La causa de las varices: Insuficiencia venosa crónica
La insuficiencia venosa crónica es el cuadro clínico ocasionado por la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores. La Organización Mundial de la Salud define las varices como «dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas».
Cuando la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y su estructura y función se alteran. Es más frecuente en las mujeres y tiene una mayor incidencia en obesos y personas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie. Los sintomas característicos son sensación de piernas pesadas, dolor, calambres y sensación de cansancio permanente. Se mejora con el reposo, la elevación de la extremidad y el frío.
Recomendaciones
La utilización de medias de compresión es quizá la parte más importante del tratamiento puesto que, en cierto modo, ejercen la función de retorno que las venas enfermas no pueden llevar a cabo. otros ejercicios recomendables son: Evitar el sobrepeso. Dar paseos, practicar natación, evitar fuentes de calor, refrescar las piernas con baños de agua fría, evitar el estreñimiento, evitar el uso de ropa demasiado ceñida, utilizar calzado con un tacón de 3-4 cm (evitar tacón alto y zapato plano). Elevar ligeramente los pies de la cama. Darse masajes en las piernas. Evitar la toma de anticonceptivos orales.
Tratamiento
La cirugía de las varices ha sido durante años aceptada como el método terapéutico más eficaz y de mejor pronóstico, aunque no siempre está indicada y puede no ser suficiente (*).
No existe ningún tratamiento definitivo que permita curar la insuficiencia venosa crónica por lo que, independientemente del tratamiento que se aplique, la utilización de soporte elástico y la observación de las medidas generales citadas constituyen la base del éxito en el control de la enfermedad y la única forma de luchar contra la aparición de nuevas varices después del tratamiento.
Fuente: saludycomunicacion.com (Creative Commons Attribution 3.0 License) y Dr. Leopoldo Fernández Alonso.
(*) Desde hace 10 años la Clínica Universitaria de Navarra incorporó una técnica pionera, la Fleboesclerosis con microespuma, que permite abordar el problema varicoso sin necesidad de pasar por el quirófano ni interrumpir la vida normal. Esta técnica consiste en inyectar en la vena afectada una sustancia (polidocanol) tratada para convertirla en una microespuma. Apenas produce molestias al paciente y en pocas sesiones de tratamiento se consiguen excelentes resultados. La sustancia inyectada en la vena desplaza la sangre y se adhiere a la pared interna de la vena, con lo que destruye el tejido interior. Con muy poca cantidad y muy baja concentración del principio activo se consigue un volumen eficaz de microespuma para tratar venas de gran calibre. El tratamiento esclerosante se inicia con la localización de los vasos enfermos mediante un estudio de Eco-Doppler color. Posteriormente se realiza una punción ecoguiada de la vena y se introduce un catéter, a través del cual se inyecta la microespuma. Gracias al Eco-Doppler el especialista puede observar en el monitor el flujo sanguíneo. Es una técnica que ofrece una alta seguridad ya que el médico tiene un control permanente del trayecto de la espuma y de la dosis que utiliza durante todo el proceso. Los resultados se ven a los pocos días y al cabo de unos meses la vena queda reducida a una cicatriz por donde no circula la sangre. La fleboesclerosis con microespuma ofrece numerosas ventajas pues es un procedimiento indoloro que apenas produce molestias al paciente. Permite tratar venas de difícil manejo con otras técnicas y elimina de forma simple varices qeu con cirugía convencional serían difíciles de extirpar. En sí misma no es una intervención quirúrgica, por lo que carece de los inconvenientes de la cirugía: se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de anestesia ni reposo. Al finalizar se coloca al paciente una media elástica y puede regresar a su domicilio y seguir realizando una vida completamente normal.
Fuente: saludycomunicacion.com