Google se enfrenta al gobierno de Estados Unidos
Congresista norteamericano califica como "una desgracia" las actividades de estas empresas en China, por atentar "contra la libertad de expresión, información y contra los derechos a la privacidad"
P. Cernik, CWV
Un grupo de congresistas norteamericanos han decidido manifestarse muy contrariados por la, por algunos, calificada como censura, que aplican varias multinacionales estadounidenses para cumplir con las leyes chinas.
A mediados de febrero las empresas que más se han notado por sus actividades en este sentido, se enfrentaron a un comité creado al efecto en el congreso de EEUU. La posición de algunos legisladores fue notablemente crítica, comenzando por Tom Lantos, el presidente del subcomité que llamó a testificar a Google, Microsoft, Yahoo! y Cisco. Para recibir a estas empresas Lantos lanzó esta lapidaria frase: "Sus horrendas acciones en China son una desgracia. Yo simplemente no entiendo cómo duermen los líderes de sus corporaciones […] esas compañías han acumulado un enorme poder y riqueza, pero aparentemente, muy poca responsabilidad social."
El congresista también uso los datos provenientes de distintas ONG defensoras de derechos humanos, al recordar que algunas actividades de estas empresas pudieron haber contribuido a llevar a la cárcel al menos a un par de disidentes, a la eliminación de varios blogs y, en general, a una censura auto impuesta en los servicios de las cuatro corporaciones nombradas, autocensura que, en palabras de Lintos "mírese por donde se quiera mirar, atenta contra la libertad de expresión, información y contra los derechos a la privacidad más elementales".
Por su parte, Yahoo! publicó un comunicado explicándose ante las numerosas críticas que ha recibido de todo el mundo, aduciendo que todas las empresas que operan en China tienen que cumplir con lo que el texto de Yahoo! califica como "leyes que carecen de transparencia", que las obligan a manejarse en un ambiente, "inconsistente con nuestras propias creencias".
Yahoo! También propuso organizar reuniones con las demás empresas que "se enfrentan a estos retos", y hacer un llamamiento al gobierno de EEUU para que haga todo lo que pueda para que, "podamos continuar facilitando servicios que creemos benefician a los ciudadanos chinos y hacerlo de forma que sea consistente con nuestras creencias y valores."
A todas estas y con toda seguridad respondiendo al escándalo de escala global, Liu Zhengrong, de la Oficina de Información del Consejo de Estado chino, negó que existan detenidos por comentarios en la red y afirmó que sus "reglas sobre Internet se ajustan a las normas internacionales", ya que "permiten un acceso a la información libremente", aunque varios disidentes chinos y defensores de los derechos humanos insisten que en China no se respeta la libertad de expresión en general, y específicamente en la Red, ya que se producen detenciones y encarcelamientos de opositores que manifiestan sus ideas en Internet.
Por ahora, como resultado preliminar de todo esto, un grupo de congresistas estadounidenses presentaron una propuesta de ley para impedir que las grandes empresas de Internet cooperen con lo que ellos mismos definieron como "censura de información en línea de China y otros países", entre los cuales también fueron mencionados Bielorrusia, Birmania, Cuba, Irán, Libia y las Maldivas.
La propuesta, liderada por el legislador Christopher Smith, presidente de la Subcomisión de Derechos Humanos, fue bautizada 'Global Online Freedom Act of 2006', o Ley de Libertad Global en Línea 2006.
La legislación propuesta prohíbe alterar los resultados de búsquedas en servicios de empresas como Google, es decir, no permite que la empresa elimine resultados de la búsqueda, como está ocurriendo actualmente cuando el servicio es usado desde China. La Ley también prohíbe entregar información sobre los usuarios. Si se aprueba, los ejecutivos de las empresas que la incumplan se enfrentarían a penas de hasta cinco años de prisión y multas de dos millones de dólares.
Mientras todo esto ocurre comenzando 2007, es oportuno recordar que en agosto del año pasado el gobierno de EEUU solicitó a todas las operadoras de buscadores de Internet de ese país que le entregaran cierta información estadística sobre las búsquedas. Yahoo, Microsoft y AOL ya se plegaron a esta petición, pero Google se negó, lo que movilizó al gobierno a intentar obligarlos mediante un requerimiento judicial preparado por la Secretaría de Justicia.
Ante esto, Google presentó, a comienzos de febrero, un escrito donde defiende su negativa a entregar la información solicitada por las autoridades. Según la publicación SiliconValley.com, en ese escrito Google descalifica categóricamente el argumento gubernamental según el cual los resultados de las búsquedas constituyen una herramienta importante en la lucha contra la distribución de pornografía en línea.
Google opina que las informaciones solicitadas por las autoridades podrían contribuir a revelar el funcionamiento e ingeniería de su buscador, y que con esto se les daría a sus competidores una excelente oportunidad de copiar métodos de trabajo y tecnología. Además, Google esta apoyada por la American Civil Liberties Union, que teme que se violen derechos civiles, como el de la privacidad, con este plan del gobierno, que, de acuerdo a fuentes oficiales, solo solicita información estadística. Igual, la organización de defensa de derechos civiles asegura que los argumentos de las autoridades son "demasiado vagos".
Todo esto es, para nuestros ojos, de lo más curioso, por un lado esta Google, que se niega a entregar estadísticas a su propio gobierno mientras es acusada de entregar información sobre sus usuarios al gobierno chino, con la cual aparentemente pudieron haberse producido arrestos contra promotores de la democracia en ese país; y, por otro lado, esta el gobierno de EEUU, en cuyo Congreso se promueve una ley para prohibir a entregar información de este tipo, tal como anotamos antes. ¿Quien los entiende?
Fuente: P. Cernik – Computerworld