Dairo Piñeres Director de «Longanizo»
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Dairo Piñeres tiene en su haber más de 100 obras, ganador del premio nacional de teatro en Venezuela, para el 2006, Profesor de La Unearte y de La Escuela Superior de Artes Escénicas, "Juana Sujo". Su concepción teatral parte de la investigación y un proceso reflexivo acunado en más de 20 años de preparación continua, que luego se transforma en catapulta disparadora de esa creatividad "sensualista", que captura por lo general al público.
¿El proceso introspectivo, para comprender el psicodrama en "Longanizo" y mantener ese equilibrio entre el texto de Néstor Caballero, la escena, la propuesta histriónica y finalmente el espectador, como fue llevado?
"El Director en este caso es un canalizador de la energía que se haya en tres puntos: la del actor del mensaje, la de Néstor Caballero y la del espectador; es el trabajo de que esto fluya. Evidentemente Néstor Caballero, hace una investigación pragmática del héroe Simón Bolívar; Alexander Rivera, hace una investigación de lo que es el personaje y como éste personaje se asocia en sus propias vivencias y el público hace una investigación no conceptual, más bien práctica, en el momento en que trascurre la acción de lo que es el héroe Bolívar. Para la unidad de éstas tres aristas, el director canaliza la energía de éste héroe y considero en lo personal que lo estamos logrando, porque existe una conceptualización de la esencia".
Sin embargo para éste servidor social, existe un tema que en lo particular me preocupa, al revisar el contenido general del psicodrama. Éste en las Artes Escénicas, tiene la intención de develar el yo que se ejecuta en el rol o los roles. Su verdad como ser humano nutrido a través de los estadios existenciales que lo modelan. Lo veo como un proceso de catarsis que puede llegar a ponerse de manifiesto a través de la ejecución del rol. Y luego posteriormente la intervención de parte del director, para que ésta energía no trascienda desde una sola atmósfera, sino que se inmiscuya en la concepción del autor y su obra.
Dentro de éste contexto, me parece que existe una lucha entre lo percibido por el espectador, lo analizado por la dirección y lo planteado por el actor. Existen recursos los sabemos… Konstantín Stanislavski propone, Jerzy Grotowski propone, otros muchos aluden proponer…Anteriormente tocaste un tema para explicar esto, en el que concebiste que el alma era un escenario para mostrar el amor. Pero el amor muchas veces viene por contraste no propiamente del sentimiento puro, también proviene de la sensualidad, o de la búsqueda extremada del paroxismo sensitivo, muchas veces caótico, ¿es ésta tu intención?
"Creo que efectivamente el amor por igual viene del erotismo y del caos, muchos espectadores que han visto mis anteriores montajes, argumentan que yo soy muy erótico. En lo personal no soy nada erótico, pero en mi habla quizás mi subconsciente, que es mi yo más profundo. Todos expresamos lo que probablemente la sociedad nos demanda; si te puedo expresar de que existe una lucha muy fuerte entre dos grandes paralelas: la realidad de la investigación y el ser humano en sí; lo que realmente es en el fondo la fuerza que choca y lo que ejerce ese choque, es la obra teatral".
"Yo no puedo apartar mi realidad y hacer un montaje limpio de aportes personales intimistas, esto no lo puedo hacer, no se quien lo puede hacer, creo que nadie lo puede hacer. Particularmente lo que me parece fabuloso es que en el choque de estas dos realidades, el resto es lo que uno recoge como director para hacer una obra de arte. Pienso a la final que es la combinación de eso que está en la realidad interior, que no es lo mismo que habita en el ambiente. Esto si tiene mucho de lo oscuro que uno puede ser por dentro, en esa oscuridad también hay amor".
Considerando esa respuesta, el Bolívar que nos ofrece Caballero, utiliza el amor como razón por un lado y como metáfora por el otro. Pero sin embargo lo segmenta en tres tipos de visiones del amor…el más idealista, clásico de María Teresa, el más enérgico en el cual Manuela manipula la virilidad de Bolívar a su antojo y el tercero, de una mujer que por ser muy joven le permite redondear el valor del amor. Al leer el texto de Néstor Caballero, no sé si concluir que el amor es justificación para desmitificar al héroe o es razón para hablarnos de lo humano.
