El Coronel no tiene quien le escriba…la historia que motiva a la escena (primera entrega)
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En ésta primera entrega, abordaré una síntesis analítica acerca de la obra literaria de Gabriel García Márquez, para luego concluir en una segunda entrega, mis valoraciones sobre la función de ayer, en el Teatro Chacao. Colocando cada uno de los personajes en perspectiva y concepción desde la óptica de su autor, Gabriel García Márquez, el cual dibuja un personaje el coronel, como síntesis de la visión política y el poder en Latinoamérica. Que puede atraer a la miseria para muchos, la riqueza para pocos y por el cual muchas veces la vida se compromete, matizada por la incultura, creencias, desatinos, falsas expectativas y la esperanza, como brebaje.
El pasar del tiempo, logra que éste poder asfixie al personaje principal, hasta llegar a mutilarlo en una vida deformadora de su subsistencia, dentro de un escenario propio de cualquier pueblo latinoamericano, que se mantiene inmerso en una realidad costumbrista, plena de inercia colectiva. Este retrato en sociedad, en la que conviven valores y anti valores, arropa su humanidad con la miseria que se hace costumbre y el constante reclamo de su esposa o "coronela", que lo utiliza como arma para su combate de conciencias y existencia…
La mujer latina que acuna en sus entrañas el luchar por la vida, el hogar y la familia… no se resigna frente al dolor de su hijo muerto, ni frente a la castración moral de su esposo que ya no tiene fuerza para combatir la vida. Otorgándole como único legado a su compañero, el esfuerzo por hacerle entender que debe proveer y preservar su existencia, en su condición de mujer contestaría y voz de su conciencia.
Entre los personajes secundarios, en la obra literaria, el gallo pinto, Don Sebas, que siempre se debate como todos, entre lo bueno y lo malo, el único dirigente de su partido que escapó a la persecución política, y que de alguna manera, supo aprovechar, lo que el poder puede permitir para lograr un futuro estable. La esposa, o concubina de Don Sebas…que engendra la insatisfacción del amor, del valor roto, el respeto no ofrecido y la castración del placer. Que hace alarde en su sensualidad, de la opresión como respuesta a su necesidad material, cuasi resuelta.
El Doctor, cronista… el que forma parte y teje una cadena noticiosa, el que conduce la información contemporánea, frente a una circunstancia de vida que poco puede importar en un entorno miserable y sin salida… Este personaje forma parte de una cadena informativa en la clandestinidad, es poseedor de una fuente las noticias y cartas clandestinas, que hablan sobre los reales acontecimientos nacionales.
El Abogado; quien maneja el caso de la pensión del coronel. El Hombre del Correo, que lleva la correspondencia al pueblo todos los viernes, desembarcando en las tardes; carece de nombre pero no de conciencia y menos de conocimiento de vida. El Sirio Moisés, propietario del bazar que se encuentra en el pueblo, cerca del puerto. Germán, amigo íntimo del difunto hijo del coronel, Agustín.
Álvaro, quién compra la máquina de coser del coronel y a quién pretende vender el reloj. El Alcalde, quien interrumpe el funeral de uno de los amigos del coronel. Las mujeres del funeral, lloran al difunto amigo del coronel…la imagen de la muerte. Agustín, hijo del coronel difunto, que a causa de la transmisión de informaciones clandestinas en la gallera; se comprende su existencia. El Duque de Marlborough, Aureliano Buendía y el Tiempo.
Lo resaltante de ésta obra, es que la historia y acciones se desarrollan en tres planos temporales; así conviven pasado, presente y futuro, aunque la mayoría de los hechos y acciones ocurren en tiempo presente y las ilusiones, que se trasladan a los personajes, son narradas en el futuro.
El ambiente en que trascurre la historia, es real porque la misma se desarrolla en un pequeño pueblito sin nombre, que carece de lugares y que la gente que habita allí, se resigna a la tristeza de su entorno. Ésta realidad es matizada por ambientes imaginarios, tomando como ejemplo cuando el coronel sueña que ésta en la batalla del Macondo y dice ver al Duque de Marlborough.
Gabriel García Márquez escribió ésta obra, intentando retratar su conciencia, comprometiéndose con la realidad violenta de la política de su país, Colombia, la cual puede recordarse por el "Bogotazo" en 1948. Sin embargo esa violencia es expresada más allá de matanzas o torturas, en la historia de un personaje, cuyas huellas se trazan por haber sobrevivido a sucesivas guerras, a través de lo se reconoce como "el realismo inmediato". Estrategia o camino concebido por el autor como no muy afortunado, porque el mismo limita a la inmediatez de la realidad. En este sentido, se incorporan a la novela los personajes, dependiendo en gran medida de su personaje central, el coronel, quien a su vez espera la llegada de la carta de su pensión.
Esta obra fue escrita por García Márquez cuando se encontraba en París y escribía para el diario El Espectador. Paralizado muchas veces por la opresión política de Colombia y angustiado por la interminable espera de los cheques de su periódico; el cual estaba comprometido por la situación. El mismo García Márquez, en múltiples declaraciones, sostenía ésta anécdota, recordando una imagen que tuvo muchos años antes, en referencia a un hombre que contemplaba las barcas en el mercado de pescados de Barranquilla. Producto de su identificación con éste personaje de la vida real, nace la novela El coronel no tiene quien le escriba.
Para muchos críticos, lo que es más fundamental de la mísma, es como se cuenta el relato, la eliminación del fatalismo el cual contrasta con la esperanza y el manejo del tiempo por otro lado. Proveyéndole al personaje principal, un idealismo que le permite vivir contra el determinismo social.
Por otro lado el tiempo de la novela, avanza siempre en la encrucijada del pasado y del futuro, conviviendo por igual con el "tiempo psicológico" del coronel. Las situaciones se develan a través de un orden cronológico exterior, en el cual confluyen insistentemente el peso de los sucesos pasados y las expectativas hacia el futuro, ya interiorizados en la mente del coronel. Así se suceden…cincuenta y seis años desde que terminó la última guerra civil, muchos años en que no tenían un muerto natural en el pueblo, nueve meses desde la muerte de su hijo, casi sesenta años desde que se firmó el tratado de Neerlandia y medio siglo que el coronel necesitó para darse cuenta, de que no había tenido un minuto de sosiego después de la rendición. Finalmente, los setenta y cinco años de su vida, hasta llegar al instante de emitir que… "comeremos mierda".
Fuente: Lic. Julio C. Alcubilla B.-
Cultura, Arte y Espectáculos