¿Tequila o Ron? para el Cabrestero… por el valor de ser venezolanos
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El pasado 18 de junio, el Teatro Urban Cuplé del CCCT (Centro Ciudad Comercial Tamanaco), en Caracas, abrió sus puertas, para una experiencia nunca antes vista en Venezuela. Éste servidor la había visto en España, donde nació el concepto, pero que al igual otros países como Estados Unidos, Argentina, Colombia y México, la han considerado; presentar ante el público piezas teatrales que duran un cuarto de hora. En Caracas Teatro de 1/4, propuso ser un espacio en el que confluyó el teatro, la música y la gastronomía. Sin duda alguna un proyecto ambicioso, en el cual 18 obras teatrales de 15 minutos cada una, las mismas fueron disfrutadas por el público durante cuatro semanas de manera simultánea.
¿Tequila O Ron? para el cabestrero, es una historia que ofrece una hermosa revisión, producto de un texto de Gennys Pérez. Henry Soto (Diego) y Verónica Cortéz (Carlota) de connotada factura interpretativa, junto a Leonel Guzmán (Productor), me concedieron ésta exclusiva, antes de ver la obra, la cual reseño en estos momentos por nuevas iniciativas pronto a descubrirse con éste montaje.
Desde 2009 en varios países del mundo, se sigue ésta tendencia del microteatro con notable éxito, ¿Qué impone la misma en cuanto al abordaje dramatúrgico y la propuesta actoral?
Verónica Cortéz.- "Sabemos que ésta ha sido una propuesta que se ha hecho en países como España, Estados Unidos, Colombia, Argentina y con mucho éxito; y ésta es la primera vez que la vemos hecha en Venezuela. Los gestores de la misma, Robert Chacón y Dairo Piñeres, nos hicieron una convocatoria a los teatreros de mayor trayectoria que existen en el país; específicamente el acento fue la dirección. Invitaron a 18 directores de trayectoria en Venezuela, éstos buscaron su texto y a sus actores; pero la temática es disímil. Cada quien tiene una temática diferente y es enfrentada a lo largo de una gran gama de géneros".
Desde hace algún tiempo se percibe que nuestros directores han sido puestistas notables, pero se ha perdido en gran parte de sus propuestas teatrales, el discurso, la palabra como esencia del trabajo actoral, lo que reconocemos como teatro de autor. Si a esto le unimos la realidad de lo que significa el nuevo espectador, probablemente un tanto superficial en sus análisis, mayormente ganado a reírse que a analizar, menos incisivo, más comercial… ¿Ésta alternativa, éste formato, no pudiese brindarle mayor protagonismo a un trabajo teatral menos argumentativo, más improvisado?
Verónica Cortéz.- "Estoy viendo todas las propuestas, a pesar de que no pierden el hecho de que quieren ser comerciales, considero que todas apuntan a un trabajo agudo".
Leonel Guzmán.- "Todas no, pero sí su gran mayoría, para muchos manejar ese tiempo de quince minutos, pudiese orientarse a llevar a cabo un teatro más comercial, no al del verbo o teatro de autor. Pero en su mayoría han tratado la parte actoral, desde la perspectiva de ser lo más serio del teatro; no llevarlo tan a la ligera".
Verónica Cortéz.- "Por ejemplo tenemos a la obra de Iraida Tapias, "El mar lo que se llevó", estoy segura de que es una pieza de un contenido muy profundo, inmersa en el drama. Por otro lado, Daniela Alvarado, nos presenta una obra "Nosotros", muy conmovedora. Hay otros directores que ciertamente muestran un trabajo más comercial, como "El Sauna". En el caso de nuestra obra, es una hermosa muestra de las dos cosas: porque es una comedia, con un contenido bastante agudo, la gente se ríe, pero termina llorando, toca la reflexión del espectador".
Leonel Guzmán.- "Está completamente vigente, porque se trata de lo que estamos viviendo los venezolanos en éste momento".
En éste nuevo formato, pareciese develarse que el ojo del público fuese como un objetivo de un lente cinematográfico; en el que de alguna manera por éste acercamiento, la respiración actoral se supone estar muy cerca del espectador. Esto permite un ejercicio de alimentación y retroalimentación entre el elenco y el espectador, ¿Cómo interpretan ésta penetración colectiva?
Verónica Cortéz.- (risas)…" No tengo ningún problema que el espectador me penetre y yo penetrarlo…en efecto existe como una diatriba entre los dos personajes. Son dos personajes que motivados por las razones que estamos viviendo en el país, deciden emigrar a México. Mi personaje es como la de una sobreviviente, que como buena mujer venezolana, es capaz de adoptar cualquier modalidad o circunstancia, modo de hablar, costumbres, con tal de sobrevivir. Y su pareja, el otro personaje, tiene un arraigo profundo venezolano".
