Origen (Inception), crítica: notable, intenso e hipnótico thriller de ciencia-ficción
Tras asombrar a propios y extraños con 'El Caballero Oscuro', y posicionarse ésta como una de las películas más taquilleras de todos los tiempos, Christopher Nolan decidió aparcar la saga del superhéroe de DC para embarcarse en un proyecto más personal, aunque de igual o incluso mayor envergadura.
Lo poco que sabíamos de este nuevo film es que estaría basado en una historia y guión propios, y que se enmarcaría en el género de la ciencia-ficción.
Luego llegaría la frase descriptiva que nos dejaría a todos descolocados: la historia iba a tener lugar en el 'interior de la arquitectura de la mente'. A saber qué diablos quería decirnos Nolan con eso… .
Poco a poco, y a golpe de fichajes, la película fue cobrando un mayor interés, hasta que por fin llegó el primer teaser. Un avance breve pero impactante que dejó a muchos con la boca abierta.
Ya han pasado meses de eso, y en este tiempo hemos visto el tráiler y nos ha quedado mucho más claro el argumento. Lo último que nos quedaba era comprobar si la calidad de la cinta estaría a la altura de las expectativas.
Dom Cobb (Leonardo DiCaprio) es el mejor del mundo en el arte de la extracción, es decir, en apropiarse de los secretos del subconsciente justo en el momento en que la mente de la víctima es más vulnerable: durante el sueño.
Su habilidad le convierte en un hombre muy codiciado en el mundo del espionaje corporativo, pero también le ha causado problemas que le han convertido en un fugitivo internacional.
Gracias a la oferta de un inesperado nuevo cliente, Cobb tendrá la oportunidad de redimirse y recuperar la vida que una vez perdió y que tanto anhela. Esta vez, no obstante, la tarea a desempeñar será mucho más complicada, ya que no consiste en sustraer una idea del subconsciente sino en implantarla; lo que suele llamarse como 'origen'.
Para conseguir su propósito, Cobb reunirá a un eficiente equipo de colaboradores y urdirá un complejo plan con el que introducirse en la mente de su futura víctima. Si la tarea de Cobb es difícil, la mía no es lo menos a la hora de hablaros de esta película sin revelaros más datos de los que necesitéis saber.
Por lo pronto, conviene decir que 'Origen' tiene una trama compleja pero no complicada, es decir, que con un poco de atención es fácilmente comprensible, aunque luego en su tramo final vaya enmarañándose sobremanera.
Los propios personajes se encargan de explicarnos cómo funciona el mundo de los sueños y cuál será su tarea en él a la hora de realizar la 'inception' que da título al film (lo que para nosotros es origen).
Ya en los primeros minutos nos adentramos de lleno en la historia, lo que puede ser un tanto confuso debido a lo poco o nada que sabemos de la trama. Obviamente, aquí se juega con el factor sorpresa, introduciendo al espectador en la acción nada más empezar, pero sin revelarle los detalles de la misma hasta que el suceso de presentación llega a su fin.
Luego de esto llega el encargo de 'origen', lo que llevará al protagonista a reclutar al equipo necesario para llevar a cabo la difícil tarea de introducir una idea en el subconsciente de su víctima. Una idea que debe incrustarse en su cabeza como si fuera propia y que eso le lleve a actuar como ellos deseen.
Lo cierto es que las comparaciones que se han establecido entre la película de Nolan y Matrix no son gratuitas, pero tampoco son exactas.
De hecho, recuerda también a 'Dark City' (más que nada porque la película de los Wachowski se 'inspiró' en la obra magna de Proyas), 'La Celda' o incluso la reciente 'Shutter Island', también con DiCaprio (especialmente en el tramo final y en lo que respecta al personaje de Cobb).
Pero estas comparaciones son algo inevitable teniendo en cuenta que se toca el mismo género y una temática similar; y que al fin y al cabo, el cine se nutre del cine, y actualmente es prácticamente imposible encontrar una película 100% original.
Así que pese a todo, Origen tiene su propio sello, su propia personalidad y sus propias reglas, y en una época plagada de remakes, secuelas y refritos, nadie debería cuestionarle el adjetivo 'original'.
Precisamente esas reglas que Nolan establece sobre el mundo de los sueños son lo que dan más juego a la trama (el desfase temporal/horario entre el sueño y la realidad, la modificación del espacio, las autodefensas de las víctimas, la forma de despertarse o caer en estado comatoso, etc.).
Además, no tira de demasiada parafernalia para impactar al espectador y los efectos especiales son un apoyo a la historia y no un fin en sí mismos.
A eso unamos una forma de rodar elegante y contemplativa en la que las escenas de acción -muy al estilo Michael Mann y quizás demasiado moviditas- son un mero trámite para desencadenar otros sucesos que hacen avanzar el relato, y un reparto de lo más competente, y ya tenemos ante nosotros a una de las mejores propuestas del año.
Esto no significa que estemos ante una película perfecta, pero sí muy recomendable.
Uno de los puntales de la misma es su personaje principal, que nos guía a través del mundo de los sueños atormentado por un oscuro pasado y condenado a dudar constantemente de lo que es real y de lo que no lo es (atención al detalle de los tótems, algo que será crucial durante y al final de la historia).
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DiCaprio vuelve a demostrar aquí que es uno de los mejores actores, sino el mejor, de su generación. Una sólida interpretación que reafirma su calidad como intérprete, y el por qué los más grandes de Hollywood (Scorsese, Scott, Spielberg…) quieren tenerlo en sus películas.
El actor sobresale entre el resto de sus compañeros tanto por su trabajo como por el elaborado rol que le ha tocado llevar a cabo.
Y es que si bien el resto de actores y actrices están también a la altura de las circunstancias, sus personajes son algo más superficiales o están mucho menos desarrollados (no sabemos nada de sus vidas, de sus motivaciones…).
De hecho, en el plano actoral, los únicos que pueden permitirse mayor lucimiento son Marion Cotillard (que está excelente), Cillian Murphy y, a ratos, Ellen Page. El resto, aunque imprescindibles, no son más que meros peones en la partida orquestada por Nolan (el papel de Tom Berenger es un regalo para el actor -al igual que lo fue el de Rutger Hauer en Batman Begins- y la presencia de Michael Caine es meramente anecdótica).
La narración es pausada, que no es lo mismo que lenta o pesada, pero quizás el excesivo metraje (dos horas hubieran bastado) provoque algún que otro bajón en el ritmo de la película. Aún así, el tiempo transcurrido no parece tanto, y si uno se sumerge completamente en la trama, el entretenimiento está asegurado.
Quizás algún tramo, como el final, se perciba un tanto alargado. Pero por lo demás, Nolan mide bastante bien el tempo de las secuencias y, como ya he comentado anteriormente, tampoco tiene intención en recrearse en la espectacularidad de los momentos más efectistas y digitalizados (y muy bien digitalizados, que conste en acta), sino en darle un carácter algo más épico una historia que perfectamente podría prescindir de acción y aún así seguiría siendo igual de adictiva.
También cuenta con algún que otro toque de humor -las puyas entre los personajes de Gordn-Levitt y Hardy, por ejemplo- que alivia un poco la tensión imperante.
Con todo, tan sólo resta decir que 'Origen' es un notable, intenso e hipnótico thriller de ciencia-ficción en el que Nolan confirma nuevamente que el cine comercial puede ser también inteligente.
Una especie de regreso a sus orígenes ('Memento'), pero con casi 20 veces más de presupuesto (aunque la historia/guión es lo que sigue importando y estando por encima de todo lo demás).
Fuente: David Ribet (Pliskeen) – tublogdecine.es