Cruzando el punto de no retorno respecto a la biodiversidad
Según un estudio, la pérdida de biodiversidad ya ha cruzado los límites de sostenibilidad en muchos lugares, lo que afectará al ser humano si no se toman medidas.
Cualquier pérdida de biodiversidad tiene un impacto negativo sobre las funciones de los ecosistemas y esto tiene impacto sobre el ser humano.
Dicho en palabras llanas, la biodiversidad es el agua que bebemos, la comida que comemos y el aire que respiramos. El ser humano no está desligado de la Naturaleza y el menor atisbo de ello nos condenaría a la desaparición. Así que los niveles actuales de pérdida de biodiversidad tienen que tener un impacto sobre la sostenibilidad de las sociedades humanas.
Según Tim Newbold (UCL y antes en UNEP-WCMC), él sus colaboradores han conseguido cuantificar los efectos de la pérdida de biodiversidad global con un detalle sin precedentes. Además, han encontrado que esta perdida de biodiversidad a lo largo de todo el mundo ya no está dentro de los límites seguros sugeridos por los ecólogos.
"Sabíamos que la pérdida de biodiversidad afectaba la función de los ecosistemas, pero cómo lo hace es algo que no está del todo claro. Lo que sí sabemos es que en muchas partes del mundo nos estamos aproximando a una situación en la que la intervención del ser humano podría ser necesaria para restablecer la sostenibilidad de la función del ecosistema", dice Newbold.
Este grupo de investigadores encontró que las praderas, sabanas y bosques de matorrales son los más afectados por la pérdida de biodiversidad. Le siguen de cerca los bosques de todo tipo. Afirman que la habilidad de la biodiversidad de estos lugares de soportar las funciones clave de los ecosistemas, como la capacidad de que puedan prosperas organismos o que los nutrientes se puedan reciclar, está siendo progresivamente más complicado de mantenerse.
Para el 58,1% de la superficie de tierra firme del mundo, que es el hogar del 71,4% de la población, el nivel de pérdida de biodiversidad es lo suficientemente importante como para poner en cuestión la capacidad de los ecosistemas de soportar las sociedades humanas.
Esta pérdida de biodiversidad de debe, entre otras cosas, a cambios en el uso del suelo en general, que ponen la biodiversidad más allá del límite seguro recientemente propuesto para los límites planetarios. Estos límites se propusieron en su día bajo un marco elaborado por la comunidad científica internacional y que dicta el margen de maniobra que tiene la humanidad para realizar acciones que sean ecológicamente seguras.
Según Andy Purvis (Natural History Museum de Londres) es preocupante que el uso del suelo ya haya puesto la biodiversidad por debajo del límite considerado seguro. Según él, los políticos se preocupan mucho de la recesión económica, pero una recesión ecológica tendría peores consecuencias y el daño a la biodiversidad que ya hemos realizado nos pone en riesgo de que eso suceda. "A no ser que devolvamos la biodiversidad perdida, estamos jugando a una suerte de ruleta rusa ecológica", añade.
Para realizar este estudio los autores usaron los datos recolectados por cientos de científicos a lo largo de todo el globo. Analizaron 2,38 millones de registros de 39.123 especies de 18.659 localizaciones. Entonces, los resultados de este análisis se usaron para estimar cómo ha cambiado la biodiversidad a lo largo del tiempo por cada kilómetro cuadrado desde que los humanos empezaron a modificar el hábitat en cuestión.
Encontraron que en los sitios que tenían muchas especies endémicas en los que se había apreciado en el pasado un pérdida de hábitats están ahora amenazados, pues muestran altos niveles de declive en la biodiversidad. Otras áreas, como las regiones de la selva del Amazonas que no ha padecido cambio en el uso del suelo, tienen todavía altos niveles de biodiversidad.
Los grandes cambios parece que se han producido en aquellos lugares en donde la mayoría de la gente vive, por lo que el estado de esas personas se verá afectado tanto desde el punto de vista físico como psicológico.
Según Newbold, para solucionar este problema debemos conservar las áreas de vegetación natural que todavía quedan y restaurar el uso del suelo que ha sido afectado por el ser humano.
Este grupo de investigadores espera que los resultados de su estudio sean empleados por las políticas de conservación, tanto a nivel nacional como internacionalmente. Para facilitar esta tarea han levantado unos mapas a partir de los resultados publicados en el artículo correspondiente que son de libre acceso a todo el mundo.
Artículo original en dx.doi.org.
Fuente: neofronteras.com