Pirámides, piramitos y piramidiotas (parte 1 de 2)
Pirámides, piramitos y piramidiotas (parte 1 de 2) – Lea la segunda y última parte aquí.
¿Qué es una pirámide? ¿Es un poliedro cuya base es un polígono cuyos lados son triángulos que tienen un vértice común? Bueno, sí, es eso, pero es mucho más que eso. La pirámide, que en su manifestación megalítica desempeñó un papel muy importante en las historias de dos de las primeras civilizaciones, ha suscitado más especulaciones y fantasías que cualquier otra forma sólida geométrica. Cubos y dodecaedros nunca han tenido la cobertura mediática de la pirámide.
Antes de investigar algunos de los más fantásticos mitos que se han asociado a las pirámides, deberíamos revisar algunos de los hechos que, para una mente inquisitiva, son más fascinantes que las fantasías.
Las pirámides de Egipto
El encabezado de esta sección es el título de un libro ampliamente reconocido como el trabajo definitivo sobre el tema. Escrito por I.E.S. Edwards, conservador de las antigüedades egipcias del Museo Británico desde 1955-72, este libro presenta los hechos de la forma más legible y es la referencia de la información arqueológica de este artículo.
La historia de civilización de las Dinastías Egipcias abarca más de 3000 años, de los cuales la Era de las Pirámides cuenta menos de 500, aunque esta forma de construcción continuó, de una forma muy rebajada, durante 500 más. Hay más de 80 pirámides conocidas en Egipto, algunas de las cuales se encuentran tan en ruinas que parecen ser sólo montones de escombros.
No es sorprendente que mucha gente haya ejercitado su imaginación y especulado sobre los propósitos de estas masivas estructuras de piedra y sobre los métodos que usaron para su construcción. Aunque es mucho lo que se desconoce sobre las pirámides egipcias hay pocas dudas sobre que fueron construidas de acuerdo con los ritos funerarios de la religión egipcia y que los métodos de construcción usados estaban muy posiblemente dentro de los límites de la tecnología de la época.
La religión egipcia estaba firmemente basada en la existencia de una vida después de la muerte, la cual dependía para su aplazamiento de la protección de los restos mortales de los antiguos ciudadanos. En los tiempos de la predinastía, la gente importante era enterrada bajo un montículo de tierra, la forma de los cuales parece haber ganado algún significado religioso. Durante la Primera y Segunda Dinastías este montículo se elaboró más y se convirtió en una estructura rectangular, de ladrillo de barro decorado, llamado mastaba. Como es natural, la mastaba del Faraón era la más imponente, aunque se han encontrado buenos ejemplos en las de nobles y oficiales.
En la Tercera Dinastía, alrededor del 2680 A.c, el faraón de esa época, Zoser, fue afortunado al tener como su Ministro a Imhotep, a quien se acredita como el constructor de la primera pirámide (e, incidentalmente, la primera gran construcción de piedra del mundo). Imhotep fue deificado más tarde por los egipcios, posiblemente el primer registro de alguien que «subió de rango».
Es tentador especular que Imhotep se dijo un día a sí mismo «Si pongo una mastaba sobre otra y de nuevo otra encima de aquella, hasta que llegue a seis, entonces mi faraón será mucho más importante que su viejo padre», pero las excavaciones de la Pirámide Escalonada de Zoser revela que tuvieron lugar muchos cambios en el diseño de la estructura durante su construcción.
Primero, se construyó una inusual mastaba cuadrada con el poco usado material de piedra. Entonces se le fueron haciendo añadidos, en varias etapas, hasta que se convirtió en rectangular, construyendo entonces hacia arriba para convertirse en una pirámide de cuatro pisos, extendiendo más tarde dos lados y subiendo para convertirse en una pirámide de seis pisos, que fue su forma final. Todo esto indica que no hubo una repentina llegada de nuevas ideas de «alguna parte» que convirtiesen súbitamente a los egipcios «primitivos» en brillantes ingenieros y picapedreros, una teoría muy querida por los especuladores más irracionales en el tema egipcio. Está claro que Imhotep era un hombre inusualmente inteligente pero está claro igualmente que sus ideas no surgieron de fuentes misteriosas. Su curva de aprendizaje está inscrita en piedra.
