Ciencia y Seudociencia

El falso mundo oculto: Breve guía de las pseudociencias

Si piensa que las ciencias ocultas, como la astrología o la ufología, son realmente científicas, os vendrá muy bien la lectura de este artículo.

Lo bueno del método científico, aparte de que es lo único que nos ha servido para adquirir conocimientos fiables sorteando nuestras percepciones defectuosas como individuos, es que sus resultados los puede comprobar cualquier persona. Por esta estupenda característica, conceptos como el de las ciencias ocultas suponen una contradicción en los términos. Además, algunos pensamos que la naturaleza del Universo ya es suficientemente maravillosa y que, por tanto, no es necesario empeñarse en buscar donde sólo encontramos pseudociencia, aunque con ello calmemos supuestamente nuestra comprensible incertidumbre. Y esa es la razón de que haya decidido explicaros de qué van las pseudociencias del falso mundo oculto.

Un mundo demasiado maravilloso

La astrología propone que la posición de los astros y constelaciones en el momento del nacimiento con respecto a la nuestra nos define la personalidad y el futuro. Sin embargo, los dibujos de las constelaciones están formados con trazos completamente arbitrarios y, así, no existen en realidad; la relación causal entre la posición de estrellas, planetas y satélites con el carácter y lo que le ocurre a una persona carece, no sólo de evidencias, sino también de una explicación acerca del modo en que se ha llegado a dicha conclusión; los astros.

El horóscopo es vago en sus predicciones para que un hecho cualquiera pueda interpretarse como un aciertose van desplazando conforme pasa el tiempo, en la actualidad, el firmamento no se encuentra igual que cuando los primeros astrólogos formularon sus teorías hace ya miles de años y, por tanto, sus cálculos se basan en un modelo celeste hoy erróneo; a uno le puede dar la impresión de que la astrología acierta por el efecto Forer o Barnum, es decir, porque uno se siente identificado por descripciones generales o imprecisas que se pueden aplicar a muchas personas, y por las profecías autocumplidas, en las que uno va buscando lo que le han pronosticado y acaba tropezándose con ello o directamente lo provoca; e incluso se realizó un experimento en el que se comparaba el carácter y las circunstancias de la vida de dos mil "gemelos de tiempo", individuos nacidos en Londres el mismo día de 1958, y no se descubrieron parecidos rotundos. Por otra parte, no hay que confundir la astrología con la astronomía, ciencia física que estudia las leyes y los movimientos de los astros.


 

• La ufología es el estudio de objetos voladores no identificados (ovnis) que se atribuyen a la presencia de extraterrestres en nuestro planeta. Pero el DRAE habla de ella como un "simulacro de investigación científica", y la razón es que, en primer lugar, no se ha presentado ni una sola prueba física de la existencia de alienígenas ni de su tecnología y lo que se ha esgrimido como tal ha sido luego desmontado, y en segundo lugar, el espacio-tiempo es de una magnitud tan enorme queCuando más cámaras de fotos circulan por el mundo, menos imágenes de ovnis hay un encuentro de dos especies inteligentes de distintos planetas en el mismo lugar y en la misma época resulta muy improbable. Ahora bien, que haya o hubiera vida, inteligente o no, en otros planetas no es un planteamiento disparatado según la ciencia; pero no tenemos evidencia de ello. Por lo tanto, la cerealogía, el estudio de los dibujos que aparecen a veces en los campos de cultivo como huellas extraterrestres, carece también de fundamento.

• La criptozoología se ocupa de hipotéticos animales desconocidos, como el bigfoot, el monstruo del lago Ness, las sirenas, los duendes y las hadas, el diablo de Jersey, el chupacabras, el yeti, los rods, el wendigo y un sinfín de criaturas más cuya existencia nunca se ha demostrado. Pero la mayoría de las especies animales y vegetales de la Tierra aún no ha sido catalogada, así que parece que los biólogos tienen suficiente trabajo como para, además, proporcionarles otros improductivos.


• La teología analiza los atributos de la divinidad, cuya existencia es una cuestión de fe para millones de personas de todo el mundo. El creacionismo niega la evolución, teoría ampliamente documentada como un hecho, y defiende el génesis religioso como una verdad, y el diseño inteligente plantea que la existencia del Universo se debe a la voluntad divina, nada de lo cual se asienta sobre evidencias o indicios indiscutibles. Además, el camino por el que ha transitado y transita la ciencia conduce a lo innecesario de seres divinos para explicar lo existente y sus características: el trabajo de Darwin y sus herederos en biología, de Stephen Hawking y sus compañeros en astrofísica y el de otros en los campos de la psicología y las neurociencias son una muestra de ello. Por otro lado, la sindonología dedica sus esfuerzos a estudiar la Sábana Santa, el sudario que sus patrocinadores consideran que envolvió a Jesucristo, pese a que rigurosos y reiterados análisis científicosLa Sábana Santa es una falsificación del siglo XIII o del XIV según la datación por radiocarbono han acreditado que se trata de una falsificación del siglo trece o del catorce.

• La piramidología propone una serie de especulaciones sobre el origen, el contenido y la esencia de las pirámides egipcias, americanas o asiáticas, como que son un calendario profético, que contienen mensajes codificados, que su forma posee poderes sobrenaturales o que fueron construidas por extraterrestres, habitantes de la mítica Atlántida o viajeros del tiempo o interdimensionales, quizá con tecnología antigravitatoria. Todo lo cual, como supondréis, choca con los estudios arqueológicos serios.

• La numerología ve una conexión mística entre los números, las criaturas vivientes y todo tipo de fuerzas. Se utiliza con pretensiones adivinatorias y hay cuatro escuelas opuestas entre sí: la pitagórica, la cabalística, la caldea y la china. Popularmente, se utilizan los números de las fechas de nacimiento y lo que suman las letras de nuestros nombres para extraer conclusiones acerca de nuestra personalidad y el futuro que nos espera. Como en el caso de la astrología, esta atribución es arbitraria y no se explica, y los numerólogos no tienen en cuenta que, en realidad, no nos encontramos en la fecha que dicen los calendarios porque hubo errores en los cálculos de los años que reinaron ciertos reyes, que era una de las últimas medidas del tiempo antes de la reforma moderna, en la que se basaron para realizarla, así que sus matemáticas no servirían igualmente.


• El espiritismo busca la comunicación con personas fallecidas, ya sea a través de un médium o por otros métodos, como la captación de psicofonías o psicoimágenes, muchas veces con la intención de que les revelen hechos pasados o del porvenir que, por lo visto, los fantasmas conocen. El concepto de "ciencias ocultas" es una contradicción en los términos siempre infructuosas con análisis científicos concienzudos.

• Pero no sólo la astrología, la numerología o el espiritismo son prácticas con las que se pretende conocer el futuro sin que se haya verificado su validez: la adivinación o la videncia también se practican "leyendo" las cartas del tarot, los posos del café (taseomancia), un puñado de piedras arrojadas al suelo o los movimientos de un péndulo (geomancia), partes del cuerpo como las líneas de la mano (quiromancia) y, sí, una bola de cristal (cristalomancia), aunque esta se utiliza más para facilitar la supuesta clarividencia. Y no hace falta ser adivino para constatar que estas pseudociencias y las que las preceden en la lista lo son: nos basta la transparencia del método científico y sus periódicas readaptaciones para que esta garantía no se nos oculte.
 
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Fuente: César Noragueda – hipertextual.com

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