¿Éxito o fracaso de Firefox OS?
A nuestro juicio, al lanzamiento del nuevo sistema operativo Firefox OS (FOS), aunque no se puede decir que haya pasado sin pena ni gloria, no se le ha dado la relevancia adecuada. Si no fuese por el impulso de Movistar o los fabricantes del hardware inicial (Alcatel One Touch y ZTE) francamente nadie habría notado su llegada.
Aunque estamos seguros que el éxito o fracaso en las ventas de los terminales tendrá una influencia importante en el destino del sistema operativo, creemos que la forma como se ha concebido éste, es tan acertada que su supervivencia está prácticamente asegurada y a continuación nos referiremos a los motivos.
Soporte
FOS es un sistema operativo sustentado por una comunidad demostradamente eficiente y tenaz en el desarrollo, mantenimiento y crecimiento de plataformas de software libre. El navegador Firefox, descendiente del primer navegador Mosaic por allá en los 80; el cliente de correo Thunderbird, descendiente del cliente de Netscape; entre otros, constituyen no solamente una garantía de perseverancia y continuidad en el tiempo sino de calidad e innovación.
Otra indiscutible prueba de esto es el cumplimiento preciso de las fechas programadas para el lanzamiento de FOS.
Si a lo anterior le sumamos el apoyo de una empresa como Movistar, y la voluntad de buenos fabricantes de dispositivos, FOS es el sistema operativo con la base más sólida conocida hasta ahora, pues no requiere de beneficios económicos gigantestos para su supervivencia aunque, claro, estos acelerarían los procesos.
El inicio
A diferencia de otros sistemas operativos como WP8, BB10 e IOS, FOS ha iniciado operaciones en dispositivos de gama baja, esto, si bien no hace lucir al sistema operativo como debería, permite darlo a conocer mientras se cocinan otras partes ya existentes en su competencia como lo son, la estabilidad del sistema operativo, disponibilidad de aplicaciones y la creación de un ecosistema que le dé sustento por detrás.
La tecnología
Firefox OS es un sistema que se sustenta en HTML5, un estándar todavía muy incipiente (a pesar del tiempo que tiene en el papel), pero que sin duda absorberá gran parte de las aplicaciones del futuro, en primer lugar por su horizontalidad en cualquier sistema operativo y porque se trata de un mecanismo de fácil crecimiento al que empresas tan importantes como Google están apostando con fuerza.
Hoy en día (y probablemente siempre) las aplicaciones desarrolladas en forma nativa para cada sistema operativo superan en funcionalidad, rendimiento y look & feel a HTML5, pero a cambio, requieren de mucho trabajo para que existan en los diversos sistemas operativos, pues, en forma nativa, es necesario desarrollar una aplicación para cada plataforma. Con HTML5, en teoría, una sola aplicación puede operar en los distintos SO.
Adicionalmente, la aplicación en HTML5 reside en el servidor del desarrollador y no en el dispositivo en sí, por lo que el mantenimiento y distribución es mucho más rápida y eficiente, además de que el tamaño de la aplicación no depende de las características técnicas del equipo en el que se ejecuta sino del servidor en el que reside.
Más pronto que tarde, las aplicaciones en HTML5 serán suficientemente funcionales como para que los programadores y usuarios finales las prefieran sobre las aplicaciones nativas y ese día marcará un antes y un después en los ecosistemas móviles.
Por lo pronto nos queda seguir esperando por la madurez de FOS y por supuesto, por los movimientos de sus competidores que seguramente sabrán reaccionar a los cambios que proponga el mercado, aunque esto no siempre es tan fácil… y si no pregúntenle a BlackBerry.
Fuente: Ander Rivas – informandroid.com / THP