Desde la primera pirámide escalonada, podemos rastrear el desarrollo de esta forma de arquitectura a través de la primera pirámide auténtica, hasta el apogeo de la construcción de pirámides, la Gran Pirámide de Khufu en Giza. Esta es sobre la que se han construido todas las fantasías y, ciertamente, es una imponente pieza de ingeniería. El primer hecho notable sobre la Gran Pirámide es que el tiempo que pasó entre la invención de la arquitectura de pirámides por Imhotep y la construcción de la misma, la mayor y mejor de todas, fue sólo de poco más de un siglo.
La Gran Pirámide es única en muchas formas. Cuando se construyó, era el edificio más pesado (alrededor de 6 millones de toneladas) jamás construido. Aún lo es. Consta de aproximadamente 2,3 millones de bloques de piedra, con un peso medio de 2,5 toneladas.
Su base tiene 227 metros cuadrados, con una precisión de unos 20cm en cada lado. Su altura original era de 150 metros, aunque los 15 metros superiores han desaparecido. Está alineada con precisión a los cuatro puntos cardinales, con su lado menos preciso, el este, divergiendo sólo 5′ 30″ del verdadero norte-sur, lo cual, para una civilización que no tenía brújulas, no está mal. Su base cubre 13,1 acres, sus lados forman un ángulo con el terreno de 51º 52′ y se construyó usando una tecnología no más sofisticada que la palanca, los rodillos, el plano inclinado, herramientas de piedra y cobre, mentes inteligentes y trabajo duro.
Deberíamos aclarar algunos conceptos equivocados ampliamente propagados por la labor de autores deliberadamente ignorantes tales como Erich von Daniken, quien seguramente ostenta el título de ser la persona con más errores sobre más temas que cualquier otra en la Tierra.
Los egipcios no eran gente primitiva en absoluto. Eran tan inteligentes y sofisticados como lo somos hoy, y, aunque su tecnología era simple, era adecuada para la tarea y eran expertos en su aplicación.
Los egipcios no usaron esclavos para construir las pirámides sino ciudadanos a los que se pagaba con comida por su trabajo (incluso hay pruebas de que los egipcios inventaron la huelga para un mejor salario). Sabemos que el trabajo experto sobre las pirámides fue llevado a cabo por un equipo de artesanos a jornada completa, y podemos suponer que gran parte del trabajo pesado fue realizado por «trabajadores ocasionales» sin experiencia, probablemente por granjeros locales que no tenían nada que hacer mientras sus tierras se inundaban por las crecidas anuales del Nilo.
Los egipcios movieron grandes bloques de piedra en trineos de madera tirados por grupos de hombres con cuerdas. Von Daniken nos habría hecho creer que los egipcios no tenían cuerdas y que tenían poco suministro de madera debido a que «los árboles no crecen en abundancia en el Nilo». Ambas afirmaciones son mentira. Se han hallado muchas cuerdas en tumbas egipcias, y los egipcios usaron grandes cantidades de madera, gran parte de la cual adquirían en tratos comerciales con países vecinos, y se han encontrado muchos ejemplos de esto.
Los egipcios no llevaban a cabo sacrificios humanos en la época dinástica (aunque hay algunas pruebas de que sí lo hicieron los de la época pre-dinástica) y no hay pruebas de que se encerrasen a humanos vivos en las pirámides con su Faraón muerto. Esto último es casi con total seguridad una invención de Hollywood.
La momificación fue usada con el propósito de preservar los restos de los egipcios para la otra vida y no, como diría von Daniken, para la resurrección por los antiguos astronautas que regresan. La técnica de la momificación está disponible en un detalle considerable, a partir de los textos existentes. Los órganos internos eran sacados y almacenados separados del cuerpo, y el cuerpo era tratado con varias sales y resinas y envuelto en lino.
