¿Se mueren los océanos?
Si usted llega de unas placenteras vacaciones en algún rincón paradisíaco, aguas transparentes, peces de colores, bello fondo marino, y alguien le viene con la cantinela de que los mares y océanos del planeta están en peligro por la acción del hombre; que la sobrepesca, los vertidos de petróleo o la acumulación de residuos tóxicos están transformando los ecosistemas marinos hasta un punto alarmante, es muy probable que su respuesta sea una mueca de escepticismo o incredulidad. ¡Qué exagerados!, dirá.
Si, además, hay autoridades como el conseller de Medio Ambiente de Catalunya, Josep Maria Pelegrí, que lanzan mensajes ambiguos, su interés por los océanos aún será menor. Ante manifestaciones como la de Pelegrí ("proteger por proteger es un error", en referencia al Cap de Creus), hay algunos, expertos en la materia, que dan un brinco. Es el caso del investigador y biólogo marino Sergio Rossi, autor de El planeta azul (Debate), obra que repasa las principales amenazas para los océanos, y alerta sobre su progresivo deterioro y transformación. Para Rossi, que ha visto de todo en el mar ("¡hasta una excavadora!"), declaraciones como la de Pelegrí tienen un efecto "devastador". "Décadas de trabajo se van a la porra si se toman decisiones poco meditadas o fruto de una profunda ignorancia".
Los expertos vienen a decir que el mar se pudre en silencio. Que el ser humano no es consciente de la porquería que echa a los océanos ni de las consecuencias de sus acciones. Por ejemplo: una bolsa de plástico puede llegar a permanecer 50 años en circulación; y una botella de PVC, más de 500. "El mar", apunta Rossi, "no lo puede absorber todo. Estamos sobrepasando el límite".
'El planeta azul'
Para el autor de El planeta azul, son las zonas costeras las más amenazadas. "El 50% de la población mundial está concentrada a menos de 200 kilómetros de la costa. Y esta presión, toda esta actividad, repercute en el mar". Otra de las grandes amenazas es la sobrepesca. "Los caladeros de casi todo el planeta están, o bien al límite de su explotación, o bien claramente por encima de sus posibilidades de explotación", afirma Rossi. En el punto de mira está China, el mayor consumidor y productor de pescado del mundo.
Entre las consecuencias de la sobrepesca está la modesta y cada vez más preocupante presencia de medusas. Hay más de 4.000 especies, desde las hidromedusas hasta las gigantes: la Nepopilema nomurai puede llegar a pesar ¡200 kilos! Su descontrolada y molesta presencia puede llegar a tener un efecto desastroso sobre la industria turística de, por ejemplo, España.
El biólogo marino revela numerosos datos inquietantes. Ahí va uno: sólo el 4% de los vertidos de petróleo al mar procede de accidentes de instalaciones petrolíferas o de buques como el Exxon Valdez y el Prestige. Así que nada menos que el 46% proviene de las limpiezas de las sentinas de los barcos o trasvases. El 50%, entretanto, es de origen natural, sobre todo surgencias (movimiento vertical de las masas de agua desde niveles profundos).
Fuente: J. Pérez Ortiz – adn.es
