Ciencias exactas

El Conocimiento en las Ciencias Exactas y en las Ciencias Humanas

El proceso de conocer ocurre mediante la relación que se establece entre un sujeto que conoce y un objeto conocido. Supone internalización del objeto por el sujeto, quien adquiere certeza del mismo. El conocimiento es un modelo mas o menos organizado de concebir el mundo y de dotarlo de cierta características que resultan en primera instancia de la experiencia personal del sujeto que conoce.

El conocimiento que una persona adquiere de la realidad difiere de acuerdo a la forma como aborda dicha realidad. Por lo que existe conocimiento vulgar, cotidiano o espontáneo el cual se adquiere sin ningún proceso planificado y sin la utilización de medios especialmente diseñados. Dicho conocimiento es acrítico y se queda en el nivel de las apariencias. Este tipo de conocimiento es una construcción mental respecto de los hechos y fenómenos, ya que no solamente se interpreta a través de conceptos y categorías lingüísticas denominadas construcciones sociales, sino también con la ayuda de las presunciones, experiencia contexto, social, educación, prejuicios, etc.El conocimiento cotidiano constituye una organización de nociones empíricas, cuasicientíficas, puesto que la ciencia misma no puede estar totalmente aislada del contexto social y cultural en la cual se sitúa y desarrolla.

Otro tipo de conocimiento es el conocimiento científico, que exige mayor rigor para encontrar regularidades en los fenómenos para describirlos, explicarlos y /o predecirlos. Se obtiene mediante procedimientos metódicos con pretención de validez, utilizando la reflexión, los razonamientos lógicos y respondiendo a una búsqueda intencionada para lo cual se delimitan los objetos y se preveen los modelos de investigación

Una forma inmediata de conocimiento es el conocimiento ideológico o filosófico que se produce por reflexión acerca de los fenómenos, su trascendencia y valoración general, sin la utilización de métodos rigurosos de indagación. Se acepta el conocimiento por la autoridad de quien lo anuncia, con frecuencia, no se exige pruebas para justificarlo, aún cuando puede partir de hallazgos de las ciencias particulares que investigan determinados fenómenos de naturaleza social o natural.

En la producción de conocimientos debemos reconocer que existe un atraso relativo de las llamadas ciencias humanas , mal llamadas por algunos ciencias blandas con respecto a las disciplinas llamadas ciencias exactas o ciencias duras. Según opinión de Gustavo Martín (MARTIN,1994: p. 21) esta situación parece derivar del contenido afectivo que, al menos aparentemente, está depositado en estas ciencias humanas a diferencia de lo que ocurre , también supuestamente ,en las ciencias exactas donde , donde los objetos se encuentran mas alejados del hombre y de su problemática.

Expresa el autor que esta situación es percibible dentro de las propias ciencias humanas, en las que ocurren desniveles en el tratamiento de los problemas humanos, dependiendo de la carga emocional que los hombres, incluidos los investigadores depositen en ellos. Es así como se privilegia el tratamiento de hechos poco emocionales como los de la economía o la política y se enfatiza en el estudio del hombre en una perspectiva fenoménica que evade o evita esa parte oscura e irracional e los niveles inconscientes, implícitos, estructurales o como se les quiera llamar. El sexo, la enfermedad, la muerte han sido apartados como objetos inútiles para el conocimiento.

Dentro de las instituciones universitarias o en los organismos donde se hace investigación, es común observar que quienes se dedican a investigar en las ciencias exactas o ciencias duras como también se les hace llamar, pareciera que poseen una calificación como mejores investigadores; pues se hace alarde de que el hecho de aplicar metodologías cuantitativas, donde el uso de la estadística es lo mas importante, es un indicador de una mejor investigación. Igualmente se subestima un tanto la investigación de las ciencias humanas y se le asocia a que el hecho de aplicar métodos cualitativos en los procesos de investigación es símbolo de investigación de menor rigurosidad y por ende de menor calidad.

Según CORDOVA (1999), cuando se refiere a la problemática de la metodología cualitativa y su uso por parte de las ciencias sociales, establece que dicha metodología es distinta a la metodología tradicional positivista que se entrega a buscar la finalidad o causa para generar luego principios y o leyes. Los aspectos de mayor peso en este paradigma son: cientificidad, objetividad, validez y lenguaje. Los hechos a estudiar son solo los que se pueden observar . Para este paradigma todo lo que no puede ser medible no es ciencia. Solo es real lo observable. De no aplicar el método científico no es ciencia sino brujería.

