Sociología y comunicación
Candidatos españoles no aprovecharon los beneficios de la cibermilitancia
Se trata de poner en marcha una estrategia online diseñada desde el equipo de campaña con la que los usuarios de cada agrupación viralicen mensajes de sus políticos para llegar a otros ciudadanos y posicionarles mejor tanto en el 2.0 como en el voto final de la calle.
Utilizar un espacio tan amplio y democrático como Internet para lograr votos hacía un candidato, o lo que es lo mismo, servirse de la técnica de la cibermilitancia, aún está en pañales en España. Así lo afirma Juan Merodio conocido bloguero, conferenciante y consultor internacional en Marketing y Web 2.0 así como Redes Sociales.
«La cibermilitancia sirve para generar una red de alcance e influencia más potente en los políticos y sus partidos. Con esta estrategia, diseñada para ponerse en marcha meses antes de unas elecciones, se generan una serie de mensajes en las distintas redes para que luego sean replicados por la comunidad de votantes y por lo tanto lleguen a nuevos ciudadanos. Es integrar a los ciudadanos en el proceso de comunicación y marketing. Sería como el crowdsourcing en las empresas, y resulta de suma importancia su aplicación por los buenos resultados que consigue», explica dicho profesional.
Y es que esta técnica de comunicación política – muy utilizada en Latinoamérica, Estados Unidos o la India- cambia el modelo de mensaje pasivo político a mensaje empoderado por y para la opinión pública. «Con la cibermilitancia se da aún más valor al votante así como al ciudadano ya que creemos más a alguien similar a nosotros que al propio político, y más en los tiempos en los que vivimos», añade Merodio.
Para Merodio, salvo Podemos o Ciudadanos, y de manera tímida, el resto de partidos no está incluyendo esta táctica en la campaña de las generales y por tanto optando por un modelo tradicional de comunicación política.
«Excepto dichas agrupaciones, y de forma muy tímida, el resto no la están aplicando y por lo tanto siguen optando por el modelo político de ejercer control desde las redes jerárquicas del aparato a ordenarse en redes distribuidas igualitarias. Si en otros ámbitos de la vida todo cambia, la transformación digital también debe llegar a la política y a los partidos, deben evolucionar en procesos y flujos de trabajo. Al final cada partido debe ser como un gran cerebro lleno de neuronas, donde las neuronas son los ciudadanos, y no importa tanto el número como la calidad de las conexiones que hay entre ellos, esta es la clave», finaliza el consultor.
Fuente: Juan Merodio – juanmerodio.com