¿»Tequila o Ron «?…latitudes de la escena

El Director

El desequilibrio social como escusa interpretativa, quebranta la visión optimista gestada en la esperanza panfletaria, proponiendo el reequilibrio social político y económico de nuestro país. Sin lugar a dudas, quienes vean ésta obra, no dudarán en reír y afirmar, que la reconquista de nuestros valores, además de la fe, pasa por la acción por encima de la censura y protesta, proponiendo la reflexión. Es una obra que elude a la  abundancia de textos y momentos reflexivos y que nos sumerge en el drama, la comedia, la tragedia, la tragicomedia, el melodrama. Exponiendo una contextualización, conjunción y exposición, que nos llevan a una revisión del subtexto. Pleno de sensibilidad reflexiva, de conflictividad crítica, de reconocimiento de lo que hemos sido, somos y de incoherencias o diacronía, en el espectador acucioso.

El texto estudiado por el Director José Jesús Gonzáles, propone todas las claves interpretativas de La Comedia del Arte, acentuadas en la inmejorable interpretación de la actriz Verónica Cortéz como (Carlota). Resultando un suceso fenomenológico, que invita al espectador a revisar a través del humor y la sátira, su posición de involucrado o no.

El trabajo de dirección por otro lado, la forma dramática del texto, propone una secuencia de actos que se unen en el trabajo interpretativo de ambos actores. Profundizando la experiencia al lograr evidenciar los recursos histriónicos: tiempo, espacio y acción, nos permiten contextualizar como espectadores, la naturaleza dramática del elenco. El elenco en sus entradas y salidas, en el tono de determinada réplica, el dinamismo de su concepción interpretativa, la estructura gráfica propuesta en sus parlamentos; en las que la máscara teatral… conecta con el espectador.  Lo comprometen  fundamentalmente en un comienzo, a través de la jocosidad, hasta alcanzar emociones incontroladas por parte del público, logrando un viaje de existencias compartidas.

Cada acción es una unidad en sí misma, que en el caso de éste montaje guarda relación con las que preceden o continúan. Identificando sin embargo, que cada secuencia expresada de forma copulativa, es captada por el espectador de manera múltiple y divergente. En cuyo caso, el director propone y logra enraizar la fuerza interpretativa del elenco, alcanzando sean lectura del público, las múltiples formas de la dramaturgia contemporánea, trasladas a la interpretación: descripciones, parábolas y metáforas, frente a los modos de actuar.

Por otro lado, el conflicto, eje central de la propuesta dramatúrgica, teje una malla sutil aunque determinante, de un drama de voluntades, que invitan al espectador a profundas reflexiones, diluyendo la postura antagonista de los protagonistas y la acción. Surgiendo así, los géneros dramáticos presentes en la obra, los cuáles logran un mayor énfasis en el trabajo de Verónica Cortéz.

Ésta actriz nos pasea sin titubear y casi sin tiempo de transición, en los grandes géneros interpretativos: el drama, la comedia de carácter realista, la tragicomedia, el melodrama. La tragicomedia que proviene del drama a su vez, que vive Carlota, sorprendente acierto que nos permite unirnos a una mezcla de elementos trágicos y cómicos, en los que confluyen sarcasmo y parodia, de acentuada carga psicológica.
Por su parte, Henry Soto, destaca en su rol por esa interpretación de carácter contenido,  emocional, reflexivo, intimista. El melodrama por igual, le conecta al espectador, en comprometida visión de Henry Soto. A través de "Diego", Henry, nos ofrece sus pasajes sentimentales, las tonadas del maestro Simón Díaz, las reflexiones, el amor por la patria y sus costumbres, como catapulta de añoranza. Canto, música y reflexiones, nos cubren y por momentos nos atormentan, llenándonos de sentimientos. Soliloquios que se transfiguran en "Aparte", para intervenir al público, nos despiertan de nuestro letargo no reactivo como sociedad oprimida, que se ha ido acostumbrando.

La historia del teatro, llevada a la escena
Al analizar las claves interpretativas de ¿"Tequila o Ron?, pudiésemos asociarlas en primer lugar, al enfoque utilizado por Erving Goffman, en su teoría del estudio de la interacción social y en particular, su enfoque dramatúrgico y su propuesta de "los marcos". Goffman, afirma y aplica las metáforas teatrales, con el propósito de representar la manera en que los individuos actúan, entre sí mismos y ante los otros: la interacción social como performance, los rituales de la interacción, según los cuáles se produce el encuentro con las microestructuras de significado. Haciendo posible la expresión de la persona, del elenco en las macroestructuras y los significados que le dan vida a su cultura. Surgiendo así los esquemas interpretativos que simplifican y condensan la realidad social, la selección y codificación de las situaciones y eventos, en relación con el medio en que se desenvuelve el actor. En la obra ¿"Tequila o Ron?, ambos actores proponen una revisión de tales aconteceres, a partir de su interpretación.