Expresa este autor que hay necesidad de investigar estando mucho mas cercano a la gente . La ciencia no puede despreciar el sujeto, pero tampoco el objeto. Igualmente afirma que hay que propender hacia una ciencia humana, para los hombres, para la humanidad. La tecnología no está al alcance de la gente. Indica también, en contraposición al positivismo tan defendido por las ciencias exactas, que la subjetividad es una fuente de conocimientos tan válidos como cualquier otra. Opina el autor que desde el punto de vista epistemológico no hay diferencias entre las palabras y los números . Todo el proceso se hace a través de la palabra, tanto es así que el criterio básico de la matemática como ciencia exacta no es el número sino el orden topológico. En la producción de conocimientos la investigación debe ser neutral, en otras palabras la ciencia debe ser neutral. El investigador tiene que comprometerse, tiene que existir ética entre el investigador y los resultados de la investigación.

Se dice que el investigador de las ciencias duras, prescinde de consideraciones emotivas en la construcción del conocimiento, por que indiscutiblemente no es lo mismo tratar con partidas subatómicas o con cuerpos celestes que con seres humanos. Ahora bien, es probable que al considerar la inexistencia de un debate sobre la afectividad o la emotividad en las ciencias físicas y naturales, estemos ante un espejismo que repite las verdades clásicas de un universo mecánico y materialista y de una naturaleza en si, opuesta y exterior al hombre. Esta actitud que legitima, mediante el criterio de la cientificidad, el no ocuparnos de ciertos problemas que nos resultan molestos, es de las actitudes menos científicas que podemos encontrar, aún en esta ciencias exactas que nos sirven de modelo, así como de mecanismos de justificación.

Un aspecto de interés dentro de estas reflexiones sobre las ciencias exactas y las ciencias humanas es lo relativo a los paradigmas científicos que entran en competencia dentro de ellas. En el caso de las ciencias humanas pensamos que la problemática epistemológica ha ido derivando de posiciones paradigmáticas surgidas en el siglo XIX, bajo los principios construidos en el Renacimiento , referidos al mecanicismo y al materialismo naturalista y al voluntarismo histórico, con su correlativa visión de progreso humano, hacia otros criterios paradigmáticos que guardan relación con las nuevas nociones introducidas en la ciencia por la física.

Las expresiones paradigmáticas iniciales, cuya expresión mas acabada es el positivismo de Comte, surgen en contra de la tradición anterior del conocimiento, la cual se fundamentaba principalmente en la metafísica, y propugnan la implantación de normas de estricto cumplimiento para el nuevo saber positivo que se intenta instaurar.

Según Kolakowski, son cuatro las normas o reglas que propone el positivismo para garantizar la cientificidad: 1. Una concepción de la objetividad que consagra la total separación entre el sujeto y el objeto en el proceso del conocimiento. 2. una concepción fenoménica –sensorial de la realidad. 3. El nominalismo, que se refiere a la restricción del significado de los hechos sociales a uno solo, limitando la multiplicidad de sentido de los mismos y dando pie a la aparición de muchos sustantivismos y determinismos. 4. Una idea del método científico, y de la unidad del mismo , basado en criterios experimentales, analítico y de causalidad mecánica.

Con relación a esta posiciones paradigmáticas, Martín expresa que ya en el propio siglo XIX el descubrimiento del electromagnetismo por Maxwell y de la mecánica cuántica por Planck asestan un duro golpe a los principios de la mecánica clásica. Los cambios que ocurren en las ciencias exactas se dan en forma vertiginosa: la relatividad de Einstein, el principio de indeterminación de Heisenberg, la complementariedad de Bohr, el teorema de Göedel, entre otras cosas, permiten entrever una nueva imagen del universo donde entran a jugar un gran papel la probabilidad, la indeterminación y la relatividad. Tal vez sea en el dominio de la física cuántica donde estos cambios se han hecho sentir mas profundamente . Es así como las leyes matemáticas de la teoría de los quanta se refieren mas a las partículas elementales que el conocimiento que sobre las mismas tenemos.

Los antiguos principios del paradigma newtoniano comienzan a ser incorporados dentro de una visión mas global del universo y de la ciencia, y es así como aparecen nuevas propuestas normativas para orientar la investigación. En primer lugar , una visión dialógica de las vinculaciones entre el investigador y el sujeto que opera bajo la forma de relaciones de transferencia y de contratransferencia y donde lo importante no es solo evaluar lo que ocurre en la realidad externa , sino los cambios que esa realidad produce sobre nosotros.

Tanto para las ciencia exactas como para las ciencias humanas, se ha tratado de lograr la unidad del método a utilizar en la búsqueda del conocimiento, con relación a ello este autor indica que al menos en la ciencias humanas contrario a los intentos reduccionistas del pasado , han surgido nuevas y variadas tentativas que se fundamentan en nociones tales como la complementariedad (Devereux), la búsqueda de isomorfismos o de las homologías estructurales (Levi-Strauss y otros)y, por último, la posibilidad de la construcción de una teoría de campo unificado, donde los esfuerzos mas fructíferos son los de la semiótica o la semiología.

