Transhumanismo
Diariamente vemos en camas de hospitales del Perú, enfermos adultos por los que poco se puede hacer. Cuerpos desgastados (poco después de nacer) por diversos hándicaps (desnutrición crónica, estrés, dieta inadecuada, enfermedades laborales, etc), hacen difícil en ellos tratamientos efectivos o rehabilitaciones duraderas.
Contrariamente a lo pregonado por el Ministerio de Salud, los hospitales peruanos, son asiento mayoritario de prácticas de medicina curativa. Un derroche para un país subdesarrollado, que debiese redireccionar sus gastos a programas de medicina preventiva. El Perú, país rico en alimentos, climas y dinero potencial, tiene el mal sino de ser dirigido por personas no acostumbradas a planificar sensatamente ni a pensar que el último fin de un estado demócrata es el ser humano.
Mientras enumerábamos los beneficios de sistemas de salud universales, alimentos fortificados para todos, inmunizaciones, salud mental preventiva, mejoras laborales, erradicación de enfermedades infecciosas prevenibles, chequeos médicos anuales, deporte preventivo, etc, reflexionábamos, si con ello bastaría.
No -al menos- para los transhumanistas que arguyen que la humanidad actual no tiene que ser necesariamente el punto final de la evolución. Ellos son partícipes de cosmovisiones favorecedoras de mejoras de la condición humana. Por ello, son abiertos a los avances de la tecnología, ingeniería genética, nanotecnología molecular, inteligencia artificial, etc, tendientes a extender radicalmente la vida humana, eliminar sufrimientos innecesarios, incrementar las capacidades físicas, emocionales, intelectuales, económicas, sociales, institucionales, culturales, etc.
Abogan por la eliminación de todas las enfermedades, por la reversión del envejecimiento y remoción de daños acumulados corporales, por un control fino de las motivaciones y emociones humanas, almacenamiento virtual de nuestras mentes (memoria, personalidad), en supercomputadoras, reanimación de pacientes suspendidos criónicamente. Facilidades para convertirse en post-humanos con capacidades más vastas. Pequeños nanobots (robots), implantados en el cerebro nos harían más inteligentes y sanos dice Ray Kurzweil. Vivir con mayor vigor corporal y psíquico, leer mas libros/segundo, desarrollar un amor mas fuerte, puro y más seguro, agrega Nick Bostrom. En suma un uso ético de la ciencia tecnología para expandir nuestras capacidades y mantenernos sanos por siempre.
Anders Sandberg, neurocientífico, y Aubrey de Grey, gerontólogo biomédico, y Nick Bostrom, filósofo, conversan sobre el transhumanismo (inglés)
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Fuente: Víctor Mechán Méndez – vmechanm.blogspot.com