Biofuel: Lecciones de Brasil
Tras 35 años produciendo biofuels, Brasil da al mundo algunas lecciones esenciales…
I) La energia del futuro no dependera de la gasolina. Cada año Brasil convierte la mitad de su produccion de caña de azucar en 24 millardos de litros de etanol, movilizando 12.5 millones de vehículos. En el 2009, 1,2 millones de puestos de trabajo dependían de la caña de azucar y el etanol. 600.000 de estos puestos son ocupados por trabajadores de caña de azúcar, con escasa educacion aunque disfrutando de mejor situación socioeconómica que otros sectores de la agricultura.
II) A partir de 1975 el gobierno creó y controló férreamente el mercado del biofuel con reglas claras y estables a fin de que las compañías inviertan a largo plazo. Desde 1990 el gobierno dejo de interferir, aboliéndose las cuotas de producción y los subsidios al etanol. Los precios del etanol y el azúcar fueron dejados al libre mercado. No obstante permaneció vigilante de las planificaciones porque la caña de azucar es una cosecha perenne (plantacion: primer año, cosecha: 5 años siguientes).
III) En Brasil el etanol 2-anhidro se mezcla con gasolina, para movilizar vehículos que sólo usan etanol. Existen también carros con doble fuel.
El estado proporcionó inicialmente la infraestructura para erigir mas de 25.000 estaciones de llenado. El gobierno determina la proporcion de las mezclas, regulando los impuestos en el azúcar exportado.
IV) Para evitar escasez y oscilaciones en los precios del biofuel, existen reglas claras respecto a los stocks. Aunque la cosecha de etanol y caña de azucar dura entre 6-8 meses al año, el etanol es vendido todo el año.
V) El gobierno procura minimizar el impacto medioambiental, interviniendo cuando la caña de azúcar es plantada en zonas prohibidas (areas con biomas sensibles en la Amazonia y el Pantanal). Regula el uso del agua, de subproductos empleados como fertilizantes y preserva bosques. Vigila el quemado de la caña de azúcar como método de eliminar desperdicios. Las biorefinerias queman el bagazo fibroso de la caña de azucar para generar electricidad que se vende o se emplea en plantas de etanol.
VI) Brasil vende su produccion de azucar y etanol a mercados domesticos y extranjeros obteniendo nuevas tecnologias y estandares de manejo industrial y economico, acogiendo al capital privado, accediendo incluso a mercados extranjeros proteccionistas.
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Fuente: Victor Mechán Mendez – vmechanm.blogspot.com