.
Por otro lado, las fuerzas de la divinidad colaboran e incluso anunciando el desenlace de la tragedia. Reinaldo Hidalgo, al igual que Eurípides, utiliza el intermedio musical, con acentos de música moderna, que en este caso de este montaje, el bolero y las baladas, surgen como recurso semántico.
No dejando a un lado, el dolor corporal de sus personajes, en el desencadenamiento de una desgracia anunciada e inaplazable. En la que el espectador se sobrecoge, en esa metáfora de la muerte como antojo y brizna en el universo. Invitando además a la observadora u observador del montaje, a ser parte de posiciones racionalistas. A través de ese ejercicio contemplativo de la escena. En el análisis del gesto, de los diálogos contrapunteados y brillantes, en una puesta en escena, embriagadora.
Eurípides a través de la figura del "Ion", manifestaba las debilidades humanas, en el que el dramaturgo y esto se percibe muy evidente en la propuesta de Reinaldo Hidalgo, incursiona en un interesante discernimiento, que culminará con la utilización de los movimientos escénicos, especialmente enfatizados, en las entradas y salidas de los personajes.
Dibujando Reinaldo Hidalgo en este lupanar de "Desafío", los rostros infinitos de una humanidad desconcertada, que se enmascara en la libertad del placer sexual del mundo oscuro, contemporáneo de los 80…Que con naturalidad, en compañía con las múltiples facetas de esa realidad lacerante, dentro de la ficción, que nos cuesta asumirla como tal, pues es tan verdadera como la vida misma.
La develación de la vulnerabilidad del ser humano, sus contradicciones y el destino como algo inevitable. Mostrados en la escena, en sus momentos de exaltación y paroxismo, exponiendo además lo psicológico y aquella profundización del corazón humano: el amor como fuerza y osadía, los celos, la venganza como pasión irrefrenable y destructiva.
Eurípides señala y Reinaldo Hidalgo no olvida, la teofonía final (el deux ex machina), según lo cual, el relato real surge como experiencia, en el cauce de un sentido de la realidad.
El oráculo de Tebas se hace presente en esta obra como personaje, en una sorprendente, mágica, poética y memorable escena, llevada a cabo por Daniel Vásquez. En la que la relación con el culto, la interpretación de la mántica o el demonio, de la adivinación y esa viejecilla en silla de ruedas, la cual no se ve, excepto por sus manos. Surge al igual que en los griegos, como una Tiresia.
La cual podría haber sido considerada como un personaje protagonista, como una persona respetable, portavoz de unos ritos determinados. Que sin embargo en la propuesta, se irrespeta y humilla, a pesar de su expresión de madre tierna y forjadora.
Primeras aproximaciones críticas al trabajo de actores
Evidenciamos en esta primera función, cómo los personajes ciertamente precisan un mayor anclaje, un mayor recorrido de funciones, sin embargo no se apartan de la entrega, para alcanzar el logro sin disolvencias. Se proponen en su arquitectura de representación, esa naturalidad sustentada en la organicidad, y aquí me detengo con otra aproximación, que me ilustra este trabajo, y con la cual deseo aportar a esta propuesta.
Sergei Rachmaninov, célebre compositor de origen ruso, consideraba que cada pieza ha de proponerse, alrededor de su punto culminante, no obviando, que toda masa dentro del ejercicio del arte, debe ser medida y a su vez destacada a partir de la profundidad y de la fuerza. Las cuáles han de ser tan rigurosamente equilibradas, que nos permitan alcanzar, ese punto culminante de la experiencia, debelado a través de una gran naturalidad.
Y en este equilibrio, entre la forma y el contenido, ninguna debe resaltar más que la otra, para permitir la creación de la realidad. Ubicando las tensiones necesarias, para sostener ese gran sistema del cuerpo representativo. Cuya estructura ha de ser precisa y certera, que no haya equívocos ni distracción, al ser leídas por el espectador.
La entrega en este colectivo está dada, el anclaje de los personajes aún falta por madurar. Porque en definitiva, el cuerpo y el verbo representativo, ha de volverse dúctil y flexible. Apelando a esa mutabilidad, adaptabilidad que además permita readaptarse en cada escena, acercándose al corpus mentis de cada función.
Después de todo, el objetivo es que el teatro surja como un demiurgo o creador de realidades alteradas, que además en el hecho teatral, ha de manifestarse en una realidad determinada, en condiciones precisas. En la cual el espectador es un objeto de observación con hambre de lectura.
Puesta en Escena…un manifiesto
Reinaldo Hidalgo nos propone un eficaz, poético, plástico, dispositivo escénico, para que funja como universo escénico, que se propone el desarrollo de la organicidad. Invitando al espectador, a una revisión de su memoria, de sus paradigmas, de su información acerca de un burdel, en decadencia, quebrantada y exaltada.