"Creo que es razón para hablarnos de lo humano, pienso que más allá del héroe, son historias que nos pasan a todos, sobretodo en las relaciones humanas. Considero que como te relaciones con una pareja sexualmente o sentimentalmente, influye mucho en tus decisiones cotidianas. En la visión de ver a Bolívar como pareja, porque con cada una de sus mujeres se relacionaba distinto, es como cualquiera de nosotros. Que cometemos errores, que nos va bien o mal. Considero por igual que éstas tres mujeres representan casi que tres metáforas de la vida de un hombre: el amor formal que es su primera mujer María Teresa; Manuela que es lo erótico, la pasión desbordada y luego su revisión, a partir de un hombre en edad respetable con una mujer de muy corta edad, que por lo demás es muy normal, científicamente inclusive. La efervescencia de la juventud, puesta de manifiesto en ti mismo".
Cuando observé ligeramente tu escenografía, en un momento que seleccioné mi silla en la sala, sin haberla podido detallar a profundidad; me encontré con una referencia cromática; la cual bajo mi punto de vista coloca al espectador, dentro de un espacio en penumbras, dentro de un recinto interior. ¿Éste surge como referencia psíquica de la obra, como marco para construir la psiquis del personaje? Porque al mismo tiempo lo percibo como un espejo, que nos rebota nuestra imagen de conciencia como espectadores. ¿Coincides conmigo?
"El espacio se configuró bifrontal, para que no ocurriese un distanciamiento con el espectador, sino que más bien, éste estuviese introduciéndose en el mundo abstracto de la mente de un personaje. Que en éste caso es "Longanizo", el cual representa a Simón Bolívar. Éste hecho de que el espectador se meta en la mente abstracta es importante para nosotros, porque se hace cercano y le permite jugar; con ese espejo del otro espectador sentado al frente. Esto es importante para el desenvolvimiento estético y de la agilidad del montaje".
En cuanto a todos los elementos de utilería, los cuáles bajo ciertas revisiones pueden funcionar como actantes o como marcos referenciales ¿Cómo los concibes, cómo los insertas, son realmente evocaciones prospectivas del personaje o referencias históricas de utilería?
"Simplemente la utilería en mi caso nunca va a ser simplemente la utilería de la obra. Como el marco referencial para desenvolver; puede ser que en una obra realista, se dé éste caso; en lo particular no me gusta ese concepto. Me agrada más que la utilería forme parte de las anécdotas del Libertador en "Longanizo. Es como la revisión en lo abstracto, la parte importante en la historia de ese personaje, que deambula en objetos, los cuáles transforman su línea de pensamiento y de lenguaje".
¿Por qué apegarse al psicodrama concebido por Caballero y no proyectar el montaje dentro de una perspectiva realista. En la que simplemente un personaje con un desencadenante tortuoso, psicológico por excelencia, nos descubre a un Bolívar que decae en una espiral, sin profundizar en su introspección reflexiva?
"Creo que en ello tiene que ver mucho el autor, lo que hace de éste monólogo. Es más bien una investigación en eso del psicodrama; Néstor Caballero influye mucho en cómo se estructura y arma a la obra. Existe un aspecto muy importante el cual es el interlocutor, los monólogos necesitan que el interlocutor deba estar claro… ¿a quién le habla el personaje? En éste monólogo el interlocutor va más allá de estar claro, no es alguien que uno le hable directamente. Sino parece que todos nos metiéramos en ese ser que está hablando sólo. Esto lo hace un poco más complejo, porque al penetrar como interlocutores en la mente, sentimientos, intimidades, al lograrlo genera un conflicto".
Las obras de Néstor Caballero mantienen un estilo poético que resalta en el texto, bajo muchas interpretaciones, la poesía en general, puesta de manifiesto en las artes escénicas; tiende que en el trabajo de dirección a manejar el instrumento actoral, profundizado comúnmente como una síntesis estilística, en donde es común escuchar enunciativos efervescentes, el verbo es muy depurado, las entonaciones son particularmente academicistas, de sensiblero estilo ¿Cómo lo abordas?
"Considero que mientras menos lo subrayes es más poesía, uno debe de subrayar otros aspectos. Cuando yo hago mi puesta en escena, siempre me imagino un gran párrafo, en el que el director ciertamente pone el acento en los aspectos que le interesan o que apoyen la tesitura del dramaturgo y del actor o elenco".
