Miscelánea
Domingo de Ramos en Caripito
Por: Julio Cèsar Alcubilla B.-
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La Semana Santa Viva de Caripito vivida por medio de La Fundación Nuestra Tierra y a un equipo de jovenes entusiastas y colaboradores, se inició al igual que en todas partes del mundo con la festividad del Domingo de Ramos, una fecha en la que creyentes y paganos, se concentran con el único estimulo de sentir y propiciar la fe. En su concepción litúrgica, esta festividad religiosa representa la entrada triunfante de Jesús, el hijo de Dios que se hace presente en el pueblo de Israel como imagen proyectada del pueblo del mundo, para aportar el mensaje de paz, reconciliación y hermandad. Las palmas benditas representan lo que en la antigüedad simbolizaba la gloriosa bienvenida del Rey, pues en la antigüedad se recibía a los reyes con ramas de olivo.
Jesús entra al pueblo de Israel como entra al pueblo de los creyentes y en Caripito, La Nueva Jerusalén, se hace impulsador de unión, fuerza, espiritualidad, compromiso y entrega de un pueblo que durante más de 48 años, se entrega a conmemorar una fe viva que recorre la emoción generadora y valor trascendente. Surge así una de las primeras representaciones religiosas y culturales de Venezuela, la cual fue emanada por la iniciativa del Monseñor Rafael Pérez Madueño, pues en su tierra natal de Málaga-España toda la vivencia y el recorrer de los pasos bíblicos, fue inspiración que se traslada al estado Monagas en Caripito, y en la que más de 300 actores llegan a unirse en una festividad única en América Latina.
Entrevistando a José León el Cristo de Caripito, sus primeras consideraciones conceptualizan la Semana Santa de Caripito como una ventana al mundo, para que la gente reconozca y vea la cultura de su pueblo. En su rol de Cristo comenta que representar a la figura más importante de la cristiandad, es vivir con intensidad todo el peso de la fe cristiana que se hace aporte a sus amigos y familiares, como una razón para compartir valores y creencias.
La festividad de Domingo de Ramos de Caripito, se inició en el sector Los Cerritos, una de las zonas más populares, rica en población y compromiso. Todos sus habitantes en las puertas desde sus casas adornaban sus portales con imágenes religiosas iconoclastas, muchas de ellas el rostro de Cristo y otras con la paloma de la paz. En todos los hogares que pude constatar en mi recorrido visual, los rostros de los pobladores nos hablaban de fe, de esperanza, de participación, en definitiva un pueblo que trasciende más allá de las limitaciones económicas, políticas y sociales para vivir su devoción.
Se inició la procesión del sector Los Cerritos hacia Caripito Arriba y la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, un recorrido aproximado de 3 kilómetros, en el cual Jesús en compañía de los pobladores, turistas, visitantes y feligreses, nos hizo participes de un acontecimiento que supera lo religioso para transcender en lo humano, pues todos nos uníamos en esta devoción. Las palmas aun no benditas servían de marco para nuestro recorrido a modo de un camino repleto de ilusiones y muy probablemente de contradicciones. Al llegar a la iglesia Cristo fue recibido por el pueblo como por igual es recibido a través de nuestra fe, como el conductor de nuestra esperanza.
Así se construyó una semblanza en la que un pueblo nos hizo participes de una fe viva, permitiéndonos ser uno más de sus casas. Una vez más la fundación Nuestra Tierra se hizo presente con la única misión de brindar un apoyo a la transcendencia y divulgación de un pueblo en su devoción, legado de Venezuela para el mundo.
Fuente: Julio C. Alcubilla B.- negocios y mercadeo
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