El contexto teatral conformado por jóvenes talentos, posiblemente alejados, en la construcción de relaciones más estrechas, desvinculadas tal vez de la pureza del gesto, no queriendo exponer una lectura peyorativa, que destacan como un coro con ligeras notas estridentes y otras de espléndidos acordes. Todos sin embargo con el compromiso de una dirección meticulosa, nada austera.
Junto a su equipo, Reynaldo Hidalgo, al proponernos amplias posibilidades escénicas, propicia el desarrollo formal de la teatralidad. Provocando una dialéctica, en la que el espectador siente la necesidad de ser parte de la escena, estar allí…Y es que el dispositivo escénico, alcanza tal nivel de biomecánica, subrayado a través de elementos conceptuales.
Emerge silente aunque impetuoso, el coro de la tragedia griega, concebido como una lectura, recordando como en los griegos: Orchesta (en este montaje, la rocolla), el Proskenion (la estructura que compone al espacio escénico), y la Skena (la entrega representativa de este espectáculo teatral).
Esa perspectiva en la que la duplicidad espacial de planos y texturas, se nos presentan como significados, inspirados a partir del universo existencial del amor, la sexualidad y la traición, en comunión con la tensión cívico religiosa. Razones y naturaleza presentes en este drama, que roza la comedia.
Surgiendo además un diálogo desde la mirada, la escucha, la revelación, la pregunta, cumpliendo adicionalmente este montaje, con lo que Patrice Pavis destacaba: "el teatro es un artefacto lúdico, en el que el dispositivo escénico, presupone una concepción ideológica de la transformalidad del espacio social y medio humano.
Basado además en una convención de la representación, que se une a la sobreteatrilización de la escena. Proponiendo así la imaginación lúdica, como un principio generador por y para el público. A lo que agrego, lo que Guilles Deleuze por igual destacaba en 1988: "Un dispositivo escénico, ha de ser considerado, como el resultado de esa múltiple presentación de líneas que varían intensidades encadenadas y valores en constante mutación.
Hidalgo nos lo presenta además, dejando ver en su perspectiva escénica, la subjetividad, los personajes, en un punto de llegada del dispositivo escénico. Poniéndonos en contacto como espectadores a esa naturalidad, a esa dimensión múltiple de los sentidos, que nos acerca incluso a la poesía, al delirio, a lo inesperado.
El poder de la luz en la escena
Reynaldo Hidalgo como dramaturgo y director junto a Gerson Balduz, en la iluminación, nos ofrece una definición de la climatología, contextualizando al espectador dentro de una propuesta pictórica, plástica, cinematográfica.
Representando a través de su ejercicio y expresión lumínica, ese alcance en el dominio de la forma conectiva. Ese público que se impacta e intenta penetrar con su mirada en la escena. Surgiendo así las jerarquías visuales, el dramatismo, la capacidad de reconocer espacios, no obviando la elipsis, cuyo propósito es dar saltos de tiempo.
"Desafío" a partir de la dramaturgia de luz, unida a la potencia cromática y artística del vestuario, nos sumerge en ese juego de la atmósfera, que se devela a través de trazos, en los que se crean y desarrollan volúmenes. Tanto en lo abstracto-semántico, como en los puntos de partida figurativos, aportando una expresividad escénica, rica en composiciones visuales.
Este trabajo de luz, nos acerca a lo contemplado por lo que el maestro Josef Saboda concebía…la luz es una proyección, sobre volúmenes y texturas, catapultando en el espectador, la experimentación constante.
Y es que la rotundidad de esas sombras marcadas, cuyo destino en la óptica de Reynaldo Hidalgo y de Gerson Balduz, en lo referente a la iluminación logra cristalizar con elocuencia, su propósito, crear la atmósfera necesaria según los contenidos de cada escena. Expresando un rango incalculable de posibilidades lumínicas, en el cual la dimensión emocional, rebota ante el espectador con esa impresión objetiva de obra de arte.
Acercándose finalmente a la mirada del espectador, que probablemente se sumerge en esa sutil impresión de la profundidad, a través de haces de luces, el entorno y un haz de luz claramente acentuado. Situando ese plano claramente iluminado en primer plano y entorno a la escena, en un segundo plano. Estableciendo de esta manera jerarquías de percepción, sobre una obra de teatro lograda en esencia en su trascendencia y luminosidad semántica, dramática, representacional y poseedora de dignidad escénica.
EN UNA PRÓXIMA ENTREGA, ANÁLISIS CRÍTICO DE LA REPRESENTACIÓN TEATRAL
Fuente: Julio C. Alcubilla B./ Récord Report Internacional (THP)/ Cultura/ Artes Escénicas
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