"Cuando uno construye la exposición aquí el nivel poético si lo subraya, nos queda exagerado o alejado de lo directo. Dentro de la poética de Caballero, efectivamente es subrayado, pero mientras uno más lo baja, más llega al espectador. Porque en definitiva, ya la poesía es poesía, que se destaca. Tus puestas en escena, han de ser muy creativas, en donde nunca se le deja la oportunidad al espectador de irse por la tangente. Sino que siempre sienta conscientemente lo que es tu expresión, que se traduce en acercamiento".
Analizando también a lo que es el hecho teatral en Venezuela, en éste regreso a las Artes Escénicas en mi rol periodístico, me encuentro que existen lenguajes estilísticos, que no responden probablemente a esa intencionalidad que subrayas. Hace unas horas me dijiste que la crítica en Venezuela era básica, elemental, poco profunda… ¿Qué persigues como director hacia la crítica y que crees responde la crítica hacia el director?
"Esto es un tema súper extenso y complicado, a lo que yo nunca voy con lo que quiero hacer con mis puestas en escena, es hacia la crítica. Los críticos en Venezuela, todos trabajan mucho, por ver el espectáculo, es muy difícil complacer a todos. Quienes desarrollamos las artes escénicas, sentimos de herencia una cierta disputa entre la crítica y directores, que además no nació en nosotros, lo escuchamos de nuestros maestros. Más allá de ello, mi crítica hacia la crítica, es que ésta se ha dormido y se ha dejado atrapar por la globalización mediática".
"La crítica perdió espacio, todos hemos perdido espacio, dentro de la posibilidad de escribir. Pero creo que la crítica se quedó y no recuperó el espacio perdido, ésta debe recuperarlo. Que los espectadores lean y se eduquen, se formen y estén de acuerdo o no con el trabajo del crítico y vengan a comprobarlo. Esto tiene que volver a ser, y en éste volver a ser, el trabajo de los críticos es también el trabajo de los directores. Debe volver a encontrarse con el público, con el nuevo público, con el neo público, que estas visitando las salas; con el público que va al este de la ciudad de Caracas o el que va al Oeste. Dejar de interesarse en un director o en un grupo, aunque éste es su trabajo que va a ser siempre y ver como se educa más al público ".
"Las redes sociales, al darle la vuelta a la globalización, se puede hallar un punto en el cual podamos alcanzar de nuevo, que el espectador lea las críticas. En éste país los críticos les escriben a los directores y a su elenco. Para ello no está el hacer crítica en las artes escénicas. La crítica está para formar al espectador, si nos unimos, debemos educar al público para llegar a ser críticos, pero éste camino lo tienen los críticos".
Finalmente, ¿Cómo abordas la musicalización, la iluminación, por momentos he considerado en línea general, que éste trabajo técnico de los puestitas en Venezuela y el mundo, intentan arropar o justificar, el valor o desvalor, del discurso actoral, del verbo y la palabra.
"Realmente pasa mucho, antes no me daba cuenta de ello, ahorita si me doy cuenta. Hay veces anteriormente, que lo técnico en mi caso, arropaba el mensaje actoral. Depende como uno lo mire, llegas a pensar que hay que bajar lo técnico, observando festivales internacionales en el mundo y cuando yo estudié hace 25 años, vi comunión entre lo técnico y mensaje actoral, todo depende de cómo el director lo asuma".
"Todo debe llegar a un acuerdo, a un equilibrio, y eso es lo que uno se olvida. Yo mismo, me olvidado de uno u otro plano, creo que con la madurez, nos permitimos deslastrarnos de ser considerados como puestitas que olvidamos el discurso del verbo y la palabra. Un director va paso a paso construyéndose. Por ello cuando se critica, debe ubicarse el crítico dentro de un proceso de abordaje del director y que uno tiene el poder para equilibrarlo. Creo que todos debemos estar preparados, para la contundencia que van a tener las artes escénicas en Venezuela. Porque uno de los aspectos, en que creo mucho, es que en éste país existe talento de sobra y talento de fuerza. A nosotros sólo nos falta el apoyo, del Estado, de la empresa privada, etc. El momento está por venir, para ese gran momentum de las artes escénicas desde Venezuela para el mundo".
Fuente: Lic. Julio C. Alcubilla B.- ARTES ESCÉNICAS