En innovación más no es mejor
El otro día escribí sobre ideas para crear centros de innovación, que proviene del Estudio sobre los países con más innovación y vemos que la revista, Economist, evalúa la calidad de la innovación, que como dice no es igual que su volumen. Para evaluar esta calidad, toman en cuenta tres elementos para fijar los rangos, que destacan en el gráfico, elementos que son los siguientes:
• La puntuación de las tres primeras universidades del país. Como ya hemos comentado en estas páginas, desgraciadamente, las españolas y las latinoamericanas no salen bien paradas.
• Las familias de patentes están registradas en al menos tres lugares, indicando que son más importantes.
• El índice de artículos científicos y de citación a estos que reciben los distintos países.
Otro elemento que también me ha interesado de estos estudios es que han reestructurado la forma en que se puede registrar patentes en más de un país. La parte superior del segundo gráfico nos demuestra la forma en que se puede hacer si se desea registrar un patente directamente en varias jurisdicciones, lo que llaman la ruta directa / la ruta de París. Un esfuerzo importante que normalmente sólo va a estar abierto a las empresas más grandes.
Muy interestante, especialmente para las empresas más pequeñas, es proceso Madrid, donde con un registro, se puede conseguir que la patente se registre en varias jurisdicciones, como vemos en la parte inferior del segundo gráfico. Estos procesos los gestionan a través de la organización especializada de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). En España, menos del 25% de las aplicaciones siguen la ruta París y el resto siguen el camino de Madrid.
La oficina internacional de WIPO donde se registra, que no tiene que estar en Madrid, es responsable de llevar a cabo un examen para verificar que la solicitud internacional cumple con todos los requisitos formales, para introducir la aplicación en los varios destinos buscados.
La primera empresa española en la lista de las que más aplicaciones han presentado es Almirall SA, en el puesto 38, con un crecimiento importante en los últimos tres años. El sector farmacéutico está muy alto en la lista y explica que la primera española sea una farmacéutica.
Es bueno ver que se facilitan cada vez más los procesos de registro para que hasta las empresas más pequeñas se pueden beneficiar de la protección de su propiedad intelectual. Otra cosa es que la duración de la gran mayoría de estas protecciones es exagerado.
Más en Economist (en inglés).
Fuente: Onésimo Alvarez-Moro – elblogsalmon.com