"En tal sentido, por una parte podríamos encontrarnos con la tristeza, debido a lo que está pasando realmente en nuestro país, que mucha gente valiosa se está hiendo. Pero lo positivo es el amor profundo que muchas personas sentimos por Venezuela. Los que nos quedamos aquí, porque queremos seguir trabajando acá, aquellos que por igual regresan porque guardan todavía una esperanza y le quieren echarle pichón a lo que está pasando en el país… ésta lectura podría ser positiva o negativa, pero en lo particular, siempre la veo en positivo".
Leonel Guzmán.- "Es lo que está sucediendo en el país, el proceso de emigración, no solamente revisando a los que quedan aquí en Venezuela, que parte de sus familias, se van a afuera. Sino incluso, estando afuera, existen personas que no se adaptan. Lo que puede ocasionar rompimiento por la falta de adaptación, a un nuevo sistema de vida o cultura".
¿En éstos quince minutos, el trabajo de interpretación actoral, no supone que en el formato del microteatro, la entrada es lo más excluyente. Que el cuerpo real de la obra, se haya en el medio, para motivar luego el desenlace. Y éste desenlace ha de ser el que genere mayor impacto al espectador?, ¿Una obra que propone ese rasguño en la sensibilidad del venezolano, puede de alguna manera caer en la sensiblería pacata?
Verónica Cortéz.- "Existe un tema de reflexión, obviamente, porque quien escribe esto, la dramaturga, es muy profunda, de gran agudeza, sobresaliente por su inteligencia. La misma expresa en ésta obra un contenido muy reflexivo, que se dirige a la conciencia del espectador. En lo referente a las emociones, uno trabaja con ellas y el público si se sensibiliza y sale llorando, es porque se conecta con sentimientos que logramos aflorar".
¿En dónde colocan como elenco, mayor énfasis cuando desmantelamos la interpretación actoral, considerando quince minutos en la escena y un texto que aboga por la profundidad reflexiva?
Verónica Cortéz.- "En definitiva éste es un ejercicio impresionante, por ser un desarrollo muy rápido y la fuerza emocional ha de ser expedita. No tenemos muchas pautas para desarrollar emociones. Me considero una actriz muy intuitiva, percibo lo que me va dando el texto y los códigos que me brinda, además de lo que el trabajo me va aportando. Existe una parte de comedia que luce bastante ingenua, en la cual se puede distinguir un poco de comedia física, un poco de clound. Que luego se va transformando hasta terminar en un drama, con otra atmósfera o expresión, el personaje va cambiando".
¿Éste trabajo pudiese en algún momento haberles hecho reflexionar, que aún no se ha concretado, existe algo que el público les puede legar o los quince minutos han bastado, para desarrollar a plenitud su propuesta?
Verónica Cortéz.– "Obviamente, es este un proceso que apenas se inicia, llegas a la sexta función. A nivel de mi personalidad, me considero una mujer muy sencilla, bastante neutral. Mi fascinación es cuando alcanzo al personaje y puedo caracterizarlo, mi gran placer como actriz es la caracterización. Inclusive me han dado siempre roles muy fuertes, he hecho grandes malvadas. Siempre existe una transferencia personal, que uno cede al rol o papel que desempeña. En éste trabajo me he preguntado que tengo yo de Carlota y hay muchas cosas que reconozco tengo de ella. Casualmente siempre existe algo del personaje que tengo yo, incluso lo llevo a un plano terapéutico; es una manera mía de conectarme, hasta con los personajes muy oscuros que he hecho".
Henry Soto.- "Lo principal en mi caso es el texto, no podemos hacer nada si el texto no nos ayuda. Tenemos la suerte de contar con un texto maravilloso, que la misma escritora resuelve y lo hace muy bien. De parte nuestra existe toda la técnica que podamos tener para enfrentarlo. En lo personal es primera vez que hago éste tipo de teatro breve; en un comienzo no te miento, me sentí bastante asustado al respecto. Sin embargo, poco a poco me he dado cuenta con la respuesta del público, que es maravilloso éste formato".
"Casualmente yo tengo mucho de éste personaje, en un principio cantar e interpretar temas de Simón Díaz, para mí es extraordinario, pues crecí en una familia musical, mi padre era artista. Yo comienzo a empuñar el 4 con él y hacíamos tertulias familiares, de arpa, cuatro y maracas. En tal sentido uno de mis pilares fue Simón Díaz, el cual considero la simbología de Venezuela, y lo vez en el llanto que causa nada más al oír sus temas".
