Ministerios de Ciencia y Educación continúan plan piloto con portátiles de Intel
El mes de agosto fue oficializado un plan piloto basado en los computadores portátiles Classmate PC (conocidos como PC Compañero en Colombia donde se inició un plan similar), que se implementa en Venezuela desde octubre de 2007 a través de una alianza de Intel con los ministerios del Poder Popular para la Educación y para la Ciencia y Tecnología vía Fundabit y CENIT, respectivamente, y que se concreta con el donativo de 40 Classmate PC por parte de esa corporación.
El plan piloto, que inicia el capítulo venezolano del programa global World Ahead de Intel, comenzó a aplicarse en el liceo Julio Bustamante, ubicado en la parroquia El Recreo, aunque no con la modalidad de un laboratorio de computación, sino con el uso de las portátiles en el salón de clases, dentro de la estrategia que Intel ha denominado "Educación 1 a 1".
Para asegurar la participación del mayor número de alumnos, las computadoras portátiles rotarán por diferentes aulas, para servir de apoyo a la enseñanza de varias materias seleccionadas, cuyos docentes están siendo entrenados para las diferentes actividades que involucran el uso de la PC y el acceso a Internet.
Red inalámbrica
Los equipos donados por Intel fueron recibidos por Jorge Berrizbeitia, presidente del Centro Nacional de Innovación Tecnológica (Cenit) y Pedro Luis Guzmán, presidente de Fundabit. La entrega fue realizada por Guillermo Deffit, gerente de desarrollo de negocios de Intel para Venezuela.
Jorge Berrizbeitia, presidente del Centro Nacional de Innovación Tecnológica (Cenit), Guillermo Deffit, gerente de desarrollo de negocios de Intel para Venezuela y Pedro Luis Guzmán, presidente de Fundabit
Guzmán explicó que los computadores portátiles se conectarán a Internet a través de una red inalámbrica instalada en la unidad educativa Julio Bustamante. El docente, equipado con un computador portátil convencional, funge de administrador de la red. Puede visualizar la sesión de cada estudiante, asignar actividades en forma selectiva, aplicar evaluaciones y coordinar trabajos en colaboración entre grupos del salón de clases.
"La idea es que al compartir las diversas tareas y actividades, se enriquecen las experiencias de aprendizaje", dice Guzmán.
Jorge Berrizbeitia, por su parte, señaló que las portátiles son meras herramientas y no aportan valor si no se produce una apropiación tecnológica por parte de alumnos y maestros. "Este proyecto contempla transferencia de tecnología y desarrollo de un mayor número de contenidos locales, para apoyar la labor educativa".
El hardware
La Classmate PC, de formato compacto, pesa menos de 1,3 kg, tiene una pantalla de 7 pulgadas, de 800 x 640 pixels. La memoria RAM es de 256 MB y no emplea un disco duro para el almacenamiento, sino una memoria flash de 1GB ó 2GB.
El hecho de que carece de disco duro hace al portátil más liviano y a la vez más robusto y confiable, pues el disco duro es el componente más susceptible a fallas en un computador personal.
El proceso de encendido y apagado es también más rápido pues la velocidad de acceso a la memoria flash, tanto en la lectura como en la escritura de datos, es mayor que la correspondiente a un disco duro convencional.
La Classmate puede conectarse a una red a través de un cable ethernet convencional, o empleando la conectividad inalámbrica integrada. La batería provee autonomía de trabajo por cuatro horas.
Un añadido del hardware con interesantes aplicaciones es el bolígrafo digital. Un sensor de movimientos de este bolígrafo especial, en forma de pinza, se coloca en una hoja de papel corriente y se conecta a un puerto USB de la portátil. Los dibujos y anotaciones realizados sobre la hoja son trasladados en formato digital y almacenados en el Classmate, de modo que puedan ser compartidos con el resto de la clase, o enviados vía e.mail.
Consultado sobre la decisión de adoptar la Classmate y no la OLPC propuesta por Nicholas Negroponte, Jorge Berrizbeitia señaló que la OLPC exige ciertos volúmenes iniciales y que no está disponible en los actuales momentos, mientras que con la Classmate hay ya software disponible en español. Adicionalmente, destacó que les llamó la atención saber que será posible producir estos equipos localmente, lo cual no fue ofrecido en el caso de la OLPC. "Podemos desarrollar iniciativas para mejorar e innovar a partir de la metodología propuesta por Intel".
El software
La Classmate PC trabaja indistintamente con el sistema operativo Windows o con cualquiera de las distribuciones de Linux, dice Guillermo Deffit. Para el programa piloto en Venezuela se escogió una distribución de Linux desarrollada en Argentina, basada en Debian.
"Esta distribución fue seleccionada inicialmente para realizar el proyecto piloto por algunas aplicaciones educativas que corren muy bien en esta plataforma; sin embargo, se continuarán evaluando otras distribuciones" dice Deffit. Además de las características requeridas para operar en el Classmate PC, el ambiente Linux debe contar con las herramientas para el control de clases, seguridad, control de padres, y en idioma español, agregó Deffit.
Las versiones de Linux pueden trabajar con 1GB de memoria Flash, pues cuando se cuentan las aplicaciones y el sistema operativo, los requerimientos de memoria alcanzan 500 MB, lo que deja 500 Mb para los datos. En el caso de Windows, los requerimientos de memoria se duplican, según datos de Intel.
En cuanto a las aplicaciones principales, residentes en el portátil, destacan las herramientas dirigidas a docentes y a los padres, el programa Linux Note Taker, desarrollado por Intel y la suite de productividad OpenOffice.
Mucho del contenido usado en las clases proviene de los portales educativos de Internet, entre ellos los desarrollados por los ministerios de Ciencia y de Educación.
Dilema educativo
El enfoque que ha privado en Venezuela por muchos años, para la introducción de la computación en las escuelas, ha sido el del laboratorio de computación. Cuando se monta una sala de PC en un colegio, el primer efecto negativo es que se agrega la computación como una materia ad-hoc al currículo, sin definiciones claras de lo que debe enseñarse. ¿Programación o software de productividad? ¿Herramientas de enseñanza sobre contenidos determinados o lenguajes constructivistas como LOGO?
Por otra parte, cuando se despliega un laboratorio de computación, la responsabilidad de los contenidos recae en el profesor escogido y el resto de los maestros no se involucra en las actividades allí desplegadas.
Con la incorporación de los computadores al aula de clases se logra un doble beneficio: la incorporación de los docentes en el uso de las nuevas tecnologías y su aplicación efectiva en el mejoramiento de la enseñanza.
Un ejemplo sencillo: si lanzamos al aire una moneda repetidas veces y contamos la proporción de cara y sello, los porcentajes tienden a igualarse a medida que aumenta el número de lanzamientos. Un sencillo programa de simulación en el PC permitiría a los alumnos ver el efecto de 100.000 o un millón de lanzamiento de una moneda (o de un dado) en pocos segundos.
El computador en el aula como fuente de información se aprovecha de las capacidades crecientes de Internet. Gran parte de las nuevas habilidades que requieren los estudiantes tienen que ver con escoger la fuente de consulta adecuada. Hay tópicos que pueden indagarse a través de los buscadores, otros usando las nuevas enciclopedias colaborativas, diccionarios y otras fuentes que están disponibles online.
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Fuente: Froilán Fernández – enbytes.net