Buscan resolver el acertijo del Neandertal
En el transcurso de dos años, científicos del Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva de Leipzig y sus colegas estadounidenses del 454 Life Science, en Bradford, Connecticut, se proponen descifrar por completo el código genético del Hombre de Neandertal. El objetivo del estudio es aclarar la eterna interrogante sobre la relación entre el Homo Sapiens y el humanoide, cuyos restos fueron descubiertos hace 150 años en la localidad de Mettmann, en las afueras de Düsseldorf, Alemania.
El equipo inició las investigaciones hace tiempo. En julio de 1997 la revista Cell anunció una sensación para la comunidad científica. "Los neandertales no son nuestros ancestros", afirmaba. La revista publicó las investigaciones del genetista Svante Paabo y su equipo, que lograron aislar un segmento del ADN de un neandertal de 45.000 años de antigüedad, hallado en Croacia.
Los científicos se han propuesto completar el código genético de la especie que vivió hace entre 150 mil y 30 mil años en Europa, parte de Asia y Medio Oriente. Los primeros rastros del Homo Sapiens datan de entre 100 mil y 200 mil años y se sabe que proviene de África.
La investigación deberá aclarar, entre otras cosas, qué transformaciones genéticas dieron lugar a que el Homo Sapiens abandonara África hace unos 100.000 años y se dispersara en el mundo entero. La comparación con los códigos genéticos del chimpancé y del ser humano, que ya han sido completados, ayudarán a aclarar el parentesco genético entre estas especies.
Bajo la dirección de Svante Paabo, y Michael Egholm, los investigadores descifrarán los tres mil millones de pares del código genético del Hombre de Neandertal. El mundo de la ciencia ha estado dividido durante años sobre las causas que provocaron la extinción del humanoide y su parentesco con el Homo Sapiens. Algunos investigadores sostienen que ambas especies se mezclaron, dando paso a la extinción del Hombre de Neandertal, menos evolucionada que el Hombre de Cromagnón. Otros argumentan que el Homo Sapiens marginó a su lejano pariente, robándole el hábitat, lo que provocó su extinción hace 30.000 años.
Un día de agosto de 1856, trabajadores de cantera encontraron, en un valle al este de Düsseldorf, restos de un esqueleto que creyeron pertenecieron a un oso. Pocos años después, el investigador alemán, Johann Carl Fuhlrott publicó sus estudios en donde afirma que el hallazgo es un fósil de un predecesor del ser humano. Las declaraciones del investigador berlinés Rudolf Virchow, quien creía que el esqueleto era una deformación provocada por enfermedad, pero perteneciente a un hombre moderno, detuvieron las investigaciones durante varias décadas. Apenas en 1991 varios equipos internacionales comenzaron a estudiar el esqueleto del hombre de Neandertal.
Desde principios de julio el Museo Estatal de Bonn muestra una exposición sobre la evolución humana. La muestra titulada "Raíces de la humanidad" expone, además de los famosos restos del hombre de Neandertal, otros importantes hallazgos en la investigación sobre los orígenes del hombre. "La exposición es un encuentro único de la familia humana", según el especialista en Prehistoria, Ralf Schmitz, quien investiga desde 1991 al Hombre de Neandertal.
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Fuente: Eva Usi – www.dw-world.de