Es importante destacar que en las mismas ciencias humanas, algunos pivotes cientificistas del siglo XIX comienzan a ser cuestionados desde esa misma época. Carlos Marx se da cuenta que el método científico debe trascender la realidad aparente y él mismo logra, mediante este procedimiento ,descubrir que por debajo de la ganancia capitalista se da una relación que denomina plusvalía. Otro investigador, Sigmund Freud, critica la psicología existente y propone una nueva forma de percibir las conductas humanas, conjuntamente con una nueva teoría y una novedosa variante terapéutica que tiene como eje la existencia de instancias o estructuras inconscientes que origina todo el acontecer consciente de los individuos.( MARDONES, 1991)

Sin embargo, estas propuestas de Marx y Freud fueron excepciones, pues las ciencias blandas siguieron transitando disfrazadas con múltiples ropajes, tal como lo expresa Martín (1994)p.24, (materialismo, evolucionismo, funcionalismo, behaviorismo ) el mismo camino del positivismo. Tal es esta realidad que indica que hoy en día este paradigma positivista continúa invadiendo la mayor parte de la producción científica y la enseñanza que se imparte en las ciencias humanas. Podemos aseverar que en nuestras universidades y centros de investigación en Venezuela, privilegian estos paradigmas , a pesar de que se niegan a reconocerlo o aún cuando los revistan con categorías que provienen de enfoques epistemológicos y teóricos contrarios al positivismo.

En nuestro caso, Universidad Nacional Experimental del Táchira, universidad eminentemente tecnológica, por supuesto que la primacía de las ciencias exactas sobre las ciencias humanas es evidente, sin embargo se han hecho esfuerzos para motivar al personal académico en investigaciones de carácter social. En el año 1994 se organizó desde el Decanato de Investigación, de esta universidad, un evento denominado "Ciencia y Sociedad en el Mundo Contemporáneo", con la finalidad de estimular la investigación en otras áreas que tocan mas lo humano y lo social. Allí se evidenciaba que eran poquísimos los docentes entusiasmados a trabajar en investigación de las ciencias blandas, alguna semilla logró ser fértil y con la urgencia de desarrollar los estudios de cuarto y quinto nivel en la universidad, hoy se concretan algunos vestigios de procesos de investigación en las ciencias sociales tales como trabajos de grado en el pre grado de arquitectura y el Doctorado en Arquitectura en convenio con universidades españolas. Así mismo la puesta en marcha del Programa de Doctorado en Ciencias Administrativas con la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, nos hacer ser optimistas en que podrá hacerse uso de métodos y paradigmas distintos a los tradicionalmente utilizados a fin de poder ofrecer soluciones a los grandes problemas de la sociedad por una parte y la necesidad sentida de construir conocimientos en las áreas de las ciencias sociales y humanas.

Con la misma intención se han desarrollado eventos desde el departamento de Ciencias Sociales de esta universidad orientados a estudiar la importancia del componente socio humanista en la formación de los ingenieros y arquitectos de la UNET, de hecho aprovechando el proceso de transformación curricular de la universidad, se ha querido fortalecer los ejes curriculares que tocan el desarrollo personal social de los estudiantes, con la intención de generar un profesional mas compenetrado con su realidad social.

Los estudiosos de estos paradigmas se hacen preguntas relativas a: ¿Podemos excusar este atraso relativo como consecuencia de la circunstancia innegable de la mayor afectividad desplegada en los hechos que atañen al hombre? ¿ Se pudiera mencionar acaso, una cierta pereza intelectual de los investigadores de las ciencias humanas para estar al día respecto a lo que se está haciendo en las ciencias exactas? ¿ Se podría decir que en las ciencias humanas existe el síndrome de la "poca cientificidad" y ello impulsa a los investigadores a querer ser más "exactos", más "objetivos", más "cuantificadores", más "experimentalistas". ¿ Todo esto será producto de factores individuales, de espejismos realmente teóricos o acaso es el resultado de una construcción ideológica de la que son víctimas los investigadores de las ciencias sociales?. Las respuestas a estas formulaciones diversas y contradictorias forman parte del debate actual que ocurre en las ciencias del hombre.

Ante estos escenarios se piensa que, en las ciencias sociales, hay necesidad de seguir evolucionando hacia la adopción de presupuestos epistemológicos que las alejen del positivismo y que las vinculen mas estrechamente a una concepción holista del hombre y de la reali

Ing°MSc Freddy E.Díaz Díaz

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Córdova, V. (1999). Conferencias sobre Métodos Cualitativos. Doctorado en Ciencias Administrativas Convenio UNET-UNESR. Táchira. Venezuela.

López, N. (2000) Conocimiento Científico. Fiabilidad de la Ciencia. www.servicato.com/doctrina/conocimi.htm

Mardones, J.M (1991). Filosofía de las Ciencias Humanas y Sociales: Editorial Anthropos. España.

Martín, G y Rodríguez de Martín V. (1994).Ciencia y Sociedad en el Mundo Contemporáneo. Memorias editadas por el Decanato de Investigación de la Universidad Nacional Experimental del Táchira.

Fuente: Freddy E.Díaz Díaz – monografias.com

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