Botox consciente: Develando verdades sobre la aplicación de toxina botulínica
Los tratamientos inyectables son procedimientos médicos cuya aplicación requiere de un entrenamiento apropiado para su eficacia y seguridad, de lo contrario pueden traer consecuencias muy graves para la salud del paciente.
"Todo tratamiento que se inyecte, requiere de aplicación médica" afirma la Dra. Klara Senior, medico estético. "Para la aplicación de la toxina botulínica, por ejemplo, se necesita tener experiencia y responsabilidad, debe ser un profesional que sepa hacerlo, esté propiamente capacitado para esto y conozca la anatomía facial. Puede ser un cirujano plástico, un dermatólogo o un medico estético", recalca Senior, quien señala que el Botox, en manos expertas, puede ser utilizado en todo el rostro, principalmente para el tratamiento de las arrugas de expresión del tercio superior de la cara (patas de gallo, arrugas del entrecejo y horizontales del la frente), sonrisa gingival, lifting del cuello también conocido como "Nefertitis Lift", arrugas verticales del escote e hipertrofia de los músculos maseteros o "músculos de la masticación" que pueden generar asimetría facial, alteraciones y dolor en la articulación temporomaxilar (ATM) o de la "mandíbula".
La popularidad de estos procedimientos ha propiciado la aplicación por parte de personas que no tienen la certificación y experiencia adecuada y es por ello que se han escuchado casos de resultados negativos; algunos de ellos obtienen de manera ilegal sustancias no aprobadas y aplican tratamientos a sus pacientes bajo condiciones que no cumplen con las normas sanitarias necesarias.
Recientemente el mercado se ha visto invadido de sustancias que prometen beneficios instantáneos o que asemejan tener los mismos resultados que otras sustancias con muchos años de experiencia, calidad y seguridad, como es el caso del BOTOX®, la única toxina botulínica aprobada por la FDA de Estados Unidos.
La especialista explica que existen muchos mitos y realidades entorno a la toxina botulínica, conocida como Botox:
1- Para observar resultados efectivos no es necesario colocarse en exceso. Todo lo contrario esto puede generar un rostro tieso sin expresión y naturalidad. Cada dosis debe variar de acuerdo al caso del paciente y no se debe cambiar las proporciones faciales de cada quien.
2- No es la fuente de la juventud. El botox es un tratamiento que suaviza los signos visibles del envejecimiento, no que detiene el mismo.
3- No es veneno de serpiente. El Botox es un producto natural, bien es cierto que es una sustancia activa, que es imposible que cause efectos sobre la salud y el bienestar general.
4- No elimina la flacidez. En aquellas mujeres con más de 65 anos, que tienen mucha flacidez en el rostro este tratamiento no es el más indicado.
5- No hace que las arrugas se vuelvan más pronunciadas una vez que desaparezca el efecto. Si bien el efecto de Botox es pasajero (duración promedio 6 meses), una vez que éste desaparece, las expresiones y las líneas del rostro aparecen gradualmente sin afectar su aspecto previo al tratamiento. Ni los músculos de la expresión facial ni la piel sufren cambios permanentes, la decisión de repetir o no el tratamiento es enteramente opcional y voluntaria.
6- No dura para siempre. De acuerdo a la especialista, dura alrededor de seis meses. Pero ojo que estamos hablando de la primera inyección. Al aplicarse por segunda vez el producto irá durando más tiempo. Incluso, según asegura la especialista, hay personas que no tienen que volver a inyectarse hasta por un año más.
7- No existe crema alguna ni tratamiento para el cabello que contenga Botox. La toxina Botulínica tipo A del Botox es única, es un producto biológico (un medicamento) y no existe crema alguna que pueda tener un efecto similar al Botox inyectable original y mucho menos se puede colocar en el cuero cabelludo en forma de tratamiento tópico ni inyectable.
8- Y finalmente, no aumenta volumen, no inflama, no deforma el rostro y no genera Granulomas ("Tuyuyos"): Es importante recalcar que el botox es un activo biológico derivado de una bacteria (así como la penicilina lo es de un hongo), cuya función es suavizar la expresión sin paralizarla.
Muchos pacientes tienen la falsa creencia de que el botox es lo que produce "esas caras deformadas que vemos en la actualidad frecuentemente en la calle", siendo importante aclarar que esas caras congeladas llenas de "tuyuyos" como los llaman horrorizadas mis pacientes, no son más que el efecto de haberse colocado siliconas, biopolímeros, células expansivas, PMMA o Polimetilmetacrilato o como quieran llamarlo para disfrazarlo seres inescrupulosos (habitualmente NO MEDICOS y desgraciadamente algunos médicos) quienes bajo el engaño de que le podrán botox al paciente, les colocan este tipo de productos "proscritos" (prohibidos) en medicina para ser usados como materiales de relleno, generándole daños irreversibles a la piel y al bienestar biopsicosocial de los pacientes, ya que al "destruir" sus caras, se ve afectada su autoestima y su calidad de vida, siendo por demás estos daños totalmente irreversibles y para toda la vida.
Asimismo es importante seguir ciertas recomendaciones: exigir antes de aplicárselo la ampolla, de manera de verificar si es Botox realmente; antes de aplicárselo es necesario preparar la piel con tratamientos que estimulen el colágeno como la radiofrecuencia, la microdermoabrasion, entre otros; combinar el Botox con otras técnicas, así se puede conseguir un tratamiento integral que logre cubrir las necesidades; no excederse en las reaplicaciones y no hacerlas antes de los 4 meses.
También es muy importante cuidarse después de aplicarse el tratamiento: no agachar la cabeza, no meterse en un sauna, no tomar analgésicos con ibuprofeno, no acostarse horizontal antes de las 6 horas, no hacer ejercicios y no masajear la zona tratada.
Fuente: esteti-k.com.ve / latam.bm.com