Todo esto puede haber sido contraproducente, ya que algunas momias antiguas de los primeros egipcios, meramente enterrados sin tratamiento, han sobrevivido mejor que aquellas de los Faraones. Las pruebas sugieren que la desecación causada por el internamiento en la tierra seca es mucho mejor conservante que cualquiera de los tratamientos dados a los cadáveres faraónicos.
Lo que realmente señala la mentira de von Daniken, sin embargo, es el hecho de que el cerebro era sacado por partes, a través de la nariz, y no se conservaba. Los egipcios creían que el corazón era la sede del alma, y que el cerebro no tenía una importancia particular. En el caso de von Daniken, esto bien podría ser cierto.
Motivación
Miraremos más allá de algunas fantasías que se han construido más tarde alrededor de la Gran Pirámide, primero vamos a considerar «¿por qué construir una pirámide?».
La respuesta es que no lo sabemos. Hay muchas hipótesis lógicas (y muchas más ilógicas) pero no hay duda de que el propósito tuvo naturaleza religiosa. Puede ser que las pirámides se viesen como «escaleras hacia el cielo» para que los Faraones muertos ascendiesen a su lugar por derecho junto al Dios Sol.
No hay pruebas directas de que las pirámides fueran el lugar de enterramiento real de los reyes, ya que no se han encontrado nunca restos faraónicos dentro o bajo una pirámide. Las pirámides pueden haberse construido como homenajes y no como tumbas, aunque, en ausencia de pruebas directas, el último propósito parece más probable.
Una hipótesis, propuesta por el físico germano-británico Kurt Mendelssohn, propone que la existencia de las pirámides era secundaria al hecho de su construcción. Mendelssohn propone que los gobernadores del recientemente unificado reino de Egipto necesitaban algún trabajo de importancia nacional para soldar a los distintos grupos regionales en un estado cohesivo y centralizado.
La teoría de Mendelssohn, propuesta en su libro «The Riddle of the Pyramids (El Enigma de las Pirámides)», argumenta este caso muy bien y, sea cierto o no, es ciertamente lógico y explica algunos de los misterios que rodean a estas gigantescas estructuras. Esta hipótesis cae dentro de los parámetros de una especulación razonable, ya que hace muchas otras asociaciones con un periodo de la historia el cual, aunque mejor documentada que muchas otras de las épocas antiguas, está lejos de ser comprendida en profundidad.
Lo que los textos supervivientes nos dicen sobre los antiguos egipcios varía considerablemente sobre la mitología popular que los rodea. Eran gente inteligente y práctica, no dados a un excesivo misticismo lo que es un error generado por el hecho de que la mayor parte de la literatura superviviente se preocupa de la muerte, lo cual se explica por el hecho de que sus tumbas sobrevivieron al milenio en mucha mejor forma de lo que lo hicieron en las viviendas comunes.
Aunque existen pruebas claras de que los egipcios tenían suficientes conocimientos astronómicos para ser capaces de desarrollar un calendario preciso, y por tanto ser capaces de predecir los eventos anuales más importantes, las crecidas del Nilo, no hay nada que sugiera que desarrollasen la astrología, un hecho que debería hacerlos queridos para todos los escépticos.
En general, los egipcios han llegado hasta nosotros como una gente notablemente simpática, con una pizca de crueldad y brutalidad que caracteriza a muchas de las civilizaciones antiguas, y no pocas de las modernas.
No sabemos por qué las pirámides se convirtieron en una estructura tan importante para los egipcios, pero puede haber una pista en el puro pragmatismo de la forma. Una vez se ha tomado la decisión de construir a escala monumental, la pirámide tiene sentido para gente que no ha desarrollado arcos o columnas independientes. Una vez construyes una pirámide, suponiendo que lo haces adecuadamente, ésta tiende a mantenerse como está. Mantenerse es más simple que caer para una pirámide bien construida. (No es el caso para todas las formas, como algunos fornidos escépticos que atendieron a la cena de la convención anual pueden atestiguar.)
Deberíamos señalar también la afirmación que se hace comúnmente por aquellos que no saben nada sobre historia y cultura egipcia y que buscan fama y fortuna escribiendo libros que están firmemente enraizados en la ignorancia. Esta afirmación es que «sería imposible para nosotros hoy construir la Gran Pirámide».
