La innovación: una responsabilidad de toda la empresa
La incorporación de soluciones tecnológicas, dentro de una compañía, dejó de ser patrimonio del CIO: esta es una enseñanza que nos deja el año que termina y una tendencia que se afirma para el que sigue. Las grandes áreas de innovación que están afianzándose, como la nube, la movilidad, big data o las redes sociales, producen un impacto estratégico en las organizaciones, en el negocio, en la forma de operar. Por eso, es imprescindible que desde el CEO hasta las diferentes áreas trabajen en su implementación.
¿Qué papel juega el CIO en todo este proceso? Uno fundamental. Por un lado, es el responsable de lidiar con la complejidad. La incorporación explosiva a la que hemos asistido en los últimos años de tecnologías, plataformas, procesos y herramientas construyó un panorama de IT extremadamente complejo. Sin embargo, las mencionadas innovaciones requieren de todo lo contrario: agilidad.
Una empresa que no puede innovar velozmente, pierde la carrera. Es desafío del CIO, entonces, trabajar para ser cada vez simples, dejar de invertir la mayor parte de su presupuesto en mantenimiento y pasar a invertirlo en innovación, con la tecnología como facilitador de procesos. Del mismo modo, deben apuntar con fuerza a erradicar la obsolescencia de las infraestructuras de IT: herramientas tecnológicas del pasado que se convierten en la gran sombra durante las batallas diarias, en las grandes consumidoras de presupuesto, de esfuerzos y de recursos. En definitiva, en el ancla para el crecimiento y la modernización.
En todos los casos, los objetivos deben ser de negocios, no estrictamente tecnológicos. No se trata de «instalar un software», sino de producir beneficios concretos y duraderos para en la organización. La implementación de soluciones de inteligencia de negocios y de CRM debe apuntar, por ejemplo, a producir un cambio cultural que lleve al cliente al centro de la escena. Otro caso relacionado con este «centrado» en el cliente: la participación activa de las empresas en las redes sociales y la generación de un diálogo directo con un consumidor extremadamente bien informado y que demanda respuestas en tiempo real. En este caso, el CIO es responsable de evaluar el potencial de estas herramientas y de adaptarlas a los negocios.
A lo largo de los años, las empresas acumularon enormes volúmenes de datos: transacciones, correos electrónicos, imágenes, documentos… Hoy, big data permite el análisis inteligente e instantáneo de todo ese bagaje y lo convierte en información útil para obtener conocimientos determinantes a la hora de tomar decisiones empresariales. Si bien desde hace un tiempo este concepto ha demostrado ser eficaz, se espera que en 2015 su implementación en las empresas tome aún mayor impulso.
Respecto de la simplificación, la nube se posiciona como un punto esencial. De nuevo, la mirada debe estar puesta en el negocio: se trata de un modelo flexible, que permite sumar herramientas tecnológicas de manera veloz y evitando costos iniciales de infraestructura y de licencias de software. Esto permite al CEO y a sus colaboradores alcanzar objetivos de negocio de manera eficaz.
Otro gran desafío para las empresas en este año que comienza es el de la captación y retención de talentos del universo que se conoce como Generación de Milenio, Generación Y o, simplemente, millenials. Se trata de la línea de trabajadores que nació al amparo del universo digital y que, poco a poco, se constituye como el 45% del total de la fuerza laboral. Utilizan las redes sociales en su vida privada para relacionarse, colaborar, comunicarse y acceder a la información y pretenden replicar esa experiencia en sus ámbitos de trabajo. En este caso, el CIO, en conjunto con el líder de recursos humanos, debe desarrollar un marco de trabajo que resulte tentador para que estos jóvenes elijan a cada momento (porque también son muy ágiles para dar saltos laborales) quedarse en la empresa.
El 2015 nos augura que la época en que la tecnología dentro de la organización estaba conminada a las salas de cómputo y a las decisiones de un gerente de sistemas quedó definitivamente atrás. Hoy, la incorporación de innovación en la empresa es responsabilidad de todo el personal, desde las líneas gerenciales hasta los propios usuarios, que con su retroalimentación y su experiencia como consumidores de tecnología pueden aportar su grano de arena para optimizar el funcionamiento.
(*) Raiza Morales es Directora comercial de SAP Venezuela.
Fuente: Raiza Morales (*) – sap.com