¿No se trata la ciencia de saber la verdad?
La ciencia es una búsqueda de la verdad, una búsqueda tentativa y constante para entender la naturaleza y el comportamiento de las cosas. Si los científicos se quedaran esperando por la teoría de las teorías, la Verdad Verdadera (con mayúsculas), nunca harían nada. Si esperásemos científicos y escépticos por la certeza absoluta para poder decidir si una teoría es buena o mala nunca estaríamos convencidos de nada.
La ciencia ofrece respuestas tentativas cada vez más precisas. Podría decirse que las teorías científicas se van haciendo cada vez más cercanas a la verdad, puesto que a medida que se aumenta la precisión se hace más y más difícil hallar posibles errores en las teorías. Si bien esto puede significar que sencillamente nuestra imaginación no ha sido capaz de hallar los errores, también podría significar que, si bien no son la verdad absoluta, las teorías científicas están bastante cerca.
Como ejemplos de esto podemos decir que la teoría de la evolución es una de esas teorías que sorprendería mucho a los científicos si se hallara en error, puesto que ha sido confirmada durante más de 150 años en experimento tras experimento. Inclusive, la evidencia de varias fuentes (evidencia fósil, genética, geológica, fisiológica, etc.) apoya de forma tal a la Teoría de la Evolución que la biología moderna dejaría de tener sentido si se la probara errada. Adicionalmente, en el campo de la física de partículas se han observado que algunas predicciones teóricas coinciden con las observaciones hasta el décimo decimal, esto es, que la posibilidad de error es de 1 entre 10 000 000 000. Ésta es la precisión que puede alcanzar la ciencia, no es verdad absoluta, pero se le acerca bastante.
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Fuente: Lic. Jesús Pineda – cienciayleyenda.net