Pedro León Carrillo una herencia en el arte en la huella de un restaurador

Es una pregunta bastante compleja, porque te puedo hablar de mucha vida, mucha existencia. En primer lugar yo era un chamo que con quince años, recibí de Braulio Salazar, de César Rengifo y de mi padre, la primera caja de pintura, me iba a trabajar con ellos. Toda nuestra existencia se resume a que hace alrededor de 40 años, tomamos la decisión de que yo guiara su obra. Y comenzamos a hacer una serie de actividades, desde allí hasta la fecha, ya mi padre va a cumplir para el 2013, cien años de haber nacido, por ello me encuentro ensamblando los preparativos para ello. Cuando necesitamos crear, el alma es nuestro recurso, al conservarla nos permite alcanzar el respeto por nuestra propia maquinaria de expresión y a la vez, alcanzar el respeto por las almas superiores. Esto lo viví durante veinte a veinte y cinco años, manteniéndome en el anonimato, para lograr que la estructura de mi padre, estuviese por encima, una vez que mi padre muere me lanzo con toda la experiencia de lo aprendido.

Claro, por supuesto, ahora es digno que consideres que te vas a conseguir figuras en el desarrollo de mi historia, que me permitieron utilizar todo el concepto académico del padre, para resumir en mi vida en ésta etapa más avanzada, una técnica mucho más moderna, de mayor impacto, intentándolo hacer, dentro de lo que podemos concebir como la figuración mágica. 

Aparte de ser un artista plástico eres un curador, esta disciplina nueva, que define la actividad de un meta-artista, quien ante la presencia de una combinación de obras, logra modularlas de manera que se interpreten todos sus significados. 

Definitivamente existe una especie de confusión implícita en la pregunta que me haces, debido a que se mezclan dos actividades totalmente distintas. Por un lado tenemos la actividad del curador como tal, cuyo propósito es curar obras, no debe estar metido dentro de la vida del artista. Su propósito es mantener las obras en perfectas condiciones, en buen estado, mantener la obra viva y mantenerla por muchos años. Esta sería muy distinto a otra labor que sería un poco más crítica, como el caso del crítico de arte, que si es el encargado de inmiscuirse dentro de los valores plásticos del artista. 

          

El marchand de art es un vendedor con un excelente conocimiento de un determinado grupo de artistas, se vale de todo su conocimiento para lograr producir una venta. Por su parte, la curaduría se mantiene en un esquema bien aparte, la curaduría pertenece a la museografía. En éste momento estoy llevando a cabo, la curaduría de una de las instituciones educativas más conocidas del país. MI trabajo primordial, es verificar que la obra se sienta en su condición original, aquí no intervendría el trabajo de un marchand de art o un deller.  Pudiesen ser actividades complementarias, pero opuestas diametralmente; sin embargo suele suceder en Venezuela, que lamentablemente los marchands de art son curadores y hasta hacen restauración de obras de arte, en muchas de nuestras galerías. Restaurar una obra de arte, es una función extremadamente delicada, es volver una obra de arte a su estado original. En el que se implican, factores químicos, biológicos, la  curaduría nace del alma propia del artista. Se han de conocer en la obra sus funciones, su iluminación y hasta la interpretación de su trayectoria. Yo hago una curaduría elemental, he hecho la curaduría de la obra de mi padre, también he realizado curadurías de centros de historia, etc. Un curador con mucho conocimiento, puede decirle al restaurador esta obra ya no la puedo mantener, porque ya la obra tiene un daño, aquí se remite al restaurador".

Estuve de oyente en la escuela de bellas artes, a las orillas de río Elba, cuando estudiaba química en la ciudad de Dresden, Alemania. Y al frente me quedaba el museo Swinger, el cual sufrió una terrible tragedia, cuando el bombardeo, como respuesta de los norteamericanos a Rusia. En el museo se incorpora un grupo de militares, quienes tenían la tarea de restaurar obras muy famosas, existían Rembrandts,  Rubens, que tuvieron que ser rescatados desde los escombros. Cuando llegué a Alemania, me informaron que no podía estudiar otra profesión que no fuese técnica. Lo que me impulsó por mi herencia artística, a ver el trabajo que realizaban allí. Aquí comencé a conocer el oficio de la restauración, años más tarde se daña una obra de mi padre, biológicamente la humedad se come la tela, y teníamos que resolver esto. Los dos nos pusimos a realizar lo que sería mi primer trabajo, hoy en día ésta obra está en la Galería de Arte Nacional, vive y tiene ya cerca de 40 años de vida, gracias al proceso de la restauración. 

