Algoritmos que liberan el poder de células vivientes
¿Qué pasaría si pudieran crear un artículo de vestimenta o joyería con propiedades medicinales que ayudara a combatir el cáncer, o desarrollar un material de construcción que se repare por sí solo o empiece a biodegradarse en un momento predeterminado?
Esas ideas parecen ser muy exageradas, pero alrededor del mundo, biólogos sintéticos, diseñadores, investigadores e incluso desarrolladores, trabajan en dar vida a esas ideas, y otras parecidas, a través de un proceso llamado bio-fabricación.
En su nivel más básico, la bio-fabricación se trata de manipular los pequeños engranes de la computación que ya existen en células vivientes, y usarlos ya sea para generar nuevos comportamientos a nivel celular, o para generar materiales con las propiedades deseadas. La TED Talk de Suzanne Lee, diseñadora de modas en el Reino Unido, provee un buen ejemplo de algunas de las aplicaciones.
La bio-fabricación se encuentra en crecimiento con potencial y muchos de los involucrados, o con quienes están dispuestos a involucrarse, se reunieron en la ciudad de Nueva York para la primera conferencia de bio-fabricación. Entre aquellos que se encontraban ahí, algunos son amigos de Microsoft.
El evento es creación de Lee, con ayuda de Tereza Nemessanyi, empresaria residente en Microsoft. El trabajo de Nemessanyi es adentrarse en las tendencias de la comunidad de emprendedores y la bio-fabricación era algo que parecía interesante en especial. En su potencial completo, Nemessanyi dice que la bio-fabricación podría tener implicaciones para la gama completa de tendencias tecnológicas, desde tecnología wearable y sensores, hasta Internet de las Cosas y la nube.
Nemessanyi dice que las compañías que están involucradas en la bio-fabricación están «creando piquetas y palas para la fiebre del oro de mañana».
El trabajo de Andrew Phillips entra en esta categoría. Phillips, quien dirige el grupo de Bio Computation en el laboratorio de Cambridge en Microsoft Research, presentó en Biofabricate algunos de los últimos trabajos de su equipo, los cuales tratan acerca del desarrollo de algoritmos y herramientas de software que su equipo y compañeros biólogos podrían usar para reprogramar el ADN, y crear comportamientos más complejos en células vivientes.
Entre las herramientas que el equipo de Bio Computación creó es un simulador que da un paso hacia adelante y permite a los biólogos sintéticos diseñar un código de ADN.
Phillips describe su investigación como una expansión de la experiencia de Microsoft en el cómputo basado en silicio y las experiencias de programación de software para incluir el cómputo biológico y la reprogramación del ADN. En esencia, sería como crear la versión biológica de Visual Studio, la herramienta de desarrollo de software de la compañía.
Las posibilidades han capturado la atención e imaginación de mucha gente, como Asta Roseway, principal diseñadora de investigación en Microsoft Research, y diseñadora del Printing Dress. Por su parte, Roseway tiene una curiosidad especial acerca de cómo lo bio-fabricación pudiera impactar la computación wearable, y la bio-retroalimentación. Con Roseway, también estuvo presente en el evento Erin Smith, Artista Visitante de Microsoft Research.
De manera reciente, Smith volteó las miradas hacia ella con la creación de un vestido de bodas hecho de hongos. Desde que se unió a Microsoft Research, ha puesto su atención en combinar computación wearable con la bio-fabricación para crear dispositivos que ofrezcan ciertos beneficios de salud. El trabajo de Smith es un especulativo diseño de estudio con la intención de provocar conversaciones alrededor de este futuro especulativo en términos de diseño, uso, y posibles implicaciones de dispositivos útiles y bio-integrados.
Para este fin, Smith presentará algunos de sus trabajos en Biofabricate, entre los que se encuentra un amuleto diseñado para ayudar a combatir el cáncer.
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Fuente: microsoft.com