Por otro lado, por igual, se encuentra presente Michael Chekhov, en su técnica del "Gesto Psicológico". Según el cual los movimientos físicos de los actores, han de expresar la psicología, pensamiento, sentimientos y voluntad, del personaje que interpretan. Al parecer ambos actores, toman a diferentes maestros para lograr su propósito, en el caso de Verónica Cortéz, subraya en su interpretación, lo que Lee Strasberg, proponía como un conjunto de técnicas, que permitían el desarrollo adecuado de cada personaje. La actriz se crece en sí misma, a partir de sus pensamientos y sentimientos, los cuáles dona al personaje que interpreta.
Otra referencia a tomar en cuenta, para el espectador versado y acucioso, es que ambos actores en las escenas que suponen un alza interpretativa, las cuáles traducen en momentos de teatralidad, que convencen y atrapan al espectador, esas de contenido reflexivo, pudiesen estar enmarcadas en las teorías de Viola Spolin, en su técnica basada en la improvisación. Un conjunto de ejercicios o juegos, que irrumpen en la escena y liberan la creatividad. Ayudando a los actores en su proceso de concentración y ulterior entrega interpretativa.

Precisiones Interpretativas
El ritmo se hace uno y conduce al juego jocoso, satírico entre el público y la escena. Los pretendidos acentos mexicanos, alternan con el costumbrismo contemporáneo venezolano. Una muestra de teatralidad, en la pretendida búsqueda de lo natural interpretativo. Lo revisable en una primera lectura de la interpretación de Henry Soto y su personaje Diego, es el uso exacerbado de las vulgaridades criollas. Pretendido recurso comúnmente utilizado en nuestros puestistas, para lograr anclaje con el espectador y producir la risa fácil. Las groserías en el caso de ésta pieza, pareciesen ser muletillas, que soportan la carga expresiva del actor.

Los desplazamientos escénicos, pocas veces cercanos en los actores, siempre colocan las dos visiones de su microcosmos. Verónica Cortéz, logra que su objetivo y el súper objetivo, sea vital, emergiendo desde la selección de su manejo histriónico, hasta la localización del subtexto. Logrando especial hincapié, en los parlamentos disparadores de reflexiones. Como lo apuntaba John Strasberg, hijo de Lee Strasberg, las leyes naturales de la creatividad para el actor: el pensamiento natural y orgánico, la ley del sentido de la verdad, la ley de la transformación y la ley del amor, están presentes en su trabajo.

El actor en tal sentido ha de liberarse de lo material, su motivación ha de ser interna y fruto del amor. Verónica Cortéz, como Carlota, lo expone fundamentalmente en sus monólogos, en los cuáles se ponen de manifiesto esa transmutación interior, que se evoca como catarsis, en un acto de autorrealización. Liberándose de sus máscaras teatrales, para ser de éstos monólogos, un espejo de su mundo interior.

En líneas generales, entender éste montaje desde el punto de vista etnoescenológico o penetrar en aquellos aspectos en los cuáles precisamos comprender que impulsa la acción; notamos que en ambos actores, más en una que en el otro, entre los aspectos claves de su interpretación, se destacan en primer lugar, la performatividad, o como hacer cosas con palabras. En particular por la tipología de los enunciados performativos, con mayor énfasis en los percolocutivos, o aquellos enunciados que permiten identificar, que sea la conducta histriónica, en el caso de la interpretación actoral, la que cause la frase.

Esto nos lleva por igual a una relación simbiótica con el espectador o de empatía. En la puesta en escena, la figura de "El Entremés", la cual es una especie de pantomima de carácter jocoso, permite romper la cuarta pared. En el caso de ésta obra, es utilizada como recurso expositivo de anclaje con el espectador. Sin ser extrapolado, sino justo y fino, en su densidad expositiva.

Por último y no menos destacable, la escenografía minimalista, forjada a través de fotografías y reproducciones de las figuras del cine Mexicano y artistas: Frida Kahlo, María Félix, Pedro Infante, acompañan al centro, una pantalla en la que se proyecta, a los dos actores en la escena, en diferentes épocas. El suelo flanqueado por una alfombra étnica, a la derecha de escenario, al frente del espectador, una silla colonial de hacienda venezolana, repujada en cuero con ornamentos virreinales. En la misma, ondea la bandera de Venezuela…ésta silla tiene un extremo quebrado, la cual hace tambalear en su equilibrio, a los actores que son hijos de la Venezuela actual. Simples elementos semióticos, para una obra de actores. La iluminación solo una referencia al igual que el vestuario… Un teatro para su deconstrucción, un mensaje para ser digerido, una realidad que no podemos permitir que nos envuelva…esto es  ¿"Tequila o Ron?.