Satélite espía sería destruído con misil lanzado desde el Pacífico
El presidente George Bush escuchó los análisis de sus asesores de seguridad y hace unos días ordeno el lanzamiento de un cohete interceptor, con el fin de derribar al satélite espía que se espera caiga sobre la tierra antes que termine el mes de febrero.
Aparentemente, el derrotero del satélite preocupa al gobierno de EE.UU. de A., ya que, de no caer en territorio norteamericano, podría llegar a manos inamistosas con secretos de diversa índole, incluyendo cómo están construidos estos avanzados ingenios espaciales.
En todo caso, los encargados de cumplir la orden han comenzado a mover sus piezas, pensando que podrían activar la destrucción en estos días, solo que el mal tiempo en el Pacifico los forzó a postergar el lanzamiento del misil SM-3, que dispararan desde el crucero Lake Erie, que está precisamente en aguas internacionales de ese océano. El misil está equipado con un artefacto no explosivo que destruirá el satélite cuando haga impacto en este a unos 250 kilómetros sobre la Tierra.
La acción estaba planeada para hoy (miércoles 20/2) por la noche, después de estar seguros del regreso del trasbordador espacial, según informaron desde el Departamento de Defensa.
De todos modos, el vocero oficial indico que la misión podría concretarse cualquier día hasta el 29 de febrero, cuando el satélite debería reingresar a la atmósfera terrestre. También se conoció que, de no lanzar al interceptor a tiempo antes de iniciar su reingreso por pérdida de altura, no podría ser destruido con el misil de la armada.
Tanto China como Rusia han expresado su preocupación por la destrucción del satélite, indicando que podría afectar la seguridad en el espacio exterior.
A todas estas, ayer martes, en el departamento de Estado, el vocero Sean McCormack dijo a periodistas que la acción tiene como propósito proteger al público de combustible tóxico y que no se trata de una prueba de armas.
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Nota del editor:
Finalmente, a avanzadas horas del día 21 de febrero, fue derribado el el satélite espía mediante el lanzamiento de un misil desde las cercanías de la isla de Hawaii, según lo informado por fuentes oficiales del Pentágono, en Estados Unidos.
Según los voceros, su destrucción obedeció a la orden del Presidente de Estados Unidos con la intención de evitar que el tanque de combustible que posee el satélite llegara a la atmósfera, ya que posee sustancias tóxicas para al ambiente y podría causar graves problemas ecológicos.
El satélite, denominado US-193, fue lanzado en diciembre de 2006, pero al poco tiempo fue reportado como dañado, por lo cual no cumplió su objetivo de ser un satélite espía. Este fallo generó que el satélite fuera cayendo paulatinamente en su órbita, hasta el punto que se estima que durante el final de febrero caería a la tierra sin control. Para evitar esto último, el satélite fue destruido por la marina de Estados Unidos.
Sin embargo, Rusia y China han dicho que sospechan que la destrucción del satélite obedece a una prueba de armas espaciales, lo que el gobierno de George Bushha ha sido muy enfático en descartar.
Fuente: tecnologiaalinstante.net