Concretamente, hasta el 2007 se mantendrá el ritmo actual, alcanzándose la cifra de 94 millones de cámaras vendidas durante el 2006. Sin embargo, desde ese momento la situación se calmará y el descenso será ya palpable en 2009, cuando las ventas se hayan reducido a 82 millones de aparatos. Varios motivos son los que han propiciado el ascenso vertiginoso a la cumbre del mercado.

Se ha perdido la oportunidad, de sustituir toda la flota de cámaras tradicionales de película y han aparecido otros tipos de dispositivos capaces de capturar imágenes digitales, como los teléfonos móviles.

Los fabricantes que se han obsesionado en las prestaciones de las cámaras en lugar de dirigirse a un mercado más amplio, donde existe un público potencial que hasta ahora no se había acercado a la fotografía. Concretamente, hasta el 2007 se mantendrá el ritmo actual, alcanzándose la cifra -estima IDC- de 94 millones de cámaras vendidas durante el 2006. Sin embargo, desde ese momento la situación se calmará y el descenso será ya palpable en 2009, cuando las ventas se hayan reducido a 82 millones de aparatos.

El resultado de esta política, será que una vez ocupado el espacio dejado por las cámaras de película -lo que provoca el rápido crecimiento de estos años-. Ya no habrá otro hueco que cubrir y se ralentizará el crecimiento del mercado.

Chris Chute, analista de imagen digital de IDC, considera también que las cámaras siguen siendo vistas como un periférico del ordenador, y que nunca llegarán a ser tan omnipresentes como en su día lo fue la película fotográfica.