Existe un arte contemporáneo bueno, de excelente factura y por otro lado un arte contemporáneo flojo, en el que muchos artistas tienen la tendencia, a vaciar su trabajo con unos cuantos trazos de color. El arte contemporáneo, está unido al proceso literario, musical y urbano. Considero que dentro de lo contemporáneo no se puede abandonar lo académico, el concepto propio del dibujo, la figuración, etc. Lo que estoy haciendo en mi actual trabajo, es intentar sacar del plano, el objeto y darle forma externa y que pueda sentir el espectador, dentro del movimiento contemporáneo, al cine que te refleja la figuración en tercera dimensión.En mi trabajo reciente de "Las Barcas", reflejo mis inquietudes por la globalización, tomando en cuenta, que el principio de las redes son las barcas. 

La paleta de colores define conceptos extensos en la historia del arte, ésta en el impresionismo era la tela, en la concepción clásica, es la paleta propiamente dicha. La combinación de colores es una maestría, lograr combinar los colores, se necesita tener una enorme experiencia. Porque hoy en día, bajo los procesos químicos, la forma de utilizar un color puede producir oxidaciones, que van a oscurecer o a dañar la obra, en cincuenta o cien años. Estoy aplicando todo lo aprendido en la restauración, para tomarlo en cuenta en mi paleta de color. Los colores que utilizo, sean cien por ciento puros.

Sencillamente, cuando vas a restaurar un cuadro, tienes que quitarte la piel de artista, para meterte en la piel de quien trabajó el cuadro. La restauración es un acto sagrado que preserva de una manera o de otra, demasiados códigos, que permitan cuidar mucho lo que se va a hacer. 

Entre muchas de las actividades que tiene un restaurador, unos de los fundamentos más grandes que hay, es recuperar patrimonio. La historia de un país, está reflejada en el arte. Cuando recuperamos un patrimonio, recuperamos el arte. Recuerdo el Centro de Historia del Estado Trujillo, en el que restauré la Obra del Decreto de Guerra a Muerte, debí conservar todo el criterio de lo que está allí plasmado. No puedo inventar, necesito tener el vestido del hombre que hizo esa obra, porque el pasó por una serie de investigaciones, sobre procesos históricos que lo llevaron a plasmar esto. 

El talento está en el alma, el ser humano tiene una capacidad creativa individualmente, la academia te da la destreza para lograr plasmar lo que tenemos en la mente o lo que sentimos, de allí podemos hacer una obra maestra, pero debemos de tenerla dibujada en nuestro interior. 

Es mucho decir, que me voy a presentar, ya envié mi obra a concurso para ver si va a ser seleccionada. En mi primera participación, mi obra que sí fue seleccionada, daba respuesta al tema seleccionado por la bienal, "el ecosistema", pertenecía a una exposición temática. Esta nueva exposición, nos apertura como tema al mundo y futuro del hombre, hacia dónde va el hombre en el futuro. Volviendo de nuevo a mi pasión por la globalización, me dediqué a hacer una obra, sin abandonar mi tema. Una barca y en el fondo de la misma, está enclavada en uno de los territorios que puede representarle al mundo, el estado de conservación para el futuro, el territorio del Amazonas Venezolano. Una curiara segmentada en madera, que se viene a un primer plano en 3D, al fondo el río Carrao y se ve al final todo el sistema montañoso, que crea agua y oxigeno para la mitad del mundo. 

Totalmente, el arte te da vida permanente, ni eres niño ni eres viejo. Mientras tengas la capacidad de sostener la espátula, el pincel, puedes lograr lo mismo que hace un niño…es un ejercicio vitalizante.