Informe 2015 sobre libertad de expresión en el entorno digital de la la UNESCO
El reporte destaca la importancia de nuevos actores promoviendo y protegiendo la libertad de expresión en el entorno digital. En materia de discurso de odio, el estudio destaca que las instituciones internacionales y los actores privados que modelan el mundo de las comunicaciones en línea han evitado brindar definiciones sobre el tema. En particular, las plataformas de redes sociales evitaron proponer reglas estrictas y procedimientos para identificar qué tipo de contenidos deben ser removidos.
Respecto de la protección de fuentes, uno de los principales hallazgos fue que la protección legal y regulatoria para las fuentes periodísticas está en riesgo de erosión y restricción. Si no se da un fortalecimiento a la protección legal y a la limitación a la vigilancia y retención de datos, el periodismo de investigación que se basa en fuentes confidenciales, será difícil de sostener en la era digital.
En relación a la responsabilidad de intermediarios, las recomendaciones se centran en la adecuación de los marcos legales. Las normativas y políticas que afectan la libertad de expresión y privacidad deben ser adaptadas contextualmente sin transgredir los estándares universales, así como también deben ser consistentes con las normas de derechos humanos, incluyendo el derecho a la libertad de expresión y contener un compromiso con los principios del debido proceso. El estudio también da cuenta de que las leyes, regulaciones y políticas públicas así como políticas corporativas son más compatibles con la libertad de expresión si se consulta a todos los actores afectados y se consideran sus puntos de vista.
Este informe es una muestra del trabajo continuo que UNESCO viene realizando en materia de libertad de expresión como tema clave de su agenda. En 2014, la organización presentó el Informe "Tendencias mundiales en libertad de expresión, situación regional en América Latina y el Caribe" donde se destacaba que, en los últimos seis años, la región ha cumplido con las condiciones básicas que garantizan la libertad de expresión y la libertad de los medios, aunque se podían advertir diferencias entre los 33 países. "Incluso en aquellos países que cuentan con fuertes marcos legales para regular este ámbito, la implementación todavía constituye un desafío", señalaba el estudio.
Fuente: observacom.org