En 2013 la integración entre redes móviles y Wi-Fi será una realidad comercial
Este es el año cuando la industria ha plantado las semillas para la integración entre las redes móviles de los operadores y los puntos de acceso Wi-Fi públicos (hotspots); el año que viene se empezarán a recolectar los primeros frutos de esta plantación en la forma de lanzamientos comerciales por parte de varios operadores. La industria se está moviendo a toda máquina en esta dirección porque el crecimiento de los datos está creando todo tipo de problemas a los operadores en mercados maduros que buscan en Wi-Fi o en la infraestructura de menor tamaño una solución inmediata.
La filial de Telefónica en el Reino Unido, O2, asume que algunas zonas de su red podrían quedarse sin capacidad tan pronto como 2014 o 2015 si el tráfico de datos sigue creciendo a la velocidad actual. Incluso obteniendo más espectro para el lanzamiento de LTE, el operador no cree que pueda retrasar esta congestión en dos o tres años.
Y la consultora iGR anuncia esta semana un nuevo estudio que proyecta que el tráfico de datos en las redes móviles de todo el mundo se multiplicará por 16 veces en relación a los valores actuales para 2016. El tráfico pasará de 433.000 terabytes al mes en 2011 a siete millones dentro de cuatro años.
Si bien la pequeña infraestructura será clave en el futuro de las redes, aún se deben resolver una serie de problemas, especialmente el de la planificación de la macro red una vez que se integra esta nueva infraestructura. Sin embargo, con Wi-Fi, la integración está siendo mucho más acelerada gracias al trabajo del Wi-Fi Alliance por la parte de la propia tecnología y certificación de dispositivos, y por el Wireless Broadband Association (WBA.
Ambos organismos se han visto favorecidos por la masificación de la tecnología en los smartphones, pero perjudicados por la complejidad que supone conectarse a redes Wi-Fi protegidas.
Esta semana ambos organismos han presentado con anuncios claves para resolver la integración entre Wi-Fi y las redes celulares. Primero fue el Wi-Fi Alliance anunciando el inicio esta semana de la certificación de los equipos e infraestructura de varios fabricantes para la obtención del Wi-Fi CERTIFIED Passpoint. Esta certificación permite a los equipos automáticamente descubrir y conectarse a redes Wi-Fi.
Esta es la solución que los operadores estaban esperando para poder ofrecer acceso a Wi-Fi Carrier Grade y así aliviar la congestión de sus macro celdas para la oferta de servicios de datos. Este programa de certificación forma parte de las especificaciones del Wi-Fi Alliance con respecto a lo que se conoce como Hotspot 2.0.
Las principales empresas que ayudarán a que los operadores integren Wi-Fi a sus redes han anunciado su participación en el proceso de certificación. En la prueba de certificación participan 24 empresas de toda la cadena de valor como BelAir, Broadcom, Cisco, Intel. Qualcomm y Ruckus Wireless.
Por la parte de los operadores, será la WBA quien inicie en el tercer trimestre el trabajo con los operadores móviles y los propios fabricantes que hayan recibido el Wi-Fi CERTIFIED Passpoint por parte del Wi-Fi Alliance. Las pruebas probarán los sistemas de facturación de los operadores, las políticas de conectividad y autenticación de los dispositiuvos identificados.
La idea es precisamente que estos hotspots se comporten exactamente igual que las conexiones a las macro celdas y que el operador pueda determinar absolutamente todas las políticas que rigen en su red móvil cuando se produzcan las conexiones Wi-Fi. Por ello, se realizarán pruebas con tarjetas SIM para evitar que el usuario tenga que introducir datos como la contraseña del hotspot.
Un total de 37 operadores de telecomunicaciones participarán en estas pruebas entre los que se encuentran: AT&T, BT, BSkyB, China Mobile, Deutsche Telekom (DT), Everything Everywhere, KT, NTT DoCoMo, Orange, PCCW Mobile, TMN, SK Telecom, Softbank, TalkTalk, TeliaSonera, Telefónica y Time Warner Cable.
Fuente: telesemana.com