Esto es tanto un completo sinsentido como probablemente cierto – sinsentido porque las razones citadas recaen sobre las técnicas que se supone que tenían los antiguos egipcios y que no han vuelto a estar disponibles para la gente moderna, y cierto por una razón completamente distinta y es que sería difícil concebir a un político o director de una compañía convenciendo al electorado o a la junta sobre la conveniencia de gastar una fortuna en una estructura intrínsecamente inútil. (Los cínicos no deberían usar la nueva Casa del Parlamento como refutación de este argumento.) Esta cuestión está señalada en el libro de Ronald Story «Guardians of the Universe? (¿Guardianes del universo?)»
Una empresa de construcción japonesa estimó en 1980 que el coste de erigir una réplica de la Gran Pirámide, usando técnicas modernas, tendría un coste de 563 millones de dólares. Si se usaran los métodos de trabajo intensivo de los egipcios, entonces el coste se acercaría a los 18 mil millones de dólares. Sería, efectivamente, un audaz gobierno el que sugiriese construir una pirámide como un remedio para el desempleo.
Sobre las técnicas «perdidas», hay gran cantidad de pruebas físicas de que los egipcios tallaron las piedras, las transportaron al lugar, usaron rampas para llevarlas a la altura necesaria y moverlas una vez allí. ¿Qué técnicas se han perdido?
Otro misterio que hechiza a los que proponen las explicaciones paranormales es cómo el concepto de construcción piramidal surgió en dos culturas tan separadas con las de Egipto y América Central. La sugerencia es que los egipcios colonizaron América Central y enseñaron a los nativos cómo hacerlo.
Esta sugerencia es difícilmente sostenible cuando tenemos en cuenta unos pocos hechos.
Las pirámides de América Central fueron diseñadas para un propósito totalmente distinto a las de Egipto – ceremonial en lugar de funerario. Todas las pirámides de América Central están en un ángulo mucho menor que las egipcias y fueron diseñadas para que se pudiese escalar tras la construcción a los templos situados en su cima. En el caso de los Aztecas, los sacrificios humanos parecen haber sido una actividad principal en las pirámides, aunque posiblemente este no era el caso en los Mayas.
Los métodos de construcción difieren enormemente de los que usaron los egipcios y, generalmente, las pirámides de América Central no se usaron como monumentos o enterramientos, aunque se ha hallado una que contenía el cuerpo de algunas personas importantes.
El hecho crucial que hace que cualquier intercambio cultural parezca improbable es que las primeras pirámides de México son los llamados Templos del Sol y de la Luna en Teotihuacan, sobre los constructores de las mismas poco se conoce, pero han sido identificados por algunos místicos como las Tribus Perdidas de Israel (¡quién si no!). Estas pirámides son comparables en tamaño a las de Egipto, y datan justo antes del inicio de la época cristiana. Parecería altamente implausible que los egipcios, en las etapas finales de su larga historia, se aventurasen a dar media vuelta al mundo y enseñar a los nativos una tecnología que ellos mismos habían abandonado cerca de dos milenios antes. Es mucho más probable que el significado práctico de la forma piramidal para una construcción grande atrajera a dos culturas distintas, ninguna de las cuales había desarrollado el arco, de forma independiente.
Podemos desechar las afirmaciones pseudocientíficas de astronautas antiguos, viajeros en el tiempo y remanentes de civilizaciones previas avanzadas tecnológicamente como propugnan los seguidores de von Daniken mediante una simple explicación de los hechos que han sido descubiertos por los verdaderos arqueólogos y otros científicos. Tales afirmaciones pueden anotarse a la premeditada ignorancia por parte de los defensores. De mayor interés son algunos de los extraños cultos que leen un significado místico en las medidas de las pirámides, particularmente aquellas de la Gran Pirámide de Khufu.
Continúe y opine leyendo la segunda parte de Pirámides, piramitos y piramidiotas aquí.
Fuente: Kanijo – cienciakanija.com / Barry Williams – adam.com.au