"Estamos transcurriendo en un momento en Venezuela, social y político bastante crítico, en el cual el venezolano se ha encontrado con una gran cantidad de cosas, con las cuáles no estamos acostumbrados. Por esta emigración loca, comenzamos a entender la dureza que tuvieron que enfrentar todos aquellos inmigrantes que llegaron a nuestro país. Desde la post guerra, los cuáles fueron tan bien recibidos que han respondido, haciendo mucho por nuestro país. Ambos en ésta pieza, estamos dando el todo por el todo. Han existido momentos en los que no he podido terminar de cantar, porque se me quiebra la voz. Porque la energía que hay en el público es tal que nos arrastra a ambos, de mí existe un 80% en éste personaje y el otro 20%, es el que está consciente, pero los dos son sensibles y están llorando".
"En lo referente al manejo del texto y a la interpretación, sin duda alguna la premura, el factor tiempo que en el teatro nunca ha sido una pared, aunque han ido reduciéndose siempre los tiempos, porque todo está como más rápido ahora. En tiempos del teatro clásico, haríamos obras de tres horas y media, que nos las aguantaría nadie. Lastimosamente estamos acostumbrando al espectador, a ver obras más rápidas, a ser más breves. Personalmente en tal sentido, lo que más me angustia de éste trabajo, es esa premura en la que pensamos que no nos damos el tiempo, acostumbrado para lograr nuestras transiciones. De buscar los sentimientos y comenzar a prepararte, para una escena que viene posterior a la que estás haciendo, es muy rápido; aunque es un ejercicio maravilloso. Por el que estoy seguro que de aquí vamos a salir siendo mejores actores y actrices, todos. Porque lo comentaba con varios, que éste formato del microteatro, era un trabajo para actores y actrices consagrados; aquí no puede haber principiantes".
Sin embargo en las experiencias de España y México, específicamente en España donde nace éste formato. En un antiguo prostíbulo español, se consideró a actores nóveles no a grandes figuras; con una temática más direccionada, basada en sus primeras etapas, en la sexualidad y su revisión. Por otro lado en México, toman cada mes un tema específico a desarrollar, con talento nuevo y figuras consagradas, ¿Qué opinión les merece esto?
Verónica Cortéz.- "La mayoría de los actores y actrices que trabajan en las producciones del microteatro en Venezuela, son profesionales. No se han arriesgado con plantilla actoral nobel".
Henry Soto.- "Dije principiantes no actores jóvenes, porque todos hemos sido actores jóvenes en algún momento; me refiero a que deben ser actores formados. No existe tiempo para perder, cada segundo es una herramienta y si no la tienes, pues pierdes el tiempo y el público más…"
Hoy en día insisto, se le está otorgando mayor posibilidad de salas de teatro a los montajes comerciales, al entretenimiento de corte sexista, con muy poca observancia para el gran teatro del mundo. ¿Cuál piensan sea el destino del microteatro, si se llegase a observar que es una herramienta, que en aquel espectador acostumbrado al teatro formal, al teatro de actor, no encuentre empatía, con éste formato?
Henry Soto.- "Definitivamente el teatro que mencionas, el teatro de autor, el gran teatro, jamás va a desaparecer. El microteatro es una opción, otra vía o una arista, no creo que perdamos la esencia, las historias largas, profundas; aunque esta nuestra es muy breve pero muy profunda. Sin embargo, no llegas a profundizar el tema, no terminas de decir todo lo que quieres, o el personaje no termina de decir todo lo que quisiera. Tanto es que estamos pensando en la posibilidad de alargar ésta obra, es una posibilidad, sin embargo no creo que sea la única alternativa".
Verónica Cortéz.- "En todo caso esto es como un guiño a ese espectador, que de pronto con la excusa de tomarse un trago o compartir con amigos, oír música, también puede consumir teatro".
Leonel Guzmán.- "Es para un público que no tiene cultura del teatro, brindándole esto la posibilidad de conocer éste mundo, ver las distintas opciones. En nuestra puesta en escena, el director la llevó semióticamente, lo más preciso a lo que el libreto definía como tal. El texto te dice que es un apartamento totalmente vacío, donde se desarrolla la acción. Vamos a tomar esto en cuenta y utilizamos los elementos menos posibles. Más que escenografía, son elementos escénicos, los que utilizamos. Existe por otro lado, una propuesta y estética del director José de Jesús Gonzáles".
Henry Soto.- "Nos estamos acostumbrando lamentablemente al minimalismo, la escenografía le ayuda absolutamente al actor; aunque la ausencia de ella, propicia en el actor, mayor despliegue creativo. Nos estamos desarrollando más creativamente, pero a la par estamos perdiendo por igual, a trabajadores o especialistas. Porque al no haber televisión, ya no existen plazas de trabajo".
Fuente: Lic. Julio C. Alcubilla B.-
Teatro en Crítica