Miscelánea

«Fernando González, velada metafísica» Grupo Teatral Matacandelas – Colombia

Una visión brechtiana, concebida a partir de un texto disparador que procura en el espectador profundos análisis. El subtexto colmado de emociones, humor costumbrista, realidad insolente, nos sumerge en un montaje destacable en el manejo histórico-realista, el cual se viste de minimalismo, de claro-oscuro cinematográfico, para atraernos con su temple escénico y trabajo actoral. 
Por: Julio C. Alcubilla B. 
Twitter: @editorglobal
Telf. +0412-200.53.90 (Venezuela)
El equilibrio interpretativo, el viaje interior, pareciese fue la apuesta del director Cristóbal Peláez. Esta obra para muchos es extensa, costumbrista, densa en su contenido, convincente en su teatralidad y en el discurso actoral o interpretativo. La defino como un montaje decididamente catártico-reflexivo, en el que el público se debate en una región de existencias costumbristas y posible aproximación universal, para desmenuzar temas políticos, sociales y culturales de nuestros tiempos y cotidianidad.
Intentando hacerme entender en mis iniciales razonamientos, me permito registrar la historia del personaje, que inspira al dramaturgo… Fernando Gonzáles, considerado "maestro" para muchos y poeta maldito para otros, en Colombia, es un personaje de la literatura, que un presbítero Daniel González, tomó como inspiración para una obra literaria… "San Fernando González, doctor de la Iglesia". 

FERNANDO GONZÁLEZ
Fernando González, no se mediaba para denunciar el "punible ayuntamiento" y declamar sus verdades entre el Estado y la Iglesia y la explotación del hombre por la religión. Una de sus obras, "El hermafrodita dormido", a nivel de una denuncia panfletaria, cruda, para muchos exacerbada para otros, es muestra  de su  antagonismo con la iglesia y la sociedad colombiana. Caracterizadas sus letras por ese tono cercano, franco, claro, contundente, directo, sin concesiones, de cierto modo elegante. Su prosa en tal sentido, era lanza que esgrimía en contra de la iglesia y la política colombiana, en la que se destacaba  ese fino acento llano, pleno de humor y sarcasmo, que arrancaba sonrisas y nos hacía cómplices de denuncias. Es probable que siendo yo un venezolano, ajeno de esas tierras, me pueda parecer identificar en su prosa la cotidianidad costumbrista de un país que no es el mío, pero por igual es probable que encuentre profundas semejanzas al mío...es probable que lo identifique como "paisano". 
Este intelectual, en su libro  "Cartas a Estanislao", como reza el dicho popular, no deja títere con cabeza y coincido con otros intérpretes, analistas o estudiosos de sus letras, que era un filósofo de la autenticidad. Así lo describe su biógrafo, el exmagistrado Javier Henao,  el cual destaca que el propio González fue certero biógrafo de Bolívar, Santander y del venezolano Juan Vicente Gómez… "las verdaderas universidades son los hombres".
Considerado por igual, "El Brujo", Fernando González, fue para muchos un  escritor de alta peligrosidad, porque obligaba a pensar, incitaba a ser íntegros, éticos, vivir sin temor al qué dirán. Su prosa no era acartonada o estilística, fina o mesurada, por el contrario, era tan castiza como contundente. 
Este es el entorno, la atmósfera que rodea la puesta en escena de la obra, "Fernando González, velada metafísica" del GRUPO TEATRAL Matacandelas –Colombia, dirigida por Cristóbal Peláez. Quizás considerar a Brecht como un eje conductor o marco conceptual, para el discurso actoral o trabajo de dirección teatral, permite que sustente mis argumentos en lo vínculos de la producción estética y teórico-política, que envolvieron a Bertolt Brecht y la revisión de la historia cultural latinoamericana del pasado siglo.  
Adentrarnos en tal sentido a una tarea plena seguramente de dificultades perceptivas, dentro de una revisión del proceso de "transculturación". Brecht  representa, para algunos aventajados estudiosos, con los cuáles nuevamente coincido, un primer paralelo con arraigadas y vigorosas corrientes de la tradición crítica latinoamericana. Apoyándome en sus planteamientos…  se trata de lograr una "re funcionalización, de las armas del amo para mejor combatirlo". 
Y esta idea de "transformación funcional" resulta particularmente pertinente pues considero que sitúa al arte, a la cultura, como una función, no como una sustancia ("cultura nacional", "espíritu", "occidente"), de modo que las manifestaciones han de ser evaluadas como los hilos de una red estratégica de relaciones, y no como algo a definir por su esencia intrínseca, recordemos la presencia en Venezuela de trabajos, método y técnicas brechtianas en la propuesta de  importantes compañías, como el grupo La Candelaria dirigido por Santiago García en Colombia. Considerando que el teatro colombiano es uno de los primeros y más radicales en librar la batalla contra el naturalismo costumbrista tradicional, prevaleciente en el teatro latinoamericano anterior. 
Para 1958 Enrique Buenaventura (1924-2003), que en 1962 fundó la primera compañía profesional de teatro en Colombia, el TEC (Teatro Escuela de Cali, más tarde rebautizado como Teatro Experimental de Cali), publica, en la importante revista Mito, un ensayo ejemplar, casi programático, titulado "De Stanislavski a Brecht". El ensayo diagnostica y propugna un editorial anunciado: el paso del teatro tradicional, brillantemente sistematizado por Stanislavski, a un nuevo teatro popular, esbozado en la teoría y práctica de Brecht. En el mismo se nos ofrece una crítica sintetizada en la tríada de "romanticismo, naturalismo y realismo", para luego enfrentarnos a una crítica de la doble identificación actor-personaje y actor-espectador… 
Encontramos en esta cita un deslizamiento característico de buena parte de la "recepción" de Brecht en el teatro latinoamericano: la superposición de rasgos vanguardistas. No puedo asegurarlo, hasta una próxima entrega, en las que se despejan algunas de estas interrogantes, en una entrevista exclusiva que sostuve con el director de "Fernando González, velada metafísica" GRUPO TEATRAL Matacandelas –Colombia, Cristóbal Peláez, pero tales revisiones a mi modo de ver,  sustentan ésta propuesta.
La cual valoro en la  presencia escénica de un elenco que propone  inteligencia, destacable en interpretación, unida a un dispositivo escénico minimalista, intimista, espectral, en el que se le permite conocer al espectador, a Fernando González, a su granja, ubicada en Otraparte, Envigado. La ilusión de un diálogo, entre el público y el personaje, gestado a partir de sus recuerdos y ruta de existencias. Los colombianos se sentirán que conversan en ese conversar divertido, satírico, sensual. Los latinoamericanos coincidirán con su prosa, el mundo reconocerá su temple y riesgo…cascarrabias, metafísico, príncipe de la iglesia, campesino, juez, diplomático…FERNANDO.

Fuente: Julio. C. Alcubilla b.-
TEATRO

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